Mis hermanos y compatriotas, de nuevo Obiang, planea darnos en toda la testa a los guineanos con tal de complacer a la comunidad internacional lavando la cara de su persona y régimen de larguísima y lamentable, cruel trayectoria. Ahora resulta que va a convocarnos a un referéndum para dejar en su puesto a su vago y maleante hijo, Teodorín, el patrón, el que reparte indistintamente migajas del dinero que se nos roba o chapas de cinc a una población que es incapaz de reaccionar a causa del miedo, sobre todo, del miedo.
Si siempre he pedido, haciéndome eco del sentir de otros muchos guineanos en la diáspora, abstención en las fraudulentas convocatorias electorales Obianganeras, hoy, elevo mi voz a todos mis hermanos en el país, para que no acudan a dicho referéndum. Sería como firmar nuestra sentencia de cadena perpetua en las garras de la familia que tantas pesadumbres nos ha ocasionado desde el golpe de estado del 3 de agosto de 1.979.
Obiang no cambiará y todos estos años que ostenta el poder de forma ilegítima e ilegal, nos lo ha demostrado. Es un dictador de la peor calaña y hará cualquier cosa con tal de mantenerse o perpetuar su cruel régimen. Ahora nos viene, como nos temíamos, a proponer a su hijo como futuro presidente. ¿Vamos nosotros, con nuestro voto, a refrendar tamaño perjuicio para nuestra libertad y derechos?
Ningún guineano debe aceptar la limosna del Teodorin. Lo que hemos de exigirle es que se vayan de Guinea cuanto antes él, su padre, sus chapas, su familia y todo lo que huela al clan de Mongomo.
Pongamos freno a las crueles demencias de este clan al mismo tiempo que a nuestros miedos. Guinea siempre estará mejor, sin este conjunto de ineptos, de ladrones, de asesinos, detractores de todo lo bueno a lo que aspiramos y deseamos conseguir. Sin Obiang y sus cómplices, Guinea, será un país próspero donde todos nosotros nos esforzaremos en reconstruirlo eliminando las malas semillas que fueron brotando en los tiempos Obianganeros. Lo haremos de manera incruenta; con la Ley, con la nueva Constitución elaborada desde el consenso de todos los actores políticos, sociales, económicos.
En la actualidad, con Obiang, esto no es posible. Cualquier iniciativa que parta del dictador en vez de garantizarnos derechos, nos los quita, como venimos padeciendo. Además, a pesar de ”dictar” leyes por doquier, no cumple ni hace cumplir ninguna de ellas. Obiang, conculca las leyes en Guinea y lo viene haciendo desde hace treinta y tantos años. No olvidemos que antes de hacerse con el poder, en tiempos de su tío Macías, ya cometía grandes violaciones hacia nosotros, hacia las leyes.
Ya es momento de poner el reloj de arena en marcha para marcar el final de tanta agonía en el país que es como decir el final de la era lamentable y luctuosa de Obiang.
Valor, hermanos. Desterremos el miedo. Los dictadores son cobardes como han demostrado los tres que han sido derrocados últimamente en nuestro continente. No le pongamos fácil a nuestro verdugo la nueva trampa que nos tiende. Resistamos. La resistencia es, por el momento, la única arma que poseemos. ¡No más fraudes!
NOTA: Los que se han unido (vendido) al dictador en su gira para explicar el nuevo fraude de cambios obianganeros, que sepan que una vez se consiga el cambio sin Obiang (que se conseguirá) tendrán que rendir cuentas ante el pueblo guineano. Será la Justicia la que imponga la sentencia que merecen.
Por otro lado, hay que cuidar mucho en estos dias que vivimos que el partido Unión Popular, no se contamine con estas ratas de alcantarilla, oportunistas, analfabetos, que como el grupillo encabezado por Genoveva Nchama, persuadida por el sinverguenza de Tomás Mecheba, al parecer, ha pretendido poner en tela de juicio la honorabilidad y las raices democráticas presentes e inherentes en este gran partido, Unión Popular, adhiriendose a las falsas reformas que dice va a iniciar nuestro mayor enemigo: Obiang.
Y otro más: la comunidad internacional debe tener en cuenta y asumir, su grave responsabilidad en la permanencia de la dictadura cruel en nuestro país, así como la cobertura y asesoramiento que brinda al dictador de Guinea para realizar los diferentes fraudes contra la democracia y los derechos humanos de los guineanos. La posición de España es lamentable.
Fuente: Propia