En el mundo de la información, o lo que se conoce como periodismo, lo atrayente y sugestivo es una cosa y lo importante y significativo es otra. No siempre coinciden las dos cosas. Estos días estoy recordando con un poco de morriña la inolvidable Rafi de la Torre respetable y esmerada y no menos puntiaguda observadora de la realidad grotesca, cómica y burlesca de nuestro país Guinea Ecuatorial. Si Rafi de la Torre estuviese todavía con su “Diario Hablado para Guinea Ecuatorial” de la Radio Exterior de España, a buen seguro, estaríamos gozando ya de la democracia en Guinea Ecuatorial. No es un encomio; la descripción pormenorizada que realizaba de la concatenación de hechos, día a día con la que nos sorprendía y nos hacía sacudir los miedos e iba levantando conciencia de libertad, prometía un cambio inminente. Todos los guineanos de uso de razón escuchaban la REE de la voz de aquella incombustible mujer.

El dictador fue más sagaz y astuto y prostituyó a la Radio Exterior de España y al gobierno español y hoy ningún guineano la escucha. Lo que queda del imaginario colectivo del pueblo guineano es el agradecimiento a una mujer que se adjudicó la meritoria tarea de hacer feliz a los desenredados de la tierra guineana, elevar su voz a los cuatro continentes, denunciar sus padecimientos y velar por la igualdad de los guineanos sean bubis, fang, combes, annoboneses. Sufrió una ataque indescriptible el día que evidenció los modelos erráticos de la política Española hacía Guinea Ecuatorial; el anuncio de un matrimonio contradictorio. Como consecuencia de este matrimonio democracia-dictadura, se cerró el espacio radiofónico que tantos ánimos y rebelión de conciencia despertaba en los guineanos y tanto dolor de cabeza y preocupación daba al dictador.

Además de las consabidas contradicciones que se escuchan, se sabe que los acuerdos petrolíferos de los que España todavía no goza de nada, eran la contrapartida del jugoso juego engañoso que la dictadura ofrecía al gobierno español. España optó por comer de las migajas que caían del avaricioso Epulón y seguir tocando eternamente su desafinada guitarra con la canción racista de “Yo soy aquél negrito del África tropical que cultivando cantaba la canción de cola cao, y cómo verán ustedes les voy a relatar las múltiples cualidades de este producto sin par” sólo le queda eso, “un producto sin par” y ya no es Cacao, sino algo más, petróleo. Un país que ellos diseñaron a la medida de las ambiciones y que sus negritos sin ningún capacidad de rechistar bailaban y siguen bailando al son de sus hacendados. Esta nación o nación de naciones llamada España, que sólo queda lo negativo en el imaginario colectivo guineano, siempre genera insensateces propio de un Estado que no sabe, qué es Guinea y los guineanos para España y qué es España y los españoles para Guinea.

Ni siquiera España siente afecto hacía un pueblo, que por muy negrito que sea, ha conservado su lengua y su cultura, cuando ellos han tenido varias posibilidades de pasar a ser la nueva Filipinas. Quizás Guinea Ecuatorial le está pidiendo demasiado a una generación de españoles que le pesa la historia de forma violentamente aguda y que no tienen nada más que aportar. En ese caso, sí lo entiendo, porque España no es Gran Bretaña, ni es Francia para entendernos. Desconozco, eso sí, la política de España hacía Guinea, pero colijo que su pretensión es jugar siempre al despiste con los guineanos y sacar dinero al último tonto de turno.

Sin embargo, al mismo tiempo que España destronaba a Rafi de La Torre y cerraba a cal y canto su emisora de Radio, muchos guineanos sufrían asesinatos y torturas en las cárceles, sin que esa aquella voz melodiosa, que gritaba a los cuatros vientos y denunciaba esa obscena injusticia, que sonaba cada las cinco de la tarde con “Radio Exterior de España en su diario hablado para Guinea Ecuatorial; -“Estas son las noticias que podrán escuchar ustedes…” mientras la música de la Película misión sonaba simultáneamente”-, que sus fragores siguen golpeando algunas conciencias y despertando nostalgia a sus adictos más recalcitrantes, pueda volver hacerlo.

