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Los que defienden a Nguema Obiang. Si quiere ser creible, que funde su propio partido publicado por: Crispin Mba el 22/08/2011 21:26:31 CET
No es nada fácil reflexionar sobre la realidad política, social, económica, cultural y religiosa de Guinea Ecuatorial. En Guinea Ecuatorial, realmente se escribe poco, se lee menos y el pensamiento es escaso, aunque algo se ha avanzado en estos últimos años. Eso no significa que en Guinea Ecuatorial no haya gente cualificada intelectualmente, que los hay, y bastante. Es, a mi modo de ver debido a la desidia intelectual, la falta de tiempo y espacio para las deliberaciones intelectuales, falto de una actitud crítica a la vida, una visión social limitada y sesgada, poca lectura, medios de comunicación social bastantes sandios, demasiada cantidad de problemas por resolver, un estilo de vida que no ayuda al silencio y al recogimiento, el exilio forzado de muchos intelectuales, pero sobre todo, por el miedo a opinar para no ser tenido por opositor o enemigo del gobierno.
Esa falta de pensamiento libre y objetivo, ha creado una pequeña opera en el imaginario colectivo guineano que se denomina “alabanza”, hay que alabar hasta cuando lapidas y asesina a tu paisano. Por eso, sólo hay que ensalzar y enaltecer el poco bien que forjas y relegar o postergar los innumerables males que realizas, por muy dañinos que sean para la gente; o dicho de otro modo, en Guinea Ecuatorial depende mucho quién infringe el mal y a quién. De hecho, los defensores del gobierno, en este caso al “joven ministro” Nguema Obiang, el más laureado de la dictadura, no sólo se juegan con la verdad, sino que se niegan a una visión mínimamente crítica de la realidad.
Están en su justa labor de defender a sus dirigentes, pero déjennos en la nuestra de disentir. Sé buenamente que les viene como el pie al calzado, el populismo del Señor Nguema Obiang. Para mí, en particular, no es de mi gusto aquel que cree que Guinea vive inevitablemente por los caprichos y criminales inventos de la dictadura guineana, una dictadura que no sabe cómo gobernar un país. Se impulsa alguna que otra ocurrencia tramposa sólo para intentar burlarse de la inteligencia y engañar a los papafritas: que si inversiones a la agricultura, juguetes a los niños de guinea, chapas de zing a los pobres, 2 millones de Franco CFA a los estudiantes de no sé dónde y un sin fin de iniciativas que en realidad no son más que una treta para deshacerse de los miles y millones del dinero de los propios guineanos, que en condiciones normales se les deberían repartir dentro de los parámetro de un estado razonable.
No quiero preguntar ¿Cómo se ha hecho rico el “futuro salvador” de Guinea, porque todos lo sabemos, lo único que me gustaría preguntarle a sus defensores, es si realmente lo que le falta a los niños de Guinea Ecuatorial son los juguetes, si a los famélicos guineanos que baten su existencia por menos de un dólar al día les apresura tanto las chapas de zinc, o esos 10 becarios guineanos perdidos a su suerte en algún país del mundo mundial, les conviene una ayuda puntal de 400 €.
A pesar, de esta actitud aparentemente “loable”, hemos asistido últimamente en cómo el nuevo ‘salvador’ ha mandado a encarcelar, reprimir, destruir las casa y usurpar los terrenos a sus propios ciudadanos, uno de los horrores colectivos más enormes de la historia reciente de Guinea Ecuatorial es la reciente noticia aparecida en esta web.
Hay una obsesión descontrolada, de casi todos los PDgistas y los pro Nguema Obiang, casi enfermiza, de querer defenderlo todo, con tal de caer bien, importa menos la honradez. Pertenecer al PDGE, Asho, MAO, Antorcha u otras innumerables asociaciones que posee la dictadura va significando para muchos, ser mentiroso, sectario, agresivo, acrítico, e inconsciente en términos de conciencia ideológica. Se va camuflando la idea de que en Guinea Ecuatorial no hay un mal, y si lo hay, nace del que lo sufre, nadie es culpable de nada, por tanto no hay que culpar a las personas que comenten esos delitos. Se sigue con ese modo de pensar que la violación de una ley, no es culpa de quien lo viola, sino de la victima.
