Malabo:  28°C | Rocío: 25°C
   Madrid:  08°C | Rocío: 06°C
 Malabo 9:39     Madrid 9:39
Miércoles, 17 de diciembre de 2025
Logo de genet  
      Buscar: en:   Noticias   Enlaces   Anuncios  

Login

Home
Intro/Ayuda
Noticias
Anuncios
Autores
Lenguas
Foro de Debates
Apuestas
Quiz
Calculador de Francos CFA a Euro
Calculador de Euro a Francos CFA
F CFA <---> Euro
Cambios Recientes
Contacto
Suscribirse
Foro/Chat
Estadística
Enlaces
Documentos
Promoción
Su página de inicio
Recomendar

¡Viva Patricio Nbe!

Visitas desde
06/02/2003 :


Rafi, heroina de la informacion
Rafi, la voz de los sin voz
Galeria de Ilustres de Guinea Ecuatorial

Formato para impresión Email anterior Noticias posterior Compartir en Twitter

Editorial

Cuando se habla de kosovo pero se quiere decir Bioko


publicado por: bosila wecha saha el 23/03/2008 14:44:41 CET

”Cuando se habla de Kosovo pero se quiere decir Bioko”

23 de marzo de 2008


Respuesta de Humberto Riochi, portavoz del MAIB, a Agustín Nze Nfumu, embajador en Londres y presidente de La Gaceta de Guinea Ecuatorial

Humberto Riochí, portavoz del MAIB, nos envía el artículo que sigue que polemiza por el publicado por Agustín Nzé Nfumu en el número 125 de La Gaceta de Guinea Ecuatorial, correspondiente a marzo de 2008.

”Las declaraciones de Agustín Nzé Nfumu en La Gaceta de Guinea Ecuatorial de este mes nos han dejado sumamente impresionados, no tanto por las ocurrencias de su hijo, como por las suyas propias y sobre todo, por su búsqueda de explicaciones esotéricas a temas de andar por casa. Junior tiene toda la razón del mundo señor Embajador: los niños están donde están sus padres, claro que sí. Si están en el cielo, ellos también lo están, sea éste un lugar físico: Londres; o un estado: vivir ”a cuerpo de rey” a costa de sudores y sufrimientos ajenos, nadando en mares de abundancia.

Estamos convencidos de que los niños de Biyabiyan, Bitica, San Antonio de Palé o Belebú se conformarían con poseer una milésima parte de las comodidades de nuestro protagonista involuntario, para no tener que pasar por la calamitosa situación de levantarse por las mañanas para enfrentarse - con cuatro años-, al reto de tener que asumir parte de su carga existencial. Y es que, en el tercer o cuarto país del planeta con mayor PIB per cápita de renta, los niños de la edad de Junior, tienen que recorrer kilómetros, descalzos muchos, con banquetas en la cabeza para asistir al colegio. En las ciudades y poblados están obligados a levantarse temprano, ir al río o al correspondiente pozo contaminado, con cubos, para abastecer la casita con el agua -un bien escaso- imprescindible para que les preparen la bazofia diaria. Las condiciones les obligan a ser vigilantes, incluso dependientes de los grandes supermercados que sus madres montan delante de sus chozas para obtener las calderillas necesarias con las que sufragar los costes del jabón y el keroseno que les darán la oportunidad de sobrevivir un día más.

