La Soledad de los Autócratas
La Secretaria General de Unión Popular les invita a reflexionar sobre el comentario hecho por Jean-Baptiste Placca, periodista africano, analista del espacio Realidades Geopolíticas en África el 21 de octubre de 2010, en RFI.
Lo perverso del dictador Obiang Nquema se ha dejado percibir desde la lejanía del mismo pueblo sufrido y le ha infligido una gran vergüenza ante la comunidad internacional cuando intentaba lavar su imagen gastando el dinero para corromper a la UNESCO, en lugar de destinarlo para solucionar los problemas más elementales que azotan al sufrido pueblo de Guinea Ecuatorial.
Esta Secretaria General aprovecha la ocasión para felicitar a la UNESCO por ésta medida humanitaria tomada contra el déspota, ya que ésta viene dándose cuenta de que la riqueza Nacional de Guinea está siendo utilizada para fines personales del dictador, en vez de ser utilizarla para la solución de los problemas de Guinea Ecuatorial.
LA SOLEDAD DE LOS AUTOCRATAS
Si no es una humillación, es un estrepitoso fracaso al menos. El consejo ejecutivo de la UNESCO ha decidido, este jueves 21 de octubre, suspender la atribución del premio Obiang Nguema para las Ciencias de la Vida.
Un fracaso cuyas heridas y contusiones definirán por mucho tiempo la diplomacia guneoecuatoriana, que con todo ha sobresalido a nivel subregional, estos últimos meses, con la obtención, en particular, del puesto de Gobernador del Banco de los Estados del África Central.
A su costa, el Presidente Obiang Nguema ha aprendido que hay cosas que no se pueden comprar. Como la gloria, la respetabilidad, la inmortalidad.
¿Quién le hizo creer que podría conquistar un puesto en la Historia, con sólo poniendo algunos millones de dólares para un precio que lleve su nombre, y patrocinado por la UNESCO? ¿Quién le hizo creer que con un poco de dinero del petróleo, podría hacer olvidar las prácticas políticas violentas, las ejecuciones arbitrarias y otros procesos inicuos que hacen la (mala) reputación de su régimen annte los activistas de los derechos humanos? ¿Quién le hizo creer que podría limpiar su blasón deslustrado, y cubrirse incluso con honores sin tener que cambiar sus métodos? A la hora del balance, el Presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo debe admitir buenamente que le han engañado y que han abusado de su credulidad, halagando su ego.
Ahora, incluso los que ignoraban hasta la existencia de este pequeño Estado petrolífero del África central, saben desde ahora que Guinea Ecuatorial está dirigido por un hombre a quien las Organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos, al unísono, consideran un dictador corrupto. Esta muy mala reputación es justo lo contrario del objetivo perseguido. Esto se llama efecto perverso.
No le queda alternativa al Presidente de Guinea Ecuatorial que ser discreto, evitar la insistencia y no volver de nuevo al asunto. Pero para eso, es necesario que haya, en su entorno, personas suficientemente valientes y honestas que le hagan comprender que persistir sobre el caso podría valerle otras molestias. Para explicarle que podría conquistar más fácilmente el respeto del mundo respetando simplemente a su pueblo, evitando la arbitrariedad, haciendo un mejor uso de la riqueza nacional.
Pero si de verdad es el dictador que describen sus detractores, nos tememos que estas personas valientes y honestas que pueden salvarle la posición, no abundan en su entorno. Es lo que se llama la soledad de los autócratas.
Por Jean-Bautiste Placca
Fuente: Jean-Bautiste Placca, Radio France International