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Próxima visita de Obiang a Corruptilandia, a invitación de su amigo Moratinos. publicado por: Carlos Jorge Ruiz el 30/10/2006 6:43:00 CET
Sufrimos un atraco que se llevará nuestra riqueza a bancos, promotores inmobiliarios y corruptos. Así empezaba mas o menos un artículo aparecido en El Pais en el que se entrevistaba a Manuel Villoria, catedrático de Ciencia Política y experto en corrupción. Por lo que va apareciendo, tal podría ser también nuestro problema pues, pensemos que Repsol-Ypf, la que diseña en realidad la política de AAEE de “amistad” con el criminal asesino dictador Obiang, está dominada ya por un Banco (o caja: La Caixa) y una inmobiliaria (Sacyr Vallehermoso). Las cosas se concretan no solo en España. Vamos a ir desentrañando el problema, un problema también de los pueblos de España con un sistema político corrupto que se dispone a recibir al rey límite de la corrupción, Teodoro Obiang, dictador de Kalunga. Nos dice en la entrevista el Manuel Villoria que el caso de Marbella no es un caso aislado, es uno de tantos más, algo de lo que se puede decir que es lo normal, es parte de algo generalizado. Y eso es una tragedia para los que, por ejemplo, en España buscan vivienda, ese derecho constitucionalmente reconocido pero que, en realidad, se pervierte (o corrompe) a cuotas extremas dejando sin vivienda a los más jóvenes o endeudando a las familias españolas hasta cuotas que las mismas instituciones financieras europeas ya han puesto el aviso de peligro. ¿El problema? Pues, por ejemplo, que España es el único país en el que la recalificación de suelo urbano es una decisión administrativa y las plusvalías que generan esas decisiones recalificadoras o urbanizadoras de suelo, se las apropia el propietario en exclusiva, bueno, el propietario y los corruptos que las aprueban, de una u otra manera. Los beneficios de una recalificación del suelo, su declaración de edificables o urbanizables, el volumen y la superficie asignados en construcción y, por lo tanto, su valor, su utilidad, sus condiciones de equipamiento y urbanización, ... son decisiones de los políticos locales, decisiones que suelen tomarse en función de un enriquecimiento personal en la mediación de recalificaciones o calificaciones urbanísticas del suelo y no en función de las necesidades generales de vivienda. Y eso, da mucho dinero no solo a promotores inmobiliarios y constructores –dicho sea de paso, los dueños de España como terreno – sino a políticos corruptos que entran en ese juego de la recalificación. Incluso el sistema notarial está en el juego aceptando precios que nada tienen que ver con los del mercado o con los pactados. No tiene otro remedio que “legalizar” o dar fe pública de lo que es un expolio, el expolio de suelo para necesidades sociales como, entre otras, la de vivienda digna. La corrupción está generalizada y “legalizada” y, además, no hay transparencia, como en Kalunga. ¿Transparencia? Pero si los cargos públicos, alcaldes y tal vez los concejales, declaran sus bienes. Si pero los declaran y el Sr. Secretario del ayuntamiento los guarda y nadie se entera de lo que tienen o dicen tener, ¿de qué sirve esa “declaración”?. Y eso sin tener en cuenta la posible figura de los testaferros y familiares testaferros. Hasta que ETA secuestró a Suñer, el de Avidesa, existía en las Españas lo que se llama transparencia fiscal, es decir, publicación de bases y cuotas del IRPF y del IP. Es decir, podíamos enterarnos todos lo que se declaraba y lo que se pagaba. Bien, utilizaron una excusa, la excusa del daño que producía el secuestro de los “ricos” para dejarnos a los “pobres” sin transparencia. Y ahora, el daño que esa falta de transparencia produce en los “pobres” es muy superior, en forma de altos e inalcanzables precios de la vivienda – aun a costa de hipotecas para toda una eternidad de la mitad de los ingresos – al daño anterior, precisamente a los “ricos” o que se quieren hacer ricos a costa de un bien constitucionalmente reconocido como derecho constitucional, el acceso a una vivienda digna y a un entorno natural protegido.
Y si hubiera democracia, esto no pasaría, no pasaría que existieran navajazos para entrar en las listas electorales de los partidos mayoritarios que concurren a las elecciones municipales. ¿Tanto afán por servir de fracasados en la vida civil y de huidos del tajo, de medrantes sin escrúpulos y de ansiosos de riqueza fácil y poder? Pues no cuadra ese afán de servicio, más bien, habría que pensar en la entrada en un mundo corrupto que facilita un rápido enriquecimiento y para cuyo mantenimiento se precisa de una perversión del sistema político, una perversión de la democracia que lo haga posible, que haga posible precisamente esa corrupción, ese envilecimiento de lo público. Existe, luego, existe también le degeneración del sistema político y su perversión en algo que ya no es ni mínimamente democrático ni mucho menos representativo. Si añadimos al `problema de la vivienda, las listas de espera en sanidad y la degradación del sistema educativo y las pensiones de miseria más bajas, tenemos la confirmación total del hecho: no hay democracia representativa ni por aproximación. ¿Qué hay? Corrupción. Y esa corrupción es la que va a recibir a Obiang. ¿Pero, es general el problema? El problema es muy general. Nos dice el Manuel Villoria que “si Hacienda mirase bien los bienes de esos alcaldes y concejales saldrían 5.000 o 6000 casos a investigar (como en Marbella, más qiue malayos, estaríamos ya en Malasia o Corruptilandia)”. Casi nada, es más, creo que se podría quedar muy corto en esa apreciación. No 50 o 500, no 5000 o 6000 casos como los malayos, casi nada. ¿Pero que pasa en Corruptilandia que ni siquiera Hacienda los investiga, que ni siquiera Hacienda investiga a los cargos públicos y promotores y constructores corruptos y solo hace fuerza y agudiza la vista contra los declarantes por rendimientos del trabajo con nómicas controlables? ¿Cómo es posible que Hacienda no detecte ese fraude, esa bolsa extrema de corrupción? ¿Qué pasa que ni las putas, ni los camellos, ni los constructores promotores ni los cargos públicos corruptos pagan a Hacienda, están exentos? ¿Es una nueva clase de nobleza exenta de pagar impuestos? No sencillamente, es lo general, son los que llevan el peso de la Economía o de su ritmo de crecimiento fundamentalmente, son los nuevos dueños de lo político que, entre otras perversiones, diseñan una política exgterior en función nada más de intereses económicos y, por eso se acercan a Obiang, quieren llevarse a bien con un criminal dictador, desde hace 27 años en el poder y sin visos de soltarlo hasta la muerte y, a su muerte, de dejar en el trono a su hijo Teodorín. ¿Democratización en Kalunga? Hay que ser muy borde o muy ingenuo para pensar que es posible en Kalunga. Son puyes bordes y no persiguen la democratización, persiguen ¿qué? La pasta, la corrupción, esa corrupción que, como muy bien dice el catedrático Manuel Villoria, ya es un hecho generalizado en las Españas, con la consiguiente degradación y perversión del sistema político, corrupto también. En ese ambiente, Obiang será muy bien recibido, tales para cuales.
Carlos Jorge de Moganda Liga Espartaco Economista del Foro Solidario por Guinea Ecuatorial
Fuente: El País y propia.
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