Aquellos niños también tienen sus papás y sus mamás; y como Junior, a veces rezan el Padrenuestro con ellos. La diferencia es que a ellos y a sus progenitores se les tiene negado el cielo por ser de de tal familia, clan, provincia o región. Sus padres, al no querer santificar el nombre de “DIOS”, saben que no les llegará el “REINO”, y así viven. Muchos de los padres de aquellos niños llevan la pecaminosa muesca de su indisposición a aceptar que se haga en ellos la voluntad del pensamiento único imprescindible para ser y existir. Su tostada mañanera de cada día (malanga, mbo, plátano…), va untada con la mantequilla de la miseria, y la indignidad para completar su proceso de subalimentados. Y así se les ve en videos y fotografías que recorren el universo mundo: raquíticos, esqueléticos, con sonrisas cadavéricas y un rictus que ilustra la justicia social que nos sobra. Arrastran la carga de sus ofensas, la de sus padres y abuelos por haber nacido, sin consultar a nadie, en una República bipolar y en el bando de los perdedores. Se les tiene negado el derecho a caer en la tentación de pensar, exigir, reclamar mientras viven. Incluso en su Padrenuestro las peticiones están omitidas para que su condición de desheredados, no rompa los esquemas del dualismo que justifica la existencia de algunos Junior.

Son estas las maravillas del país de Alicia, o en nuestro caso, del papá del bueno de Junior. Un país en el que una oligarquía caciquil se ha convertido en propietaria de vidas, haciendas y todo lo que se mueve, aplicando fórmulas dieciochescas, haciendo de un Estado, una empresa de pocos; viviendo en una insultante ostentación mientras los pueblos se mueren de hambre. ¿Cuántos niños como el protagonista de este comentario, naturales de Guinea Ecuatorial, están en condiciones de levantarse, pedir tostadas con mantequilla y salir corriendo a navegar por internet con ordenadores potentes, elegir artistas y escuchar música a troche y moche, en una gran mansión de una zona privilegiada de una de las ciudades más caras del mundo? Incluso en Guinea, cuando Junior esté de vacaciones, tiene el derecho a vivir en una lujosa mansión familiar construida con dinero público o en una de las casas coloniales de Malabo confiscada con el plus de su padre, en tanto que miembro del “club de los privilegiados”.

La libertad de hacer manifestaciones la tiene todo el mundo, incluido nuestro querido Embajador. Lo mismo que la de utilizar a los hijos como paradigmas del buen vivir, en medios financiados con dinero público que al mismo tiempo sirven de atalaya catequética. Pero importa subrayar que sublevan las “cosas que se le ocurren” al diplomático, y que van más allá de la radiografía vivencial que hace de su casa, de su hijo y las ocurrencias de éste, que al fin y a la postre, son las de cualquier chiquillo de su edad. Repatea el giro copernicano que le da a una situación natural, para desembocar en los análisis de la legalidad internacional que critica de manera interesada, torticera y sin fundamento. Y es que, para sacar a pasear el “irrefrenable, irrespetuoso, e irresponsable monstruo de la unidad a la fuerza” que muchos fang llevan en su interior, creemos que sobraba la utilización de la candidez de Junior, y no hacía falta ir hasta Kosovo y su independencia, si lo que realmente le importaba era agitar al personal sobre el contencioso planteado por los bubis hace más de cuarenta años.

Aún así, sus planteamientos carecen de sustancia, les falta músculo. Debería saber que las legalidades nacionales, lo mismo que las internacionales, no quedaron petrificadas en los códigos aprobados ayer, el año pasado o en el siglo XIX. El derecho, en tanto hecho social normativo, es dinámico y tiene la obligación de adecuarse a las realidades cambiantes que tiene que regular para evitar vacios legales, vicios, colisiones y un largo etcétera de situaciones evitables. Y aquella obligación llega a su clímax cuando se trata de derechos fundamentales como el derecho a la vida, la propiedad, la libertad, la dignidad, y otro largo etcétera de los llamados derechos principalísimos o de primera generación; por cierto, derechos desconocidos en Guinea Ecuatorial.
¿Que la legalidad internacional tiene, por desgracia, pronunciados claroscuros? Cierto. Pero son precisamente aquellos claroscuros los que están siendo utilizados y abusados para que algunos estén por encima de las leyes que promulgan, mientras regalan los recursos de sus países para granjearse impunidades internacionales y nacionales. Estos sí que son casos reales de “prácticas de doble rasero” imputables a la comunidad internacional. Porque si la legalidad internacional pudiera ser aplicada en puridad o aproximativamente, otro gallo nos cantaría en Guinea Ecuatorial. Un ejemplo palmario es el contrato reciente de un nuevo lobby en USA, por una burrada de millones, para defender los intereses del “club”.

