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Brígida Asong Nsok, vejada, humillada y acosada sexualmente por el entorno del tirano Obiang publicado por: Fuerza Demócrata Republicana de Guinea Ecuatorial el 06/04/2008 2:13:41 CET
¿Qué se esconde detrás de la detención y reclusión de Brígida en la Comisaría de Malabo, el 16 de diciembre? Las noticias que transcienden de Malabo son cada vez más alarmantes sobre la suerte que le depara a esta pobre mujer, que duerme y hace sus necesidades en un putrefacto barracón de la comisaría de policía de Malabo, nutrida por delincuentes comunes varones. Su estado de salud ha empeorado en los últimos días y los familiares han contratado a un médico chino para asistirle.
Brígida Asong Nsok, vejada, humillada y acosada sexualmente por el entorno del tirano Obiang
*FDR, SECRETARÍA DE PRENSA E IMAGEN EXILIO, 06|04|08 Informaciones bien contrastadas apuntan que las autoridades del régimen, encabezadas por el ministro de la Seguridad Nacional y tío del dictador, Manuel Nguema Mba, quieren dar un golpe bajo al dirigente de FDR, Guillermo Nguema Elá, condenado a 20 años en la farsa macro-juicio de mediados de 2002, que metió en prisión a toda la ejecutiva interna de esta formación política, incluido su máximo dirigente, Felipe Ondó Obiang Alogo.
La detención de Brígida se produjo el domingo, 16 de noviembre del pasado año 2007. Ella asistía a una misa en la catedral de Malabo, cuando agentes de la policía política le dijeron que el ministro de la Seguridad Nacional les había mandado llamarla porque su marido desvanecía en la prisión de Black Beach. La pobre mujer, preocupa y con los nervios a flor de piel, abandonó la misa y cuando estaba a punto de dirigirse hacia la prisión, los agentes le ofrecieron su vehículo y directo a la comisaría de policía, donde encontró reunido a Nguema Mba y su corte.
No le dijeron nada sobre el estado de salud de su marido. Le mostraron el plano de una vivienda y le preguntaron si sabía que se lo iba a enviar su marido. Efectivamente, la mujer respondió que había hablado con su marido sobre la elaboración del plano de una vivienda que pretende construir en las afueras de Malabo. Guillermo Nguema Elá es ingeniero civil.
El interrogatorio fue tan breve que la corte le hizo ver que el plano “coincidía con la estructura del penal de Black Beach” y por tanto, “ella y su marido lo habrían concebido para asaltar el penal”.
Es el comienzo de la odisea humillante que haría frente la pobre mujer, quizás durante buena parte de su vida. Fue recluida en los barracones de la comisaría de policía de Malabo, donde permanece hasta la fecha. Han pasado casi cuatro meses y todavía no sabe lo que le depara el futuro. Su abogado, Fabián Nsue Nguema, ha tocado judicialmente todas las puertas, que apenas se abren.
Vejación y acoso sexual Las últimas informaciones que se tiene de Brígida son preocupantes. La esposa de Guillermo Nguema Ela está siendo víctima de todo tipo de vejaciones y de acoso sexual que una mujer puede sufrir a manos de sus verdugos. Las fuentes contactadas hablan de un constante acoso sexual por parte del ministro de la Seguridad Nacional y sus colaboradores, que condicionan su puesta en libertad hasta que se acuesta con ellos o se divorcia de su marido.
En los seis años que lleva su marido en prisión, la señora Brígida le ha demostrado un amor incuestionable, siempre a su lado y preocupada por su salud. Según la fuente contactada, éste parece el principal motivo de su detención. En numerosas ocasiones le han planteado por qué no recrimina a su marido y reconozca que efectivamente le habló de un intento de golpe de Estado en 2002 [Nguema Elá y el resto de miembros de FDR en prisión fueron acusados de un supuesto intento de golpe de Estado y homicidio al presidente de la república, que nunca se demostró durante la farsa macro-juicio, celebrado del 23 de mayo al 9 de junio de 2002].
Las leyes guineanas, que la dictadura hace apología cuando le conviene, dictaminan que una persona no puede ser detenida más de 72 horas sin pasar a disposición judicial. La detención de Brígida fue arbitraria, sin orden judicial. Nunca supo que estaba siendo detenida cuando le comunican en la misa que su marido fallecía en Black Beach.
Los comportamientos amorales del régimen guineano han alcanzado límites inimaginables. Se valen de un simple plano de vivienda familiar para presentarlo como el de una prisión con una estructura medieval como Black Beack. El mismo Guillermo fue quien entregó el plano al jefe de prisión para que se lo diera a su mujer cuando viniera a entregarle comida. No estaba encerrado en un sobre. Una cuestión tan normal que en ningún otro Estado, por más dictatorial que sea, puede presentarse como delito por el que una pobre y humilde ciudadana ha de pasar cuatro meses en prisión.
Las informaciones entorno a que, mas bien, el régimen intenta dar un golpe bajo al dirigente de FDR cobran aún más fuerza en este sentido. En realidad, el único motivo de detención es destruir el amor y la resistencia moral que Brígida siente por su marido. El régimen de Teodoro Obiang continúa comportándose peor que hace 30 años, cuando era el mandamás de la milicia asesina de su tío Francisco Macias Nguema.
