18 de Noviembre - El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, ha confirmado que su Gobierno está ”abierto” a evaluar la solicitud de adhesión de Guinea Ecuatorial a la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
Según confirmaron fuentes oficiales portuguesas desde Angola, donde Passos Coelho finalizaba ayer una visita oficial, el primer ministro portugués admitió conocer lo que denominó como la ”pretensión” del Ejecutivo de Malabo y recordó que, en su opinión, ”Guinea Ecuatorial en la región tiene una gran importancia para el idioma portugués”.
”El Gobierno portugués está abierto a discutir y analizar esta situación en lo referente al reconocimiento concreto y efectivo de las condiciones estipuladas para este proceso”, añadió Passos Coehlo.
En julio de 2010, como ya informó afrol News, el presidente Obiang aprobaba la declaración del portugués como tercer idioma oficial de Guinea Ecuatorial, tras el español y el francés. La medida se producía días antes de que la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) discutiese la posible entrada de Guinea Ecuatorial como país miembro. La decisión entonces, sin embargo, fue negativa.
Según comunicaron entonces fuentes oficiales ecuatoguineanas a afrol News, ”la herencia histórica y cultural que Guinea Ecuatorial mantiene con el mundo luso es el principal motivo por el cual, desde hace años, el Gobierno ecuatoguineano ha sopesado la posibilidad de adoptar el idioma portugués como oficial en el país”.
”Las relaciones con los Estados miembros de la Comunidad de Países de la Lengua Portuguesa (CPLP) mejoran día a día, y son excepcionalmente positivas con Brasil, Santo Tomé y Príncipe, Portugal y Cabo Verde”, añadían, sin hacer mención alguna de los otros países lusófonos en África: Angola, Guinea Bissau y Mozambique.
Campaña internacional en contra
Ya entonces, en julio de 2010, la decisión de aceptar a Guinea Ecuatorial en la CPLP se puso difícil ante la lluvia de críticas, procedentes en su mayor parte de Portugal. En Lisboa, un grupo de organizaciones de la sociedad civil publicaba una carta abierta contra la posible adhesión e incluso el entonces candidato presidencial Manuel Alegre declaraba su repulsa a esta posibilidad.
La campaña lanzada por una serie de organizaciones de la sociedad civil en Portugal estaba liderada por la sección portuguesa de Amnistía Internacional, que mostró su preocupación por los derechos humanos, la democracia y la justicia social en Guinea Ecuatorial.
Por su parte, el entonces candidato presidencial portugués Manuel Alegre repudiaba la eventual entrada de Guinea Ecuatorial en la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), advirtiendo que esta organización debe estar por encima de los ”negocios” y del ”petróleo” y ”no tiene sentido alguno la entrada de Guinea Ecuatorial en la CPLP”.
Pero las voces críticas con la adhesión de Guinea Ecuatorial a la CPLP no vienen llegan desde Portugal, sino también desde África. En Angola, la asociación angoleña SOS Habitat organizaba el 23 de julio de 2010 (día en el que se decidía la posible adhesión) protestas contra la integración de Guinea Ecuatorial en la CPLP. La organización angoleña se unía así a organizaciones no gubernamentales de Portugal, Mozambique y Guinea Bissau, lanzando un llamamiento a ”todos los defensores de los derechos humanos” a manifestarse en contra de la posible adhesión.
Creada en 1996, la CPLP está integrada por Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea Bissau, Mozambique, Portugal, Santo Tomé y Príncipe y Timor Este, países cuya población total asciende a aproximadamente 230 millones de personas.
La CPLP cuenta con tres miembros asociados, Guinea Ecuatorial que cuenta con el castellano y francés como lengua oficial, así como Senegal y Mauritania, de habla francesa.
Guinea Ecuatorial es el tercer productor de crudo del África Subsahariana, tras Angola y Nigeria. Gracias a los ingresos petroleros, cuya producción se ha multiplicado por diez en los últimos años, Guinea Ecuatorial ha experimentado tasas de crecimiento del 33%, la mayor tasa de crecimiento de un país africano. Sin embargo, tal afluencia de riqueza no está sirviendo para mejorar las condiciones de la población, y donde la situación de los derechos humanos sigue siendo precaria.
Fuente: afrol News