Pero volviendo al caso de Kosovo, el señor Embajador no ha podido buscar peor ejemplo para hacer su exposición interesada. Para su información le diremos que, la Ex República Federal de Yugoslavia fue el resultado de la yuxtaposición de las Repúblicas de Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y la República de Macedonia, junto con las regiones autónomas de Kosovo y Voivodina. Que aquel país ha sido, como Guinea Ecuatorial, una de las mayores aberraciones históricas de la política mundial, en donde los serbios vivían queriendo ser siempre, como los de Wele Nzas en nuestro país, los eternos “dueños” en detrimento de los intereses generales del resto de repúblicas. El elemento de cohesión que hubo desde 1946 hasta su muerte en 1980, fue un tal Tito, creador del Movimiento de los Países no Alineados en 1961, en el que milita Guinea Ecuatorial. El Mariscal Tito, un tipo con sentido común donde los haya, instauró en 1971 una presidencia colegiada a fin de que todos los pueblos de la federación pudieran sentirse representados en la cosa pública. En 1989 la desaparición de aquel consenso artificial como solución, sumada a la anemia de libertades y los abusos de “algunos”, hizo que Eslovenia, Croacia y Kosovo plantearan la confederalización de aquel Estado. Las dos primeras celebraban sus primeras elecciones multipartidistas un año después. Tendremos que cobrarle, señor Embajador por informarle que en 1991 las Repúblicas de Eslovenia y Croacia se separaban formalmente de la federación, sembrándose así la semilla que provocaría años más tarde, la gran guerra que, suponemos, conoce. Un año después, estas dos repúblicas recibían el reconocimiento internacional a la vez que Bosnia-Herzegovina también se separaba en marzo de mismo año. Para completar la información, decirle que Macedonia también se independizó en 1993.

El tratado de Dayton, señor Nze Nfumu, finiquitaba a nivel internacional la federación yugoeslava. El único pueblo que siguió prisionero de los abusos de Serbia y Voivodina fue la región autónoma de Kósovo, que también se ha independizado. ¿Por qué no puso en cuarentena la legalidad internacional por aquellas fechas, y ahora sí? ¿No será que diez años después, empieza a ser “de buena salud” acordarse de casi un millar de bubis enchironados, humillados, torturados y sus bienes confiscados?

Y para que no vuelva a caer en las tentaciones de arribismo de baja estofa que lleva décadas profesando, necesitamos decirle que el statu quo territorial y soberanista entendido como principio inhibidor para las autodeterminaciones de los pueblos, está pasando a mejor vida. Se produjo la disolución de la URSS y no pasó nada; por cierto, fue anterior al caso kosovar. El camino de Checoslovaquia se bifurcó y de resultas, hoy hablamos de la República Checa y de la República Eslovaca, y el mundo sigue. Canadá está en el Grupo de los más grandes y aceptó una consulta abierta sobre el tema quebequés ¿Debe pesar más la legalidad nacional o internacional, que la vida de millones de inocentes? ¿Deberían morir otros millones de serbios y kosovares en nombre de fronteras artificiales? ¿Hasta cuándo cree que podrán ponerle diques a una realidad que va in crescendo con la “fabricación de significaciones diferentes según sus objetivos”? Pero esto es harina de otro costal.

