Un gran pensador del siglo pasado afirmaba que todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas. Añadiría que la ignorancia se vuelve licenciosa, cuando trata de omitir o aplicar la ley del hielo, a valores tan elementales como los valores objetivos de la realidad social, los valores socialmente instituidos, los valores de la conciencia. Dentro de estos grandes ámbitos, el ser humano debe actuar con libertad, responsabilidad, verdad y justicia. Cosa que hoy en Guinea está muy lejos de que ocurra.

Aplicar este protocolo a la sociedad guineana es una obra faraónica, porque no resulta fácil, a uno encontrar realmente herramientas que puedan erradicar estos modos habituales de obrar o proceder guineano, ya muy extendidos y establecidos como preceptos, los cuales los guineanos asumen parsimoniosamente como ‘normales’.

Estas costumbres, usos y rutinas, persiguen al guineano como el sonido al canto, el olor a la podredumbre, el día a la noche, el fuego al calor. Y el guineano lo tiene tan asumido como la carne se adjudica al esqueleto.

La culpa la tiene el de siempre, la dictadura y al que ignora la democracia para apropiarse del poder absoluto con todos sus elementos nocivos. Porque entre otras cosas, los regímenes dictatoriales acaban creando sociedades oprimidas.

El flexible lector me va a permitir bosquejarles estas características opresivas que acompañan al guineano de Malabo, Bata y los conurbanos de la república bananera, que viven en la opresión per secula seculorum. Estos guineanos que viven una dualidad existencial, es decir, ellos oprimidos por el gran jefe (nkoukouma) y su cohorte familiar, quieren ganar sinecuras con buenas actuaciones ofreciéndole las herederas a otros herederos de la familia del gran jefe.

No un progenitor normal, con una constitución psíquica equilibrada y emocionalmente íntegra, puede ofrecer nupcias al “patrón” hombres sin ningún escrúpulo ético para tener en consideración una vida en pareja.

No nos importa tanto la situación tan surrealista que el malogrado padre haya inventado; sino la regla de juego que está detrás; buscar honores y prestigio, ignorar los valores del amor, felicidad en el matrimonio, procreación, salud, a la postre de encarcelar a la hija en un mundo infeliz sin saber cuanto tiempo le iba a durar esta condena. Estos oprimidos son los que, al mismo tiempo quieren recibir galones para, siendo oprimidos, se delatan en opresores. Esta dualidad existencial, conduce a una actitud fatalista y se confunde el destino, por los medios y a seres humanos por dioses convirtiéndolos en ‘padres’ de todo lo que respira y susurra en Guinea Ecuatorial y todos quieren ser amigo de alguien influyente de la familia o de la región, aunque tenga embriagado en sus zarpas la sangre de tantos inocentes; da igual, siempre que sea el padrino de mi hijo, el padrino de mi boda, mi yerno, mi padrastros, mi madrastra, mi padre político, mi amigo, mi suegro o suegra. Y si tal categoría pareciese tener peliagudo acceso, caben los ASHOs y los MAHOs para finiquitar la escalada a ninguna parte.

Y yo me pregunto ¿Qué ganan aquellos que se casan con mujeres o varones de akoakam o de Mongomo?, reconozco que una bestia igual no puede asomarse en mi hogar. Para hacerse con un carguito en la maltrecha administración y vivir en el sempiterno mundo de la esclavitud, sin capacidad de autonomía ni de crecimiento, mejor estar así. Es propio de personas con una falta de temple, genio e idiosincrasia; personas instrumentales movidos por los vaivenes y del oportunismo de cada momento, son los TREPAS, aquellos que buscan esta vida fácil.

A los y las Esangui, Dios los tiene bendecido para encontrar marido o esposa cuando su adrenalina matrimonial lo demande, ahí estarán los simplones de toda la vida para hacerse con los servicios. ¿Qué harán cuando los Esangui ya no gobiernen guinea? Bueno su instinto oportunista y prevaricador le ofrecerá otros métodos secuaces.

Este dualismo también conduce a una aceptación del orden de los opresores muy llamativo y a veces defienden, incluso atacando horizontalmente a otros y no cabe duda que estas actitudes tocan el iceberg cuando en su mayoría tienden a admirar e imitar al opresor y a sus formas de vida. Guinea está minado de dictadorzuelos, y las fiestas de cumpleaños bautizos, bodas, aniversarios, son un calco de todo cuanto se realiza en Ńgohete; desde Malabo hasta Anvam y desde el gran jefe hasta el más lerdo y cretino de la república, los hábitos son escrupulosamente imitados y compartidos y ordenadamente ejecutados.