De un tiempo para otro resurgió como una tenue luz en la oscuridad de la información guineana, los sublimes relatos y narraciones de María Giménez Raso “Mbo Oba” a quién todos los guineanos con acceso a internet leíamos apasionadamente. Hoy la sociedad guineana se queda otra vez huérfana de sus ilustres personajes. ¿Qué ha podido llevar a un narrador y cronista considerado como referente nacional, a un potente escritor, a un excelente comunicador a renunciar lentamente a fuego lento ante los esfuerzo creados, su creatividad, su excelencia narrativa a dejar de golpear la conciencia de la dictadura más inmoral del mundo?. La caída al vacío de María Gimenez Raso “Mbo Oba” guarda un aire de semejanza con la súbita caída de Rafi de la Torre, bien justificada por el Gobierno Español. Los guineanos que íbamos corriendo a abrir www.guineaecuatorial.net (la web donde siempre escribía), hemos visto obligado a regresar por la senda de la morriña, de la melancolía y de la desesperación; nos cuentan que en Guinea, algunos imprimían sus noticias y se las vendía en el mercado de Mindoasi (Bata), otros nos cuentan que tenían muchos lectores hasta dentro de la mismísima presidencia.

No sé yo si ha bastado el empuje del los bárbaros de la dictadura para que los dueños y aquellos que escribimos en la pagina Guinea Ecuatorial.net, la que más leen los guineanos, entre en el desmembramiento y desaparezca uno de sus ilustres cronista. Mbo oba, con su excelente manera de redactar las noticias, la veracidad y el anticipo de las mismas, había conquistado a todos los guineanos y aquellos que apostaban por este país. Nos sorprende desgraciadamente su renuncia. ¿Se ha acabado la dictadura y se han cesado los atropellos que infringía a la población que él denunciaba día tras días? ¡Cuántas veces, en un encuentro entre guineanos los comentarios eran sobre lo escrito por Mbo Oba! ¿Dónde está? ¿Por qué ese abandono a informar a los guineanos? Sinceramente el declive de María Gimenez Raso, se produce en un momento inoportuno de mucha incredulidad del ensimismado pueblo guineano que pasa meses sin saber realmente qué pasa en Ngohete (la mansión de la dictadura) a quién han detenido y ha quién han torturado y van torturar.

Advertimos el peligro que se corre cuando los caminos para combatir la dictadura se truncan con pasmosa facilidad, sin saber el por qué. La cobertura informativa que disponía mbo oba, no será sustituida por nadie jamás.
Así se han desfilado a Guinea Ecuatorial, las voces críticas de la dictadura, lo que se preveía como un proceso de recuperación, después del juego sucio de la Radio Exterior de España, se está cayendo poco a poco a un desnivel demasiado peligroso, por los unicornios invasores que llegan a España en momentos estivales a pagar a opositores unificándolos al alarmante poderío de la dictadura que ya es una multinacional.

Muchas voces, ante la perplejidad, afirman que el tal “Mbo Oba” ya está formando parte en la dictadura, otros dicen que los esbirros de la dictadura que siempre pasan por Madrid, le flanquearon y le ofrecieron billetes a tutiplen, a base de silenciar su voz que sonaba con esmero en las paginas de Guinea Ecuatorial.net, no sé cual es la verdadera versión, ni me interesa.

Pero lo que me preocupa, caso de que sea verdad todas estas suposiciones, es que pueda sacar la conclusión de que, ya no hace falta ser un apasionado en la lucha política guineana, puesto que la dictadura se ha extendido de tal manera que cualquier crítico de la misma, la asume hasta la desazón. Guinea y los guineanos se quedan otra vez sin ningún referente, sin nadie más que conserva posiciones moderadas o extremas.

Inmovilizadas estas iniciativa de lucha contra la dictadura, se cuestiona ahora la capacidad de que se produzca un cambio democrático en Guinea Ecuatorial sin que sea un nuevo milagro de nuestra señora de Lourdes. Nadie duda, de las consecuencias que producían las informaciones que nos trasmitía tanto Rafi de la Torre como Mbo Oba, y los entendidos conocen muy bien el poder del cambio que tiene los medios de comunicación social.

No quiero ser quién culpe a nadie de haber tomado la decisión, aparentemente respetuosa de desenchufar una máquina de información que suministraba pesquisas, advertía las circunstancias y denunciaba miles de monstruosidades cometidas por la dictadura, en resumidas cuentas, daba mucho dolor de cabeza a la dictadura y muchos ánimos a los guineanos. Este gesto, para mí desafortunado de dejar de suministrar esa valiosa información a la opinión pública nacional e internacional, beneficia sólo a la dictadura y a sus intereses. Si es la contrapartida la razón del abandono, no espero que Mbo Oba me responda, sólo que en mi incredulidad, me seguiré viviendo con la mala fortuna que acompaña a este país Guinea Ecuatorial, y la forma en que las dos fuerzas informativas de lucha se han desvanecido


Fuente: propia

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