Lo que toca ahora es salir del bosque de las palabras oscuras, de las imprecisiones. Así pues, creemos que podemos coincidir con el señor Embajador en que el derecho de libre determinación está pensado por y para los pueblos, y está universalmente reconocido por casi todos los países del mundo. Que la doctrina considera este derecho –y no lo dice el MAIB- como el segundo gran hito tras la Segunda Guerra Mundial para la creación de un nuevo orden internacional basado en el respeto y la dignidad de la persona y los derechos humanos. Precisamente por ello, la Carta de Naciones Unidas de 1945 que entraba en vigor el 24 de octubre de aquel año, recoge en su primer artículo, además de la “igualdad de derechos”, el principio de “la libre determinación de los pueblos”. Ídem, la Declaración Universal de los Derechos Humanos firmada en 1948 que, a pesar de no incorporar en su articulado el derecho de autodeterminación, (por la oposición entonces planteada por Rusia), posteriormente, y concretamente por Resolución 2625 (XXV) de 1970, y por consenso, lo asumía, obligando su observancia a todos los Estados.

El derecho a la autodeterminación queda asimismo positivizado en El Pacto de Derechos Humanos de 1966y concretado en una larga serie de resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas. De hecho el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales aprobado mediante Resolución 2200A (XXI), en su artículo primero de la Carta Internacional de los Derechos Humanos, recoge y reconoce el derecho a la libre determinación de los pueblos. Los Informes de los Relatores de este órgano han dejado expresamente habilitados a los bubis para que opten por su autodeterminación, toda vez que entienden que hay hechos más que probados que legitiman a nuestro pueblo por reunir las condiciones materiales u objetivas y las subjetivas necesarias para iniciar este trámitLa Carta de Banjul de 1979, denominada Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos vigente desde el 21 de octubre de 1986, en su artículo 20.1 dice textualmente: “Todos los pueblos tendrán derecho a la existencia. Tendrán el incuestionable e inalienable derecho a la autodeterminación. Decidirán su status político y procurarán su desarrollo económico y social, según la política que ellos mismos hayan elegido libremente”. Recomendamos la lectura de los textos anteriores y en este, especialmente los artículos 19, el 20.2 y el 21.1.

Ni que decir tiene que Guinea Ecuatorial ha aceptado como el resto de países, las responsabilidades dimanantes de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. Que ha ratificado con Obiang en el poder, todos y cada uno de los tratados internacionales que hemos invocado. Que como miembro de Naciones Unidas, está obligado a respetar escrupulosamente sus resoluciones. Que ratificó la Carta de Banjul el 7 de mayo de 1986 y aquella decisión le vincula. Aquellas no fueron “cumbres ultra-secretas ni principios de derecho internacional alternativos”, señor Embajador. Es lo que hay, con eso se ha movido y se mueve el planeta sobre estos temas.

Supusimos que el señor Embajador, en tanto que diplomático, sabía todas estas cosas mejor que nadie y que también sabía que los tratados internacionales después de ser ratificados yɔ firmados entraban a formar parte de los Ordenamientos jurídicos internos de los países, tan pronto sus disposiciones fueran publicadas en aquellos. Que en nuestro caso, el Artículo 8 del Título Primero de la última Constitución de Obiang que versa sobre los Principios Fundamentales del Estado, zanjaba el debate, además del párrafo que cierra el preámbulo, que también es Constitución. Lo que sí se le puede perdonar por ser arte y parte interesada, es lo que hace Obiang con aquellos paquetes normativos. El 90% de los guineanos sí lo sabe, y la cuestión da para escribir manuales sobre cómo no se debe gobernar nunca. Tome nota señor Plenipotenciario.

Y para disipar las dudas que suelen invadir a algunos, adelantamos que, para la aplicación de aquel derecho incuestionable e inalienable, se exige la concurrencia de elementos objetivos o materiales como son: la existencia de un pueblo con una tradición histórica común, una identidad, una cultura; y otros dos elementos: una lengua y un territorio. Cada una de estas variables queda cubierta con una afirmación incontestable. El pueblo bubi es una realidad milenaria, homogénea, cristalizada, con una ubicación inconfundible e independiente hasta hacen cuarenta años. En cuanto a los elementos subjetivos necesarios, además de la Comunidad Internacional, hasta los fang que le bailan el agua a Obiang por miedo a no perder las prebendas que este les otorga en Bioko, saben y son conscientes de que nuestro pueblo está sojuzgado. Y para terminar con los requisitos necesarios que la doctrina enumera para hacer efectivo el derecho a la libre determinación, el pueblo bubi ha tenido desde siempre las instituciones que expresan su identidad. Doy por sentado que sirven, hasta para los analfabetos funcionales, los nombres de MALABO y BIOKO para entender nuestro sistema político antes de que fuéramos colonizados, además de otras instituciones potentes que fueron normalizadas hacen siglos y que dicen quiénes y cómo somos los bubis.

