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Editorial

JESÚS ANTE EL SANEDRÍN GUINEANO: Caifás, Anás, Herodes y Pilato


publicado por: misisim Ebu el 20/03/2008 20:35:35 CET

JESÚS ANTE EL SANEDRÍN GUINEANO: Caifás, Anás, Herodes y Pilato.

Un día Jesús se mostrará interés en visitar Guinea Ecuatorial. Querrá ver su iglesia, su pueblo, sus fieles cristianos, querrá oír lo que dicen los representantes de esta iglesia y de este pueblo. Hablará con algún amigo que tiene por ahí, para que éste le consiga un visado, para entrar en éste espantoso y minúsculo país.

Se meterá entre ciudades, callejuelas, bares; beberá un ‘san miguel’ a la salud de unos, y a la pena de otros; quedará enfermo de paludismo, tendrá fiebre, cefalea, dolor muscular y vómitos; visitará hospitales sin venda, agua, ni luz; no tendrá ningún antibiótico, ni aspirina, ni habrá alguna enfermera para atenderle. Pasará como un pobre más de estos muchos que deambulan por ahí, con la misma inocencia de un niño que acaba de nacer.

Intentará aprender la lengua que se habla en este país para comunicarse mejor con la gente, empatizar con los problemas de esta gente. Caminará hambriento hacia su escuela, le tocará escribir en el suelo. Simplemente aprenderá lo que pueda.

Mirará atónito a todas partes, contemplará la borrachera de los jóvenes, el desigual reparto de la inmensa riqueza, que emanan del petróleo. Contemplará, en estas calles, de la ciudad de Bata y Malabo; a estos jóvenes desesperados, mujeres maltratadas física y psicológicamente por sus maridos, niños famélicos, viejos abandonados, rostros inquietantes; que ven como sus ilusiones se disipan en la penumbra de la desilusión. Intentará consolar desesperadamente a una madre que su hijo acaba de morir de Sida, de tortura, de paludismo, o de simplemente del vacío existencial.

Se frotará las manos, y no disimulará la decepción de una generación de gente que no han sabido llevar la tradición y la historia. Cuando la gente le vea, algunos estarán pensando en que parece a un tal Jesús de Nazareth, otros en cambio, no se darán cuenta. Algunos irán detrás para aclararse las dudas, si realmente es el Jesús, al que la iglesia caricaturiza en Guinea Ecuatorial.

Jesús se dará un pequeño brinco y se sentará al borde de una plaza, apoyará sus manos en la baranda. Durante una tarde o un día entero inmóvil, sin perderse ningún detalle, atento a cada suceso que ocurre en las calles de Malabo, Bata, Evinayong, Mongomo, Ebibeyin, Baney, Luba; en los pueblos de akom, esatug, anvam, mitobo, Riaba, etc. Escuchará susurros de unos que se quejan de la situación política de Guinea Ecuatorial, oirá las promesas políticas de unos y de otros. Acudirá a una misa en la catedral de Malabo, en la de Bata, o en alguna iglesia del poblado.

Escuchará los que dicen que el país funciona, y muy bien, que hay paz, que tenemos que defender nuestra paz, que atentos a las ideas que vienen de fuera, son nuestros enemigos. Dirán que “ahora tenemos parque donde pasear y jugar nuestros niños y nuestros mayores”. Oirá grandes homilías en los ambones de las catedrales, en las iglesias, donde nadie habla de la justicia, de los pobres, de la paz verdadera, de los limpios de corazón, de los humildes, de los que lloran, de los misericordiosos, de los perseguidos a causa de la justicia y poder proclamar con voz viva que de ellos heredarán el Reino de los cielos, que serán llamados hijos de Dios, y que alcanzaran misericordia.

Muchos que conocerán a Jesús, le hablarán de muy mala manera; ¿cómo permites todo esto?, ¿con quién estás: con el gobierno, con la oposición, con la iglesia guineana? Jesús será categórico: “con ninguno de los tres”. Alguien insistirá preguntándole. - ¿Por qué estás aquí en Guinea Ecuatorial?, Jesús le responderá: - porque me divierte el espectáculo, sencillamente. Porque me hace gracia la hilaridad y las mentiras de los otros, algunos son artesanos de la maldad y otros magníficos humoristas.

Jesús inclinará la cabeza y dirá a sus amigos, verás como la lío. Se sentará en una catedral, pedirá palabra durante la homilía de algún obispo, cura o catequista, de estos que dicen serlo. Se presentará y dirá en voz alta “yo soy un tal Jesús que os enseñó respetar al hombre y no usar la palabra de Dios en vano”. Dirá “yo os hablo en nombre de este pueblo que martirizáis, mi palabra no es retórica del que arruinan vuestra fe, sino un cuchillo afilado que vengará las heridas de todos los pobres y humildes a quienes les habéis arrebatado la dignidad humana.

Amonestará a los que lían fardos pesados y cargan las espaldas de los demás para dar la buena vida y reparten vino bueno y güisqui bueno. Los que, su preocupación no es ser honestos, sino aparecer en público como tales y exhibir sabiduría y bondad que no tienen ni en pintura. Los que buscan galones, amistades sospechosas, buscan ser mejor vistos y aplaudidos, llevan mejores coches, chaquetas Emidio Tucci; aquellos que su única preocupación es el culto a la imagen de fuera. Los que quieren ser reverenciados.

Jesús les amonestará diciendo: “¡Mediocres! Buscáis el respeto por los cargos, como si el respeto lo diera el cargo, el ser político de tal u otro partido político u creyente de tal u otra confesión religiosa. Se olvidan de que un hombre no es hombre por lo que lleva fuera, las apariencias y los cargos. Quiero que os enteréis de una vez que no es el hombre para las vanidades del mundo”.

Preguntará a esta iglesia muerta que a quién sirven, recriminará a estos políticos que condenan a quien hurta un pan para vivir y hacen honores a quienes se apoderan de las riquezas del país, de los bienes de todos, del petróleo y gas natural, de la vida de generaciones y generaciones, a quienes destruyen nuestra armonía.

Muchos de estos cómplices tienen ojos pero no ven, prefieren antes colaborar con el mal o presentar su dimisión, pedir perdón al pueblo, y yo en este tiempo de Pascua, los recibiré y los perdonaré sus faltas y todos podemos resucitar en amor, en la misericordia, en la justicia, en la solidaridad y nuestro pueblo podrá crecer en armonía, no tendremos enemigos ni fuera ni dentro y todos seremos llamados hijos de Dios.


Fuente: Reflexiones

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El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos

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