Ciertamente, ser no es tener medios materiales; pero esta distinción dialéctica materialista esta cayendo en un saco roto en la oprimida sociedad guineana. El oprimido tiene que liberarse psicológicamente para no convertirse en opresor por la identificación de forma tipificada con los modos y las formas tan anormales, que no son ningún ejemplo a seguir.

Siempre hay un miedo a asumir la libertad y los guineanos de la opresión, exceptuando a los del exilio han renunciando escandalosamente un valor tan sublime como la libertad; para entenderla como lo que UNO otorga y deja de otorgar y otros asumen sin rechistar, como algo que emana de uno y se permite a los otros. Llegando a confundir actos de egoísmo, avaricia y mezquindad con actos de generosidad, beneficio dádiva hacía los oprimidos.

Lo que nos hacen pensar que son actos de generosidad hacía los oprimidos, muchas veces no lo son, por el contrario, partiendo de los interés egoístas de los opresores, egoísmo camuflado de falsa generosidad, hacen de los oprimidos objeto de su falso humanitarismo. Un ejemplo lo hemos vividos la semana pasada, en el caso Haití; siendo unos de los países más empobrecidos del mundo, su nivel educativo supera el de Guinea Ecuatorial, y es un país democrático comparado con Guinea. Donde acabamos de enviar 3 millones de $ para ‘ayudar’; dicho sea de paso, no estoy en contra de las ayudas al pueblo damnificado de Haití; estoy en contra de la opresión y de la manipulación, vete tú a saber hasta dónde llega esta verdad de los hechos.

Los 40 años que llevamos de dictaduras, la catástrofe humanitaria que sufre Guinea Ecuatorial supera con creces la de los haitianos, pero la tasa de mortalidad infantil asciende 83,75 muertes/1.000 nacimientos, por poner un ejemplo. Mientras enviamos 3 $ millones a Haití, las financiaciones para equipar el hospital de Bata tienen que proceder de Logroño, y el ayuntamiento de ONTIVENT (Valencia) nos tienen que enviar unas destartaladas ambulancias. Paradojas de la vida, incompresibles; tercer productor de petróleo en África Subsahariana, 3 millones de dólares hoy para Haití y ayer para el pueblo Cubano, regalos y más regalos y los guineanos que esperen un Sunami (que Dios no lo quiera) para recibir una generosidad de sus gobernantes.

A éstos hay que hacerles honores, quién es el ‘guapo’ que ponga en tela de juicio esos desórdenes morales ni que cuestione los métodos escabrosos que éste grupo de satanás están utilizando para seguir oprimiendo a la sociedad guineana, que está más dado a los placeres mundanos que a cuestionamientos ontológicos de su verdadera existencia.

Los homosexuales guineanos tendrán que rezar a la virgen de los dolores para que el heredero se declare públicamente que es gay y no quiere contraer matrimonio ni con DODO ni con una mezcla de RH ruso;, así pueda haber una ley que regularice la homosexualidad en Guinea Ecuatorial, o por lo menos puedan salir en las plazas de Bata y Malabo panderetas en mano para celebrar el día del orgullo gay, sin que sean escarmentados.

Todo depende de arriba, de Ngohete; si ellos son porqué nosotros no somos, en la medida justa de la contingencia, sin que el efecto supere la causa, todo bien medido; así tener dos mujeres e infinidad de amantes en todos los puertos no acarea ni sanción ni peligro, practicar la pederastia tampoco, ni mucho menos sustraer o robar colosales cantidades de dinero en la administración, lo que en términos procedentes se denominan corrupción a toda regla. El mal juego está en que algunos se hacen más papistas que el papa y acaban cayendo en desgracia.

Esta es Guinea Ecuatorial y aquello con que se aferran, la cancerosa dictadura que está ocasionando erosión de los valores morales, cristianas y tradicionales convirtiéndoles en una sociedad que está en la UVI/UCI que requiere atención especializada y una atención continuada que parece brillar en éste momento por su ausencia.





Fuente: Propia

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