¿ESTAMOS ENCAMINADOS HACIA LA DEMOCRACIA? II
José Luis Nvumba Mañana.
INDUDABLEMENTE, ¡pues claro que estamos encaminados hacia la futura convivencia en un sistema en que imperen la Justicia y los Derechos individuales y colectivos!.
Una cosa es que nuestra sociedad se halle muy desestructurada, casi destruida, y las personas estigmatizadas, por las prácticas victimizantes, denigrantes y coercitivas del pasado y las aún más vergonzosas y vergonzantes del insoportable presente y otra, negarnos, ¿por tiempo ilimitado?, la capacidad de vivir en libertad, como si no fuéramos unos seres humanos, dotados de razón, nacidos con unos derechos inherentes a esta condición.
Sólo hemos de remitirnos a la aún reciente experiencia española. Franco antes de morir creía haberlo dejado todo atado y bien atado y sus seguidores, los franquistas, no tenían empacho en afirmar que el español no estaba preparado para vivir en libertad y democracia. Tampoco podemos olvidar a los mismos agoreros que afirmaban que la democracia supondría la desmembración de España por la acción de los separatistas.
Hay evidentes signos esperanzadores:
- El reciente debate que se ha producido en torno al tema de las etnias, o de los pueblos, resulta alentador en cuanto implica de aproximación, ejercicio o praxis democrática, así como de libertad de expresión. Desde la imposición de la Colonización en nuestro entorno, no hemos tenido la fortuna, salvo en un breve periodo de la Autonomía y circunscrito básicamente a algunos círculos sociales y urbanos, de practicar y vivir la libertad en Democracia. La mayoría las anhelamos para Guinea Ecuatorial, pero adolecemos de la rémora de la falta de experiencia. Bueno es que la vayamos adquiriendo, practicándola en los ámbitos en que podemos ejercitar libertades tan básicas como la de expresión. Al respecto, ojalá vayamos sumando un entrenamiento que nos facilite el ejercicio de la tolerancia, la empatía y el respeto a las ideas u opiniones ajenas y diferentes a las nuestras. ¿Por qué nos sentimos con extrema facilidad personalmente aludidos ante una opinión ajena, lo que se trasluce en nuestros comentarios y análisis, mediatizando los mensajes y resultados que pretendemos alcanzar?. No me cabe duda de que si una persona lanza una invectiva pública y criminaliza, por ejemplo, a toda una comunidad o etnia, obviando el elemental y democrático principio de la responsabilidad personal e individual, se desdice por sí misma, además de poder incurrir en racismo o xenofobia. Es decir, sólo será oída y seguida por quien es interesado, el racista, (cualidad aún más paradójica y absurda cuando se da en un negroafricano), o por quien carece de base para un desenvolvimiento ciudadano democrático, fundado en el principio de Igualdad. ¿Qué razón nos lleva, en brillantes exposiciones y defensa de nuestras ideas y posiciones, también a tener que categorizar las diferentes u opuestas, con adjetivos más bien descalificantes e incluso insultantes, de modo al parecer inexcusable?. Se supone que quienes están más dotados intelectualmente no necesitan un incondicional reconocimiento y gozan de la fortuna, por su alta intelectualidad, de poder superar los prejuicios y complejos. En todo caso, estando nuestras comunidades tan necesitadas de autoestima y de referentes que admirar y en quienes verse reflejadas, resulta penoso que dos contrincantes de indudable brillantez expositiva, desmerezcan la misma incurriendo en esta práctica que a nada, constructivo, conduce. En el peor de los casos, retrotrae a la racista “merienda de negros”.
Sin embargo, a mi parecer, YA EMPIEZAN A DESTACARSE ENTRE LOS MÁS INSIGNES INTERLOCUTORES LAS MUESTRAS, SIEMPRE BIENVENIDAS, DE RESPETO Y CORTESÍA. No habría de ser de otro modo, tratándose de personas con la relevancia que ha de convertirles en referentes de su entorno. Afortunadamente, por otra parte, van siendo la excepción, aun ruidosa, los guineoecuatorianos que incurren en postulados a mayor gloria y chirigota de los racistas.
- La cantidad de TALENTO HUMANO que produce nuestra añorada G.E. Parece mentira que a pesar de las ínfimas cifras que el Gobierno, en su caso, invierte en Educación y Cultura, en su intencionado programa de mantener a la población en la ignorancia y la indigencia, surjan muy brillantes escritores y artistas guineos, en el interior del país. Aún careciendo de soporte formativo reglado y de apoyo institucional, es admirable que G.E. esté produciendo escritores y artistas multidisciplinares con tanto talento que son CAPACES DE SOBREPASAR LAS FRONTERAS Y HACERSE CONOCER Y APRECIAR INTERNACIONALMENTE, PARTIENDO DE ESTE PEQUEÑO PAÍS, TANTAS VECES DESCONOCIDO E IGNOTO. Supone que, a pesar de todo, las personas siguen vivas y evolucionando. Que, a pesar de tanta falsedad, fanfarria y depravación las personas son muy capaces de desarrollar habilidades y talentos que califican al ser humano. Es decir, PENSAMOS Y SENTIMOS, vemos lo que ocurre a nuestro alrededor y la experiencia nos lleva a ser cada vez más capaces de constatar y analizar la realidad de un modo más acertado y crudo, y exponerla sin tapujos.
