Hemos estado recibiendo varios correos electrónicos y testimonios de familiares y enfermos de SIDA que están siendo literalmente ” exterminados ” en Guinea Ecuatorial por un medicamento altamente tóxico, llamado FAGARACINE, en contradicción con los protocolos de tratamiento de enfermos de SIDA aprobados por la OMS y que los malos servicios sanitarios de la dictadura criminal de Guinea Ecuatorial están pasando por alto, por una mera cuestión de dinero, codicia y maldad.
Según los testimonios, los medicamentos antirretrovirales y otros materiales médicos suministrados gratuitamente al Gobierno dictatorial por el FONDO MUNDIAL DE LUCHA CONTRA EL SIDA Y LA TUBERCUSOLIS, por un valor de siete millones de dólares en el año 2005, para el tratamiento y seguimiento de enfermos de SIDA y seropositivos, han desaparecido en manos del ex Ministro de Sanidad, Justino David OBAM MVE, reducido ahora, según nuestras fuentes, al cargo de consejero en el mismo departamento de salud de donde fue cesado por graves irreguralidades hace ahora dos años.
La falta de medicamentos antirretrovirales y la negativa del dictador a comprar medicamentos para los enfermos de SIDA que no son familiares y colaboradores suyos, dió vía libre al invento tóxico no aprobado por la OMS, FAGARACINE, introducido por su hija Francisca Obiang Makendegue ( paquita ).
Dicho medicamento fue rechazado en el año 2006 por una comisión de expertos formados por miembros de la OMS, médicos cooperantes españoles de la FUNDACIÓN CARLOS III y algunos médicos y biólogos guineanos, ya que más que medicamento es un remedio de la farmacopea africana, sin ninguna eficacia en el tratamiento del SIDA, que el Dr. Bruno ETO, de nacionalidad gabonesa, intentó vender la supuesta patente de fabricación al dictador de Malabo.
Ante la falta de medicamentos antirretrovilares, en vez de la patente, por la que se pedía 30 millones de dólares, son unos miles de frascos de FAGARACINE que llegan a Guinea Ecuatorial, como un envío a la Presidencia de la República, y gestionado de manera clandestina por Justino-David OBAM MVE, Dr. José Eneme ( antiguo médico personal del dictador ), Pedra Nsue ela, notario de la Región Insular y la Dra. Clara Isabel Jones, socia del hijo del dictador Gabriel Obiang Mbenga Lima en la Clínica Santa Isabel, donde la mayor parte de las empresas petroleras envían a sus empleados enfermos.
Dicho medicamento tóxico fue distribuido a los enfermos por orden de Justino OBAM MVE , según testimonios de los enfermos, que él mismo personalmente les explicaba que dicho medicamento era lo más moderno y actualizado que se había logrado en el tramiento del SIDA.
Los problemas comienzan cuando empiezan a empeorarse muchos enfermos que ya se habían recuperado sustancialmente y el índice de muertes de enfermos de SIDA que tomaban FAGARACINE empezó a incrementarse de manera alarmante: en seís meses murieron cerca de 120 enfermos, entre ellos, miembros destacados de la asociación de enfermos de SIDA de Guinea Ecuatorial. Los que dejaron de tomar FAGARACINE, salvaron sus vidas provisionalmente y se mantienen estables, lo mismo que los siguen tratamiento desde los centros médicos en España.
Los testimonios son realmente indignantes, porque los enfermos debían pagar por el veneno que les iba a matar 145.000 F.cfas por mes, por recibir tres frascos de un medicamento que les conduciría derecho a la muerte.
El FAGARACINE distribuido clandestinamente, según nos comentan, era custodiado en clínicas privadas, y en la residencia de Justino-David OBAM MVE, y las malas lenguas dicen que se habría pagado una pequeña fortuna, ( 2 millones de euros ) cuyas comisiones y beneficios habrán engrosado las cuentas de Francisca Obiang Makendengue, Justino-David OBAM MVE, Pedro Nue Ela, José Eneme, Dra. Clara Isabel Jones y, algunos más que andarán en la sombra de este negocio macabro.
Fuentes dignas de toda solvencia, nos escriben diciendo que dicha situación está en conocimiento del parlamento fantasma, recién disuelto, del gobierno y del mismo dictador, y por supuesto, del mismo ministerio de sanidad, sin que se haya iniciado una investigación y hasta la fecha de hoy, se sigue distribuyendo dicho FAGARACINE, aunque los enfermos han adoptado la prudencia de no tomarla, vistos los estragos y exterminio que ha causado entre los enfermos de SIDA.
