Soy navegante habitual de la página guinea-ecuatorial.net. En ocasiones escribo algún que otro articulillo de opinión. Porque es una página, considerada para muchos, el medio de comunicación actualmente en Guinea más eficiente. Ciertamente lo es, nos informa y nos forma contribuye al desarrollo de nuestro pueblo. Se puede ver que muchos guineanos piensan y dicen lo que piensan.
Como cualquier medio de comunicación, tiene secciones y, a cada sección ofrece su información. En la sección de noticias; encontramos opiniones, que incluyen opiniones sobre la cultura, la sociedad, la política, la religión, deporte; noticias informativas, reflexiones, etc. En el caso concreto de guinea-ecuatorial.net, tenemos, además, foros, libros de visitas, anuncios, contactos, etc. Por tanto, tenemos un espectro amplio para que nadie se quede marginado para opinar y contribuir a la reflexión de nuestro pueblo. Los que hemos tenido ‘oportunidad’, lo digo con mucha modestia, de estudiar, tenemos la obligación de servir a nuestro pueblo y no de cualquier manera sino colaborando cada uno de acuerdo a sus posibilidades.
Repito, de vez en vez, colaboro aquí con mis reflexiones y opiniones. Son opiniones y bastantes opinables, no son afirmaciones dogmáticas, ni verdades supremas. Son opiniones personales, por tanto, discutibles. Reconozco que algunos ínternautas disienten o han disentido sobre algunos artículos míos en concreto, por que en el foro lo dicen. También hay comentarios que corroboran con muchas de mis afirmaciones, por tanto demuestra que hay que mejorar y atreverse a decir las cosas. A todos, izquierdistas derechistas, progresistas y conservadores que leen y opinan sobre mis escritos, un agradecimiento por mi parte.
Las críticas deben ser recibidas con civismos y gentileza, aunque en ocasiones se haga de forma descarada. Porque, si son de mala fe, te ayudaran a saber discernir entre lo malo y lo bueno, y si son constructivas, te soslayan los posibles errores. Un escritor, además de pluma y papel, debe tener una dosis de humildad, sencillez, coherencia, abnegación e intentar llegar a la gente que le leen. Pretender obligar al lector a asumir acráticamente nuestros alegatos o artículos; es una ilusión infantil y una percepción totalitaria del juego democrático.
Las opiniones son opiniones, y por su puesto discutibles, dudosos y hasta pueden convertirse en controversias. Pero cuando una opinión se adecua a la realidad de los hechos adquiere autoridad y seguridad y firmeza; pero si no son así, se vuelven sospechosas, mentirosas, vulgares y, por su puesto, falta de credibilidad. Opinar es un derecho y hasta un obligación moral, pero siempre con sencillez y el debido respeto a la verdad. Es decir, hablar sabiendo en categoría de quién lo dices. Si eres especialista, o aprendiz, o lo he leído de tal sitio u de tal otro, referencias de personas que puedan tener más autoridad en la materia. A demás de que nos evita pillarnos los dedos, hace más creíble y opinable las afirmaciones.
¿Que problema encuentro aquí? Como cualquier observador, a veces, nos falta la humildad reconocer que mi opinión es discutible y criticable. Cuando se rasga las vestiduras por recibir críticas, me parece inconsistente. ¿No es contradictorio que exigiendo apertura, tolerancia, diálogo, libertad de expresión, que son valores esenciales de la democracia, a los demás, y por el contrario negando estos mismos principios a los otros? Son los demócratas de día y monstruos de noche. Utilizan los mismos procedimientos antidemocráticos para contraatacar y subestimar.
La democracia, como dicen los entendido es un poder que reside en el pueblo, es decir, “una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda un grupo de personas elegidas por el pueblo” (wikipedia). Eso no significa que el pueblo sólo y únicamente decide con la papeleta en las urnas, sino también y fundamental a través de la conciencia, es decir, la conciencia democrática, por consiguiente estamos obligados todos a pensar y actuar democráticamente si queremos ver a Guinea Ecuatorial preñada de democracia. Y si no, nuestra manera de ser y de actuar nos condenaría a las eternas dictaduras.
Pero resulta que la palabra democracia no es una entelequia, se concreta en acciones, los cuales llamamos acciones democráticas. Si en esta pagina Web, nosotros los que escribimos y opinamos aquí, no somos capaces de discrepar, debatir, disentir de uno y de otro, proponer alternativas, asumir gentilmente las críticas sin recelos; tengo serías dudas de que esa actitud cambie cuando tengamos que ejercer alguna responsabilidad democrática en el futuro. Por tanto, me atrevería a decir que tardará siglos para que la democracia llegue a Guinea.
El debate intelectual, las famosas disputatio; es saber, es contrastar, es crecer en el mundo intelectual. Rehuir al debate, a las críticas, a la disensión, empobrece y amaina el valor del saber que es contribuir al desarrollo de nuestros pueblos, claro está cada uno en lo que puede y debe opinar.
Seguiré con mis reflexiones. No pierdas la oportunidad de ofrecer tu palabra, tiene un gran valor
Fuente: REFLEXIONES