En la época de ‘Nguema I’, Teodoro tenía las ‘muy buenas’ maneras de encarcelar a los hombres, cuyas mujeres quería usar sexualmente. Rebasó tal bestialidad, hay testigos en este sentido, que el hoy tirano mataba a los maridos cuyas mujeres desistían sus instintos sexuales.
Brígida es detenida por un presunto delito que, conociendo cómo se cuece la Ley en la Guinea ignominiosa de Teodoro Obiang, implica el traslado inmediato del reo a la cárcel de Black Beach, una de las más peligrosas de África, donde será torturado y obligado a confesar lo que quiere o gusta oír el régimen. Y si no, la tortura continuará hasta que diga una mentira que les contente o puede ser utilizada como argumento en un juicio de intento de sublevación, como los que se turnan en el país desde 1979.
Está más que demostrado que si Brigida continúa languideciendo en un barracón de comisaría de policía sin saber lo que le depara la suerte, es porque no ha cometido delito alguno y el supuesto plano de Black Beach es mera excusa para forzarla a abandonar su marido y acostarse con algún prohombre del régimen que, dicho sea de paso, llevaría tiempo detrás de ella.
Todo parece indicar que Obiang y su gente se han propuesto destruir ya no políticamente sino también familiarmente a Guillermo Nguema Ela, luego de una incesante batalla sociopolítica en que ni él ni su mujer se han dejado llevar.
La opinión pública nacional sabe y el régimen aún más, que Nguema Elá, a igual que Ondó Obiang, pertenecen a esa escasa clase política guineana que se han comprometido, para el resto de su vida, luchar hasta el final; el final de una Guinea Ecuatorial libre y democrática, conforme a los presupuestos jurídicos y constitucionales. Y en este espinoso camino, muchas mujeres como Brígida Asong Nsok, también se han comprometido estar al lado de sus esposos, con todo el riesgo que conlleva en un país como la Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang, familia y colaboradores más fieles.
El coraje y el sufrimiento de Brígida Asong es el sufrimiento de una esposa que ama y quiere a su marido. Es el sufrimiento de una esposa que sabe que su marido está en prisión por levantar la voz contra el crimen estatal, violación sistemática de los derechos humanos, excesos de poder y comportamientos amorales de los dirigentes, corrupción, nepotismo, etc. La historia guineana, algún día, reconocerá a quienes, a pesar del sufrimiento y del dolor, de la pobreza material, sin embargo resistieron frente una dictadura gigantesca económica y políticamente como la de Teodoro Obiang.
“Que no lo veamos nosotros mismos, quienes estamos rebasando la vejez, pero es una tarea digna de realizar, por el bien de nuestros hijos y de la futura generación de nuestro país”, ha dicho desde el exilio el septuagenario Bonifacio Nguema Eson, Presidente Interino y del Comité de Exilio de Fuerza Demócrata Republicana.
“La coerción sobre la esposa de nuestro amigo y compañero Nguema Elá, no es sino una más de las tantas que el régimen ejerce contra este partido desde su creación en 1995: confinamientos, secuestros, atentados mortales, asesinatos, exclusión social y económica, expropiación de bienes materiales, exilio y encarcelamiento; los miembros y dirigentes de FDR han visto de todo en manos de la dictadura que oprime los pueblos de Guinea Ecuatorial y no creemos que intentar ‘usar’ y ‘utilizar’ a una mujer que se ha mostrado como una esposa realmente fiel a su marido y su lucha, Obiang va a conseguir sus objetivos de destruir el proyecto político de FDR, que es acabar con la dictadura y restaurar la libertad y la democracia pluripartidista en la República de Guinea Ecuatorial”, recuerda Nguema Eson desde el exilio.
Para FDR, añade, “ya no cabe más expresiones para pedirle a Obiang que ponga en libertad inmediata a todos los presos políticos y restaure la democracia en el país. Simplemente, con el caso de Brígida queremos apelar a su propia conciencia, si es que la tiene, para que reconsidere la amoralidad que está cometiendo contra una pobre mujer, su único delito ha sido mantener fiel el amor que siente por su marido y máxime cuando éste está en momentos difíciles; un canon, para él que dice ser cristiano y frecuenta las Iglesias, debería saber que es de obligado cumplimiento moral y material en la institución familiar, máxime entre esposa y esposo”.
“Si a Obiang le hace feliz vejar, acosar y humillar a la mujer de un adversario político, que sepa que el proyecto de FDR no se detendrá mientras continúa la barbarie en Guinea Ecuatorial. Igualmente debe ser consciente que cada segundo que pasa está obligando -[con sus comportamientos criminales]- a los guineanos desmarcarse del camino de una posible reconciliación y encarnizar el día después una represión similar o peor contra su familia. Se puede olvidar o perdonar el sufrimiento, pero la humillación difícilmente se embalsama en la mente humana”.
*FDR es miembro de la plataforma de la oposición del exilio DEMÓCRATAS POR EL CAMBIO (DECAM)
Fuente: FDR | COMITÉ DE EXILIO
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