La distribución de un medicamento altamente tóxico, no autorizado ni reconocido por la OMS, y el quebrantamiento consciente de los protocolos de tratamiento contra el SIDA, sólo pueden derivarse en una acusación formal de delitos contra la salud pública a sus autores y la depuración de responsabilidades y la correspondiente indemnización y reparación del daño causado a los enfermos o a sus familiares ( por si estos ya han fallecido, como es el caso de los 120 enfermos muertos por envenenamiento con el FAGARACINE ).
El FAGARACINE, o fagacine 532, es supuestamente un antivirico, antibacteriano y antifúngico en la farmacopea africana y procede de una especia de árbol tropical, FAGARA HETZII,( OLON U OLONG ) de donde sale la denominación de FAGARACINE.
El fabricante de ese veneno, que está prohibido en muchos países africanos donde se ha intentado colar, es el Dr. Bruno ETO, médico de origen gabonés y exiliado en Francia. Dicen que es un seguidor y amigo del Dr. Daniel Mengara, líder del ejército de liberación gabonés, LE MAMBA.
El laboratorio donde se elabora dicho medicamento, TBC( Titis Business Corporation), se encuentra en la ciudad de Béthune, Pas-de-Calais, Francia y cómo se llevó a Guinea Ecuatorial, es asunto sencillo: es seguir la pista de Francisca Obiang Mankendengue, Justino
-David OBAM MVE, Pedro Nsue Ela , José Eneme y Dra. Clara Isabel Jones.
La misma denominación del laboratorio debería ser motivo de sospecha y el procedimiento de consultar a los grandes fabricantes de antirretrovirales y pedir su opinión sobre dicho medicamento no parece tan complicado, es de sentido común y además, la respuesta se daría gratuitamente.
Según otras fuentes, en una reunión reciente entre el ministro de sanidad y los representantes de la OMS, estos se interesaron por dicho medicamento y las muertes alarmantes de los enfermeos de SIDA y lo que había hecho el Gobierno del Informe que en su día se había emitido por la comisión de expertos, según petición del primer ministro-jefe del gobierno. El ministro pidió hablar del tema off the record, ya que según él habían personas ” informadoras ” de los servicios de seguridad. Una vez concluida la reunión, el ministro de sanidad confirmó las muertes de enfermos de SIDA y aseguró que la cifra seguramente debía ser superior a la denunciada por la asociación de enfermos de SIDA, porque había recibido muchas quejas de familiares y de los mismo enfermos. Certificó que Justino-David OBAM MVE estaba en el centro de dicho negocio y que tenía apoyos muy poderosos en el régimen, que él como ministro no podía hacer nada al respecto, además no es profesional de la salud. Dijo estar acosado como ministro de sanidad por poderes oscuros en el departamento, que lo han convertido en un verdadero centro de negocios en detrimento de la salud de las personas. Explicó para finalizar, entre otras revelaciones, que no sólo faltan medicamentos para enfermos del SIDA, sino que faltan medicamentos en todo el sistema de salud del país, y esta falta de suministro estaba cubierto por medicamentos no fiables procedentes de los cuatro rincones menos recomendados del mundo, empezando por la misma vecina NIGERIA.
El régimen del caos ha llegado a niveles de criminalidad y encubrimiento del crímenes de todo tipo que el día que se juzquen dichos delitos estaremos en los mismos niveles del Juicio de Nuremberg.
Un sistema sanitario que deja morir, sin adoptar ninguna medida, un número tan escandalosamente elevado de ciudadanos indefensos por la codicia de cuatreros sanguinarios y desalmados no tiene parangón en ninguna república, por más dictatorial y bananera que sea. Esta chusma gobernante de Guinea Ecuatorial han descendido de la condición de especie humana a la especie del animal más ruin de la naturaleza y la creación.
Ante una situación que sería motivo de escándalo en cualquier lugar del mundo, los médicos españoles del Instituto de Salud Carlos III callan para defender sus suculentos salarios, los de la OMS en Malabo, callan y subcontratan a otros para que denuncien una situación que les corresponde, y el ministro de sanidad que no quiere enfrentarse al poderoso Justino OBAM MVE, hace confidencias en voz baja, mirando las cuatro esquinas, por si acaso, y es incapaz de dimitir y lavar su consciencia de tanta malicia reinante en su ministerio contra el pueblo de Guinea Ecuatorial.
Fuente: MBO OBA