MALABO/MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
A la espera de conocer los muy previsibles resultados oficiales, que se harán públicos mañana o pasado, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, se perfila como el vencedor de unas nuevas elecciones presidenciales a su medida celebradas ayer PUBLICIDAD
en todo el país, en las que la oposición ha vuelto de denunciar irregularidades de todo tipo que le llevaron a retirarse en bloque el mismo día de la votación. La principal formación opositora, Convergencia para la Democracia Social (CPDS), denunció hoy el ¨robo a mano armada¨ de que fue objeto ayer y acusó al ministro del Interior y presidente de la Junta Electoral Central (JCE), Clemente-Engonga Nguema Onguene, de inducir personalmente a los presidentes de las mesas electorales y a los soldados que vigilaban los comicios para que adulterasen las votaciones.
Los escasos datos con que se cuenta indican que Obiang habría confirmado su supremacía con un mínimo del 80 por ciento de votos, lo que le permitirá asumir un tercer mandato de siete años en este país a cuya presidencia llegó en el verano de 1979, tras derrocar (y fusilar) a su tío, Francisco Macías Nguema, en un golpe de Estado. A falta de los resultados definitivos, algunos colegios electorales ya han registrado triunfos parciales para el gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) de un cien por cien.
Los resultados (y la forma en que se han producido) no han sorprendido a nadie. Para permanecer en el poder, el general Obiang, de 60 años, cuenta con un importante aliado procedente de las entrañas mismas del país: el petróleo. A lo largo de este año, la producción ha sido estimada en 250.000 barriles diarios, lo cual, según los expertos debería permitir a Guinea convertirse, en pocos años, en el tercer productor de Africa Subsahariana, tras Nigeria y Angola.
El dictador guineano expresó recientemente su intención de seguir al frente del país hasta que la producción petrolífera permita a su población superar los años de ¨vacas flacas¨. Por su parte, la oposición ha acusado reiteradamente a Obiang de hacer un uso interesado del petróleo, con el que el presidente se financia sus apoyos políticos (internos y externos) en vez de reinvertirlo en el desarrollo social del país. Entre estos apoyos estarían, según CPDS, las empresas petroleras estadounidenses, que reciben ¨crudo gratis a cambio de mantener la seguridad de Obiang¨, según denunciaron fuentes del CPDS a Europa Press.
12,5 MILLONES DE EUROS
Este poder procedente del ´oro negro´ podría reflejarse en el hecho de que, durante la campaña electoral, el PDGE llegó a invertir hasta 8.000 millones de francos CFA (unos 12,5 millones de euros), según la oposición, una cifra que contrasta con los 75.000 euros con que, oficialmente, se financió a todos los partidos, incluido el de Obiang.
Esa desproporción se reflejó en la propaganda electoral y en las informaciones de prensa. Pese a que los medios de comunicación acordaron, oficialmente, conceder a cada uno de los cinco candidatos el mismo turno de palabra, la realidad es que estos medios de limitan a una cadena radio y otra de televisión, pertenenciente ésta a un hijo del presidente, quien también es ministro y director de Campaña de su padre.
El PDGE está, por si fuera poco, presente en todos los ámbitos de la administración y en las instituciones del Estado. Según la secretaría general del partido gubernamental, la formación cuenta con 158.000 afiliados, frente a las 215.000 personas que componen todo el cuerpo electoral.
Los cuatro candidatos de la oposición en las presidenciales ecuatoguineanas, Celestino Bacale (CPDS), Buenaventura Moswy (Partido de la Coalición Socialdemócrata, PCSD), Jeremías Ondó (Unión Popular, UP) y Secundino Oyono (Coalición Social Democrática y Popular, CSDP), optaron ayer por retirarse de los comicios a causa de las irregularidades constatadas en el proceso electoral y exigieron a Obiang ¨la convocatoria de nuevas elecciones en condiciones de mayor libertad, legalidad y transparencia¨.
El presidente de CPDS, Santiago Obama, explicó ayer a Europa Press que en el curso de los comicios el voto fue realmente ¨público¨ y no secreto, y que se había obligado a los electores a votar al PDGE, del presidente Teodoro Obiang Nguema. En Malabo, según CPDS, los votantes se vieron obligados a enseñar la papeleta antes de introducirla en el sobre; aparte, ni siquiera había cabinas y, en aquellos colegios que sí las tenían, no se permitió acceder a ellas.
¨ROBO A MANO ARMADA¨
Pasadas las primeras horas, la CPDS calificó hoy los comicios de ¨robo a mano armada¨ y acusó al ministro del Interior y presidente de la JCE, Clemente-Engonga Nguema Onguene, de inducir personalmente, recorriendo él mismo los colegios, a los presidentes de las mesas electorales y a los soldados que vigilaban los comicios para que indimidaran a los votantes y se aceptara como legal el ¨voto público¨.
Según un comunicado de la oficina de apoyo al CPDS en Madrid, Nguema Onguene fue el culpable de ¨las graves irregularidades registradas durante la jornada electoral¨, en forma de ¨intimidación a los electores, inducción abierta al voto público por los presidentes de mesas electorales y efectivos militares que encontraban dentro de las cabinas¨.
Esta ¨manifiesta ilegalidad, en la que de forma provocativa incurrió el que supuestamente tenía que velar para que las elecciones transcurriesen en un clima de libertad y transparencia democráticas¨, colmó ¨la paciencia¨ y le indujo a retirarse de las elecciones, señaló.
Asimismo, reiteró pidió ¨a la comunidad internacional que ejerza las presiones necesarias al régimen del general Obiang, a fin de que deponga su actitud de desprecio a las instituciones del Estado y que estas elecciones sean declaradas nulas por ilegales y, consecuentemente, convocar otras que reúnan las condiciones dignas de tal nombre¨.
¨MOVILIZACION DEL PUEBLO¨
Por su parte, Celestino Bacale expresó hoy su esperanza de que las elecciones presidenciales de ayer sirvan para ¨la movilización del pueblo¨ y que hayan transmitido el mensaje de que la solución a los problemas de Guinea no va a venir de fuera, sino de los propios guineanos. En una entrevista telefónica concedida a Europa Press, el líder opositor también denunció la práctica de intimidaciones, incluso de torturas, a sus interventores durante los comicios de ayer en Malabo, y especialmente en la parte continental del país.
Bacale indicó que, aunque considera ¨difícil¨ una movilización del pueblo guineano debido a que lleva desde 1968 dominado por la dictadura primero de Francisco Macías y desde 1979 por la de su sobrino Obiang, ¨la solución a los problemas de Guinea no va a venir de fuera, vendrá del pueblo de Guinea¨.
Bacale reconoció que quizás su partido se ha equivocado en este sentido al no pedirle a la población que ¨dé el do de pecho para deshacerse de la dictadura¨. ¨Pedir a los ciudadanos de Guinea que se enfrenten a la gente que les rompe las manos, que les tortura, incluso que les mata cuando quiere y que luego no pasa nada, es bastante difícil¨, declaró, explicando que la población guineana no tiene experiencia de democracia ni de libertad, pero anunció que ¨a partir de ahora daremos mensajes al pueblo de que tiene que conquistar la libertad¨.
Fuente: EUROPA PRESS