Un presidente de Guinea Ecuatorial, no tiene porque saber hablar español en un país donde la lengua oficial es el español, nos acaba de afirma uno de estos iluminados del PDGE que se atreven a opinar. Le vale chapurrear el inglés y el francés, porque según estos defensores, son dos lenguas importantes más que el español; con esa regla de tres, un profesor en una clase, un sacerdote en una celebración eucarística, un periodista en una emisora de radio o TV, puede utilizar aleatoriamente cualquier lengua en la que se desenvuelve mejor. Esta es Guinea Ecuatorial, la torre de Babel. La conclusión es clara, en Guinea ecuatorial no importa la población, importa Obiang y su Hijo.
Uno de los forofos defensores de Nguema está convencidos de que Guinea ya es una democracia, pero una democracia en la que es “una realidad incontestable” que Nguema sea futuro presidente de Guinea Ecuatorial, sin la necesidad de “aceptación de todos”. No podemos dudar que forma parte de la grey, que siente una secreta admiración a la dictadura, lo que nadie, con un mínimo de sentido común no digamos inteligencia aceptaría es que eso sea democracia. La ansiedad por defender esa maligna voluntad, se clasifica dentro de una rúbrica: “la democracia no es gobierno del pueblo y para el pueblo, sino gobierno de la voluntad de Obiang y su hijo Teodorín”. No es nada fácil para los esbirros de la dictadura superar este síndrome permanente de perversidad.
Si es cierto que el Sr Nguema convirtió su despacho del ministerio de Agricultura y Bosques en un pequeño tribunal, donde resolvía los problemas de salud de la gente, del trabajo, de educación, impulsaba obras sociales, arreglaba asuntos del trasporte público, ayudas familiares; esto implica que, los ministros de Sanidad, de educación, de transporte, de justicia y culto, de trabajo y asuntos sociales, de obras públicas de estos ministerios deberían dimitir, junto con su padre, que es el que nombra a esos ministros y los sostiene. Es difícil explicarle a un gabonés o a un paquistaní, que el ministro de agricultura y bosques, es el que resuelve los problemas sociales, de salud, de trabajo, de educación, de transporte en Guinea Ecuatorial. En la lógica del pensamiento real, me falta argumentos para sostener y explicar esa hipótesis.
Un modo de pensamiento errónea de uno de estos tontos útiles sostiene que “para nuestras sociedades, no solo basta que uno sepa mucha de la teoría democrática aprendida en Madrid” en realidad no sabemos de qué sociedad habla, supongo que la guineana. No quiero ser arrogante ni englobar a todos en el mismo saco, pero que me disculpe ese señor de nombre Santos Oba Mba o como se llame, soy guineano y me gustaría que quién me vaya a gobernar en el futuro sepa qué son LOS DERECHOS HUMANOS, cuándo se proclamó, cuales son y qué es la DEMOCRACIA y que se exprese en español que es la lengua que hablamos todos ya sabrá hablar el lenguaje de los ángeles mucho más importante que el español, eso me tiene sin cuidado y es más, el derecho a la vida, al pensamiento, no se aprende en Madrid. Como guineano nadie me pide que sepa mejor lo que ocurre en china, en la india o Sra Lanka, sino aquello que pasa en Guinea Ecuatorial.
Mi desencanto está lleno de honestidad, que permite cuestionar esos dogmas intocables de la dictadura. No me vale que alguien como Nguema en su condición de ministro, hijo de Obiang, con todo lo que tiene: dinero, mujeres, bienes, poder absoluto, pueda aglutinar a cuantas personas quisiera y muchos de ellas amenazadas. Es una insensatez poner como modelo de crítico a Nguema Obiang, critica sabiendo que después de su padre está él, en un momento en que el padre empieza a deberle muchos favores.
Si lo que algunos nos quieren trasmitir es que el trasiego ideológico de los pro Nguema Obiang, supone una caída estrepitosa de la dictadura y la censura del antiguo régimen, Teodoro Nguema Obiang tendría que fundar un partido político y desmarcarse totalmente de la política de su padre, para que pueda ser creíble, mientras tanto sigamos luchando con el mismo perro con distinto collar. Pensar que Nguema Obiang es una alternativa política en Guinea Ecuatorial es un lujo que sólo pueden permitirse los fanáticos, los hipócritas, los idiotas, los imbéciles y los ingenuos incurables. Los demás debemos enfrentarnos a la realidad con todas sus consecuencias.
Fuente: propia
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