Hay quien parece convencido que un simple escrito no puede aportar los mecanismos apropiados para cambiar una opresora realidad, como la que padece G.E. hace ya tanto tiempo. No deberíamos obviar que un escrito supone una oportunidad de información, expansión e intercambio de ideas, de analizar, razonar y proponer, profundizar, conocerse, interrelacionarse y establecer las sinergias que pueden desembocar en una acción racional, eficaz, exitosa y proporcionalmente esforzada, desde la fundamental y necesaria perspectiva civil. Del mismo modo, la expresión artística ofrece un camino de conocimiento y redención que sólo puede abundar en la misma dirección.
La impaciencia nos lleva a desear la acción contundente, rápida e incluso violenta, para el cambio, pero no podemos olvidar lo que nos enseña la experiencia. Ya lo dice el mismo Dictador-General: el que quiera el poder lo habrá de obtener por el mismo camino que él lo consiguió. También nos enseña la experiencia que por este medio o camino los Pueblos no alcanzan la emancipación, sino que el golpista de turno se instala en el poder con la firme voluntad de mantenerse “ad aeternum”, exigiendo, por ende, que le estemos eternamente agradecidos y reconociéndole todos los días sus méritos como pretendido libertador. Sirva de muestra el mismo Obiang Nguema Mbazogo y sus 32 años de murga relativa al supuesto “Golpe de Libertad”.
- El radicalismo y la suma intransigencia del régimen, vigente 32 años. Es como una cuerda permanentemente tensa que ha de terminar por romperse. Un régimen tan absurdo, inhumano, depravado y criminal que, a pesar del tiempo transcurrido, ni siquiera está en condiciones de asegurar la sucesión y su continuidad. Muchos se preocupan ante la hipótesis de que el Dictador esté sentando las bases para ser sucedido por su, al parecer, querido hijísimo conocido como TEODORÍN. Si fuera así, supone únicamente precipitarse al suicidio del mismo régimen y la evidencia de su incapacidad. No vale la pena, en cuanto notorias y conocidas, analizar la inestable personalidad y manifiesta incapacidad del susodicho. Tal es su nivel de inconsistencia humana y personal que es capaz de suscitar los más firmes rechazos en los círculos íntimos del clan “desgobernante”, hasta el punto de que su ínclito padre, el General Dictador, siquiera ha sido capaz de hacer partícipes a sus íntimos del contenido y la finalidad real de la supuesta reforma constitucional que ahora está intentando “vender”. No digamos ya a nivel internacional. Incluso los que apoyan al Dictador porque se están lucrando de los recursos de G.E., se hallan más que inquietos ante la hipótesis de que el muy inestable Teodorín pudiera acceder algún día al poder.
No podemos dejar de reconocer la extrema habilidad de la que se ha valido Obiang Nguema, tanto para hacerse con el Poder, como para mantenerse en el mismo. Claro que se ha basado únicamente en la aplicación de las más extremas medidas conducentes a mantener a las personas y colectivos sometidos, controlados y carentes de dignidad. Hasta el punto de que aún con los ingentes ingresos que obtiene G.E. desde que se inició la explotación del petróleo, en 1995, los datos de desarrollo social y humano se parangonan con los de Afganistán. Últimamente presume el Dictador de las inversiones que realiza en infraestructuras y en el desarrollo del país, (asesorado y compelido a hacer visible en el país las ganancias del petróleo, tras el escándalo de la banca Riggs) convirtiendo en un mantra la alusión al llamado “Horizonte 2020”, en que se supone que G.E. habrá alcanzado unos envidiables índices de desarrollo. Resulta, sin embargo, que ni las pretendidas infraestructuras se merecen tal consideración, como algún insigne compatriota ya se ha encargado de demostrar en un muy brillante artículo, ni las que se tildan de inversiones sociales alcanzan tal fin, al quedar al margen la población más necesitada. Sirva de botón de muestra las viviendas construidas con fines sociales que son sistemáticamente acaparadas por los prohombres del régimen, ávidos e insaciables en su ambición de acumulación de bienes y riquezas. Es tal la irracionalidad del régimen que ni aún en 32 años han sido capaces de generar una élite de futuro. El propio Teodorín es el mejor ejemplo de palmaria incapacidad y fracaso de la prole. En suma, el propio régimen es su mejor enemigo ya que constituye el perfecto caldo de cultivo para la consolidación del descontento generalizado, hasta hoy generalmente disimulado, y el surgimiento de las acciones públicas concordantes de disidencia, protesta y exigencia incondicional de su fin.
Nos referimos últimamente los guineoecuatorianos y hacemos ensoñaciones con los acontecimientos del Norte de África: ¡NO ES PARA MENOS!. Ya pasó en los tiempos de las ¿frustradas? Independencias. Pero, cada país la obtuvo al ritmo que determinaron sus circunstancias y bases.