Dicho lo anterior, queremos dejar claro que la capacidad de diálogo y negociación fang serán las claves de bóveda para que nuestra autodeterminación sea externa, y por lo tanto, que se emprenda el camino hacia la defensa de una soberanía total de Bioko, sobradamente justificada o que, por el contrario, se llegue a transacciones que posibiliten una autodeterminación interna que conllevaría la anulación de los bodrios jurídicos del Ordenamiento guineano y la apertura de un proceso constituyente, que deberá recoger por imperativo legal, una descentralización política del Estado. Vaya por delante que, en el hipotético caso de que se aceptara la segunda fórmula, los bubis no tenemos ningún inconveniente en que Ebebiyín, Annobón, incluso algunos villorrios, siempre y cuando reúnan las condiciones que pactemos entre todos, se apunten a ser consideradas realidades regionales con todas las de la ley. Es decir, estaríamos ante un proceso abierto para todos, en el que cada pueblo tendría la oportunidad de decir cómo quiere vivir bajo un techo común llamado Guinea Ecuatorial.

Si estos planteamientos son atentatorios de los derechos de otros pueblos, que vengan los dioses de las uniones coactivas a demostrarlo. Eso sí, con hechos contrastables, sin golpes de pecho, ni invocaciones históricas carentes de sentido y contenido. Porque tras la pésima gestión de Mongomo (Rio Muni), la potencia colonizadora, España, ha reconocido y reconoce que colonizó mal y descolonizó peor. En cuarenta años de vida en común, Guinea Ecuatorial se ha hecho famosa a nivel internacional no por el petróleo, si no por tener la patente mundial de I+D+I (Investigación+Desarrollo+Innovación) del pisoteo de derechos individuales y colectivos bubis y de otras nacionalidades. Y cuantos más decibelios alcanzan las quejas de las víctimas, más se jactan los liberticidas. ¿Habráse visto?

Las naciones satisfechas dentro de los Estados, no plantean temas de autodeterminación. Negar sistemáticamente que existen conflictos de intereses en Guinea Ecuatorial, a pesar de estar reconocidos internacionalmente, significa que sobran ganas de alimentar el fuego de la ruptura y la sedición, que más pronto que tarde, se producirá. Porque no hay lazos históricos que puedan justificar la barbarie que soporta el pueblo bubi en su tierra, y menos si esos lazos se resumen en una lengua común y un mal colonizador. Salvo la guineana, tampoco hay, que sepamos, legalidad nacional o internacional que revisando el pasado y el presente con la mayor objetividad posible, no se apresure en reconocer nuestros derechos. La pregunta lapidaria del millón: “¿Y tú, de dónde eres, de la Isla o del Continente?” posiblemente desaparezca muy pronto. Kosovo ejemplifica lo que produce el centralismo jacobino y el ninguneo de derechos originarios y pre estatales. Junior sabe dónde está y como a usted se le ha olvidado su ubicación, cuelgue este documento en su Gaceta de Guinea Ecuatorial y sabremos el 90 % de los guineanos, dónde realmente se encuentra”.


Fuente: bosila

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos

Usuarios en linea: 6962


Noticias
Recientes

Síguenos en:

© Guinea-Ecuatorial.net (Nvo Zang Okenve 2004 - 2014) - Foro Solidario por Guinea. Todos los derechos reservados. email: info@guinea-ecuatorial.net

'