Antonio Machado ilustre poeta español apuntó que no fue la razón; sino la creencia en la razón, la que sustituyó en Grecia la creencia en los dioses, lo cierto fue que por primera vez, el mito de la razón ocupó el lugar que habitaban las razones del mito. Esta versión traducida en la sociedad guineana y en el imaginario colectivo guineano; podríamos afirmar que el logos todavía no ha remplazado al mito en Guinea Ecuatorial.
Tanto el renacimiento del intelectualismo guineano, los que lo exhiben y los que no; sobre todo los que hacen alarde constante de sus saberes, como la rígida capacidad de una gran parte del colectivo guineano de reconocer su error, de saber que su opinión es una opinión, valga la redundancia, que el pensamiento único es contrario al pensamiento democrático, que la contraestación de ideas es signo de madurez humana y democrática; que la verdad absoluta solo la tiene Dios, que la agresividad y la violencia no son hoy por hoy caminos para debatir y contrastar ideas. Todo esto, contradice claramente con la civilización, con la postmodernidad, con la ciencia moderna, con la democracia, con los valores democráticos y de nuestras culturas (Bubi, Fang, Ndowe, Bisio, Anobonesa, etc.).
El imaginario colectivo guineano, pone en tela de juicio todos los tópicos modernos y ensalza, una vez más, el insultar al adversario, como muestra del engreimiento, que soy ‘más hombre que otros cuando insulto’; es una traducción directa (FAM), ¡perdónenme que no es machismo!; reconocer el error y retractarse es cosa de ‘mujer’ (MINIGA), ¡vuelvan a perdonarme que no soy machista! Hablar con educación, respetar al otro, demostrar las buenas maneras es cosa de los ‘blancos’ (NTANGAN), ¡discúlpenme que no soy racista!; tener un pensamiento ecléctico es sinónimo de traición, o estás con nosotros o estás en contra de nosotros; espero que el indulgente lector que me lea sabrá dispensarme de no ser un político, sólo me ampara el derecho de emitir mi voto y elegir en conciencia a quién sus ideas me dan más realismo y sobre ello poder opinar
El imaginario colectivo guineano también pone en entredicho la democracia, los valores democráticos cuando ensalza la virtud de la representación sobre lo representado, es decir, es más importante hablar de democracia y piropear el nombre de la democracia en todas las esferas; mientras ostensiblemente postramos los valores democráticos esenciales. Aquí en esta página ‘democrática’ algunos mandan silenciar ciertas opiniones. Si no aceptamos la LIBERTAD de expresión, si los que no opinan igual que los políticos que están en exilio, son insultados y amenazados en negarles publicar sus opiniones ¿Qué diferencias existe ésta práctica con la dictadura guineana la que critican día y noche? ¿No es exactamente lo que hace el régimen de Malabo? Creo sinceramente que Obiang ya insulta menos que la oposición guineana.
El imaginario colectivo guineano ensalza lo virtual sobre lo que tiene por real. Algunos que viven en exilio, Dios quiera que regresen felices a Guinea Ecuatorial, viven de lo virtual sobre lo real, es decir, niegan obcecadamente entender que en Guinea Ecuatorial algo se mueve, algo cambia, y ese negativismo deja a la oposición en el exilio cada día fuera de la contienda. Cuando se niega la realidad, se niega los DERECHOS CIVILES: el cambio, la libertad de pensamiento, la libertad de expresión oral y escrita, el respeto a las confesiones religiosas, etc. y todo gobierno democrático o la oposición democrática, ha de cuidar estos valores de la democracia. Cuando se niega también los DERECHOS POLÍTICOS Y SOCIALES, se está negando la tolerancia, la igualdad, la solidaridad la subsidiariedad, el bien común, la justicia, la legitimidad, el consenso, la representación, que son entre otras, principios y valores de la democracia. ¿Cómo es posible que los demócratas hagan oídos sordos a los elementos que los definen? ¿Demócratas de día o monstruos de noche?
El imaginario colectivo, se puede entender; ya que es un concepto en estudio, como imágenes que exteriorizamos y en base a las cuales miramos, clasificamos y reproducimos nuestro entorno, son importantes porque regula el modo de ser de una sociedad colectiva. Guinea y los guineanos como sociedad, vive también de éste imaginario colectivo él cual he puesto algunas pinceladas al comienzo de este artículo.
Una parte de cómo piensan y reproducen las imágenes los guineanos se percibe con mucha claridad en esta página Web guinea-ecuatorial.net, habría que agradecer, en primer lugar, ese medio por ofrecernos un espacio para opinar. No he de extrañar que tengamos nuestra peculiar manera ‘guineana’ de ajustar nuestras imágenes mentales al mundo natural y deseamos someter a todo a nuestros criterios. El ejemplo mas claro de la lucha y la construcción de un imaginario colectivo lo ha constituido el proceso democrático en Guinea Ecuatorial, oportunismos, falta de seriedad y de organización, mucho ruido, exhibicionismos, falta de compromiso real, falta de una entrega total sobre la causa guineana. Por eso no me extraña que algunos diseñen un modo de vivir bien, tener 10 trajes de Emidio Tucci ¡Qué valores! Y que para leer entre línea no sean capaces de medir las palabras sino los reglones escritos.
Seguiré reflexionando
Fuente: Misisim