Entiendo las revoluciones que nos están asombrando e ilusionando como una segunda etapa en la lucha por la emancipación de los pueblos oprimidos. La primera etapa se vio frustrada por el neocolonialismo y, parece haber llegado la hora en que los pueblos de África y de Oriente Medio están definitivamente decididos a ser los auténticos dueños y gestores de su soberanía y destino. Del mismo modo que en el pasado cada pueblo fue alcanzando la Independencia al ritmo de sus circunstancias y bases, entiendo que hoy también nos iremos, irremediablemente, sumando cada uno según su propio ritmo.
En cuanto a nuestra añorada tierra, me atrevería a apuntar que:
- Hemos de llegar a ser definitivamente conscientes del hecho de que el futuro de G.E. depende de la acción de TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS. Los plazos para alcanzar las tan añoradas Libertad y Democracia se acortarán en la medida en que lleguemos a ser conscientes y asumamos plenamente esta realidad. Mucho tiempo nos ha costado llegar a la consciencia de que es vana la esperanza de que alguna fuerza o entidad exterior vendrá a resolver nuestros problemas. Del mismo modo, hemos de asumir individualmente la responsabilidad que nos corresponde. Ya está bien invocar la responsabilidad de los llamados “políticos”, obviando que en cualquier sociedad avanzada, en términos de libertad y desarrollo, estos beneficios se producen, consolidan y evolucionan a partir de la acción de los ciudadanos y no de unos individuos en concreto. Dejemos de ser súbditos y evolucionemos para llegar a ser ciudadanos políticos. En los propios países más avanzados estamos recibiendo la lección del riesgo que se produce, para la calidad y vigencia de la Democracia, cuando los ciudadanos se convierten en seres políticos pasivos que delegan toda acción e iniciativa a los políticos profesionales, limitándose a ejercer el derecho al voto cuando son convocados. Los profesionales de la política sólo recuerdan y mantienen su compromiso de servicio transparente al Pueblo, cuando los ciudadanos que lo componen les recuerdan cotidianamente que se hallan a su servicio, mediante una constante acción dinámica, fiscalizadora y de vigilancia.
Además de que aquellos de nuestros compatriotas a los que denominamos políticos de la oposición bastantes dificultades tienen para proveerse las más esenciales necesidades de supervivencia, ya se hallen en el país, como en el exilio, lo que es evidente que ha de comprometer su capacidad de disposición y acción, también hemos de considerar que en muchos casos siquiera están precedidos por un currículo que les avale. De otra parte, hemos de apostar no por un MERO CAMBIO DE PERSONAS, SINO POR UN AUTÉNTICO CAMBIO DE SISTEMA. Si tal sistema ha de ser de Libertades y Democracia SUPONE UNA CONQUISTA DE LOS PUEBLOS. Tal conquista sólo es posible mediante la implicación del mayor número de personas, como nos están ilustrando los acontecimientos en el Norte de África y Oriente Medio. En suma, una vez más hemos de constatar que se produce el advenimiento de un régimen político democrático cuando los antes súbditos evolucionan para convertirse en activos ciudadanos políticos.
- Aquellos que tuvieran la fortuna de participar en la construcción de esa G.E. de futuro, necesariamente habrían de tener previamente una idea muy clara, y consensuada, de su objetivo. Es decir, de cómo la querrían construir y estructurar. Los padres que tan dignamente lucharon por la Independencia, además del gran objetivo, liberarse del colonialismo, me pregunto si realmente habían reflexionado con suficiencia, y consensuado con amplitud, cómo sería el día después de la marcha del colono. Si así fue, ¿cómo le resultó entonces tan fácil a Macías Nguema hurtar la libertad que tanto había costado alcanzar e imponer su dictadura?¿ y cómo el neocolonialismo ha podido mantener después la dependencia de nuestros estados a intereses externos?. Este es el verdadero sentido por el que debemos ir preparándonos y estamos en la hora de al menos teorizar y proponer sobre cómo habría de articularse G.E., para que todos y cada uno de sus ciudadanos y colectivos se sintieran identificados, representados y con la necesaria capacidad de autogobierno en todo lo concerniente a sus más peculiares intereses individuales y colectivos.
A día de hoy, tengo la seguridad que los más insignes pensadores guíneos y entidades sociales representativas no se plantean la autodeterminación como una secesión, sino como un derecho inherente a cada colectivo, cuyo previo reconocimiento, y articulación, constituye una garantía para la libertad de todos y cada uno de los ciudadanos, así como un freno a la fácil usurpación de la Soberanía Nacional. Además, si no nos sobran las aportaciones y medios a la lucha por la Libertad, es evidente que sólo sumando los esfuerzos, en base al previo reconocimiento y consenso, podremos alcanzar más rápidamente el objetivo del expulsar al aberrante régimen que viene desgobernando la No-República de Guinea Ecuatorial.
Barcelona, septiembre del 2011.
Fuente: Propia