Malabo:  31°C | Rocío: 27°C
   Madrid:  04°C | Rocío: M0°C
 Malabo     Madrid
Logo de genet
      Buscar: en:   Noticias   Enlaces   Anuncios  

Login

Home
Intro/Ayuda
Noticias
Anuncios
Autores
Lenguas
Foro de Debates
Apuestas
Quiz
Calculador de Francos CFA a Euro
Calculador de Euro a Francos CFA
F CFA <---> Euro
Cambios Recientes
Contacto
Suscribirse
Foro/Chat
Estadística
Enlaces
Documentos
Promoción
Su página de inicio
Recomendar

¡Viva Patricio Nbe!

Visitas desde
06/02/2003 :


Galeria de Ilustres de Guinea Ecuatorial

Formato para impresión Email anterior Noticias posterior Compartir en Twitter

Editorial

Visita Sospechosa


publicado por: La Díaspora Boletín informativo para la communidad ecuatoguineano en el extranjero el 25/04/2007 19:19:39 CET

Por: Dr. Samuel Mbá Mombé, médico


No sufro manía de persecución ni me considero importante para pensar que alguien podría estar siguiendo mis huellas por las razones que fueran. Resulta que a veces se vive momentos en los que uno empieza a preguntarse si lo vivido ha sido una coincidencia, un sueño o de hecho, una operación premeditada para conseguir algún fin. Lo que cuento no es una anécdota ni mucho menos una superstición sino una realidad como el cielo y la tierra. He tenido que esperar hasta hoy para ver si la persona que me sorprendió con la inesperada y sospechosa visita reaparece. Pues no, porque ha desaparecido como si la tierra la hubiera tragado.

La historia empieza como sigue: el domingo 22 de abril y sobre las 11horas de la mañana, me encuentro en camino en compañía de mi colega y una enfermera para visitar a los pigmeos dentro del programa de asistencia de la ONG para el que trabajo a las poblaciones más vulnerables y me cruzo con un taxi que me hace señales para que me pare lo que hice y del taxi sale una chica no del todo mal físicamente e incluso podría decir que simpática y viene hacia mí y sin saludarme ni preguntarme si hablaba español o no, se dirige a mí en un castellano impecable y yo sin pensarlo dos veces, le respondo también en el idioma de Cervantes. Se trataba de una “guineana” que no se presentó, es decir que no me dijo cómo se llamaba ni ella preguntó por mi nombre o si yo era guineano o no. Mis dos acompañantes son hispano parlantes y siguen perfectamente la conversación. La “guineana” me cuenta que acaba de llegar de Douala con la Agencia “Centrale Voyages” y que se fue al hospital (donde trabajo- mi versión) por un caso urgente ya que según ella, tenía un prurigo y quería ver a un médico. La expliqué sin decirla que soy el médico en el hospital donde venía (aunque el coche que manejaba era del hospital) que sólo el lunes era posible porque teníamos otro programa. Ella dijo que esperaría hasta el lunes y que se iba para recuperar su equipaje que había dejado en la agencia para quedarse en el hospital hasta el día siguiente. Nos despedimos amablemente y así termina la primera parte de la historia.

Antes de continuar, abro paréntesis para explicar que tenemos que pasar por el hospital para llegar a los pigmeos y es por eso que nos cruzamos en el camino con la “guineana” en cuestión. Ya que íbamos con el tiempo muy justito ya que la enfermera tenía el vuelo el mismo día para Europa, pasamos de largo sin pararnos en el hospital tanto de ida como de regreso. Sólo por la tarde sobre las 18 horas, es cuando me fui al hospital porque tenía una paciente (una niña de 2 meses) que estaba grave y tenía que dar instrucciones sobre su tratamiento al personal de guardia y aprovechar ver a otros enfermos hospitalizados por si había problemas. Una vez terminado con la ronda y ya dispuesto a regresar a casa, el personal de guardia me pide que quieren hablar conmigo. Les hice entrar en mi despacho y comenzaron a contarme lo que ellos vivieron durante el día y es aquí donde empieza la segunda parte de la historia.

Empiezan diciendo que recibieron una “visita sospechosa” (de ahí el título) de una chica que vino preguntando por un médico guineano que trabaja aquí en el hospital y que venía por recomendación de la Cooperación Española en Guinea Ecuatorial e insistió en que la dieran mi número de teléfono o que la dijeran donde vivía yo. La enfermera de guardia me dijo que ante esta situación intentaron llamarme (y efectivamente lo hicieron, sólo que no tenía cobertura) para avisarme sobre la “visita” pero no pudo localizarme. Es más, cuando la enfermera la dijo que me iba a llamar y que ella espere, salió muy de prisa con el pretexto de que se iba a la Agencia para recuperar su equipaje y que volvería. Me cuentan las enfermeras que ella hablaba perfectamente el francés pero con acento gabonés, es decir que no era camerunesa. A partir de aquí empiezan las sospechas.

1. Me cruzo en el camino con un taxi al bordo del que viaja una chica. El taxista me hace señal para pararme y del interior de su coche sale una chica que se dirige a mí en español con un acento impecable. No se presenta ni me pregunta quién soy pero se contenta con explicarme que viene del hospital por un prurigo (una urgencia!) y que le ha dicho que el médico no trabaja los domingos razón por la que se va a la agencia para recuperar su equipaje para venir a quedarse en el hospital hasta el día siguiente. Nos despedimos amablemente.
2. Por imperativos laborales me voy al hospital por la tarde y no sólo que no me dicen que tengo una paciente recién ingresada, sino que me sorprenden con la información de que por la mañana vino una chica al hospital preguntando por un médico guineano por recomendación de no más y no menos que de la Cooperación Española en Guinea pero nada de enfermedad. Viene por recomendación de la CE en Guinea pero pide mi teléfono a las enfermeras así como la dirección de mi residencia.
3. Se cruza conmigo en el camino el taxista le dice que ahí viene el Doctor con el coche le hace parar, sale del coche y se dirige a mí en español y no me pregunta absolutamente nada ni me dice que buscaba al médico guineano por recomendación de la Cooperación Española en Guinea, sino que me cuenta que está enferma y que le gustaría ver a un médico y que se iba a la agencia para recuperar su equipaje para luego internarse al hospital hasta el día siguiente. Aquí todo el mundo me conoce, primero porque la ciudad es pequeña, segundo porque soy médico en el único hospital de referencia de toda la región y tercero porque soy guineano. Seguramente el taxista la dijo que era yo el médico y se paró para asegurarse y es por eso que inventó la historia del prurigo cuando en el hospital ya había dado otra versión a las enfermeras.
4. La extraña paciente no ha aparecido hasta hoy fecha lo que viene a confirmar que la aludida vino al hospital con una doble si no triple intención.
5. Ante esta situación, he movilizado mis antenas para recabar la información necesaria que podría conducir a tener una pista sobre la “guineana” en referencia. Una de las primeras informaciones apuntan que la extraña paciente puede tratarse de una de las tantas novias del Cónsul de Guinea, Manolín Mbela. Pues, éste tiene un chalet en la ciudad donde trabajo y el pasado fin de semana estuvo aquí y yo personalmente ví el coche del consulado aparcado en frente de su casa.
6. Recuerdo que soy una persona pública tanto como político que como profesional. Yo no me escondo de nadie ni de nada. Si alguien quiere verme que lo haga en enfrente y no inventando historias porque ellos mismos se ridiculizan ante propios y extraños. Estoy llevando una labor humanitaria de la que hasta los guineanos se disfrutan. Tengo pacientes en Guinea que han pasado por mi despacho y me llaman para agradecerme. Otros me traen regalos cuando vuelven a la revisión y esto lo que me reconforta y me anima a seguir trabajando en pro de la gente que necesitan ayuda y lo hago por vocación y con todo corazón. Soy ciudadano libre de este mundo y puedo vivir y trabajar donde me da la gana. Que me dejen tranquilo. Yo no tengo medios para construir o comprar una casa como la que tiene el cónsul de Guinea aquí en Kribi. Gano honestamente mi salario que me permite respirar tranquilamente. Tengo una profesión de la que me siento orgulloso. Yo tengo mis contactos y mis relaciones en este país y puedo asegurar que a cualquier intento de dañarme muchas cabezas caerán antes que la mía. Sigo investigando y si se descubre más cosas haré llegar el informe a personalidades de este país que pueden golpear fuerte. No tengo miedo a esas niñerías, a ese espionaje barato que no es otra cosa que la confirmación de los hechos que a diario denunciamos. Que nadie me salga diciendo que no es cierto lo que estoy diciendo porque desde que estoy aquí en Camerún no me ha pasado un caso igual y si ya empiezan a producirse es mejor que lo denuncie con todo vigor. En Guinea no le debo nada a nadie que se disfruten del país que heredaron de sus abuelos y que me dejen en paz. Yo me disfruto de mi trabajo y gano el pan con el sudor de mi frente. ¿Acaso esto es delito?


Fuente: LD

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos

Usuarios en linea: 2384


Noticias
Recientes

Síguenos en:

© Guinea-Ecuatorial.net (Nvo Zang Okenve 2004 - 2014) - Foro Solidario por Guinea. Todos los derechos reservados. email: info@guinea-ecuatorial.net