Pedro Nolasco. Malabo, martes 28/05/02
Los abogados que defienden a los 144 procesados del macro-juicio sumarísimo sobre „atentado contra el jefe del Estado, forma de gobierno, conspiración e inducción a la violencia“, denunciaron en la jornada de este martes que sus procesados, pese a estar a la disposición judicial, siguen siendo interrogados y coaccionados por la policía para conjurar a favor de los delitos que se les imputa. „Nos consta que después de cada sesión los procesados siguen sometidos a tratos inhumanos“.
La denuncia de la defensa se produce a raíz de las apócrifas y antípodas declaraciones que hicieran el lunes y este martes dos de los procesados, el ex comandante del ejército Isaac Mbá Monsuy y el ex alférez de la gendarmería Santiago Ovono Moro, quienes admitieron estar al corriente de la supuesta tentativa „golpe de Estado“ contra el régimen guineano, a través unas simples conversaciones con el responsable de FDR en Bata, Donato Ondó Ondó. Habrían sido, por el momento, los únicos de entre los treinta procesados oídos en declaraciones públicas que reconocen la supuesta trama golpista.
Sin embargo no sostuvieron sus declaraciones ante la defensa, que constató que fueron falsas, manipuladas y carentes de fondo. „Queremos que conste al tribunal que aun mintiendo, si quiera nuestros defendidos saben mentir“. El más conspicuo de estos dos procesados, primos además, Santiago Ovono Moro se encuentra en estado muy crítico como consecuencia de las torturas y prestó declaraciones sentado en una silla.
Ante el ministerio público se declaró ser „activo“ militante del partido gobernante y por tanto anula completamente las declaraciones prestadas a la policía y al juzgado de instrucción de Bata, que constan en el auto de procesamiento, „porque es mejor hablar la verdad“. En su compostura no pudo esconder el odio hacia quien mencionó su nombre.“ (..) Es Ondó Ondó quien me mencionó, por él me encuentro en este estado, he perdido empleo y los hijos abandonados“. Ovono Moro, muchas veces contestaba en vacío, sin que le interrogaran y no dejaba a los letrados terminar de formularle las preguntas. Así durante más de dos horas obsequió al tribunal y a la audiencia un puro espectáculo extravagante. Como era de esperar, la defensa constató que está fuera de sí y presenta problemas psíquicos.
La falta de sustancialidad de la acusación, y los propios procesados desmontando lo montado, continúa siendo la tónica dominante de este proceso. La defensa ha insistido reiteradas veces que „el ministerio fiscal no tiene cargos contra sus defendidos“, lo que ha quedado más que comprobado. Este martes, cuando intervino el Secretario General de la CPDS para ser oído en declaración pública ante el tribunal, el ministerio fiscal no presentó cargo alguno contra él en relación de los delitos que se le imputa.
Plácido Mikó ahorró la tarea de los letrados y puso en ridículo a un ministerio fiscal que confunde „atentado contra el jefe del Estado, forma de gobierno e inducción a la violencia“, con la „coalición de partidos políticos“, en este caso, el Frente de la OposiciónDemocrática (FOD), que agrupa a CPDS, FDR, PP, UP y algunos partidos satélites de la oposición. De esto se le interrogó, también de unos hipotéticos contactos con el líder del disuelto Partido del Progreso, Severo Motó, porque lo de las reuniones con el dirigente de Fuerza Demócrata Republicana, Felipe Ondó Obiang, se descartó en el primer día, cuando su hijo César Elá Ondó manifestó que no hubo aquella reunión y citó el nombre de Mikó y el del general camerunés Nzé Mangué cuando, durante las torturas, se le coaccionó a citar nombres de las personas que conoce. „Mikó es un líder y su nombre suena mucho“, aclaró César, de quien se quiso valer para ningunear al principal líder de la oposición guineana. „Yo no entiendo en qué confusión me quieren meter o en qué confusión se han metido ustedes mismos“, desafío al ministerio fiscal durante su interrogatorio. No obstante, esto es África. Cualquier juicio sumarísimo contra políticos puede extraer castañas del fuego que le convenga.
Pero el día de hoy no solo significó un juicio para Miko, la primera vez que comparece en un tribunal para ser juzgado, aunque de forma arbitraria, sino mientras el público le ovacionó ante su excelente defensa durante el interrogatorio del ministerio fiscal, su mujer, María Jesus era agredida por los efectivos de la seguridad ciudadana, después de que el presidente del Tribunal ordenara echar de la sala a los que le aplaudieron. Aquí, en este país, la represión de las fuerzas del orden es muy patente en eventos de este tipo, que en vez de mantener el orden y la seguridad de los ciudadanos, buscan cualquier indicio para reprimirlos. Esto no es mucha noticia para el régimen de Malabo, como tampoco lo es el que uno asesine y permanezca en la más absoluta impunidad. Pero no así, si intentara militar en la oposición o hacer el uso del derecho de la libertad de expresión.
En el cine Marfil todo se vuelve divertido. La magnitud de la acusación no se demuestra. El ministerio público está en ora de reuniones de Oyem, ora de reuniones de Bata, ora de relaciones de amistad, ora de conversaciones de 1994 o 97 entre amigos, de coaliciones de partidos. En definitiva, el ministerio público, presidido por el fiscal general del Estado, Antonio Nzambi y dos abogados pro comunistas, está más que confuso, como lo reconoció la defensa. Parece que el ministerio fiscal está confundido. Se procesa el intento de golpe de 2002 y se nos habla de la reunión de Oyem. Si no hubo acuerdo no hay delito.
Precisamente, en opinión de los abogados defensores, este juicio ya se debió suspender por una serie de errores procedimentales que lo resta cualquier atisbo creíble. Los procesados declararon bajo tortura, y la mayoría se encuentran en estado muy crítico como consecuencia de estas torturas. El martes, los abogados de Felipe Ondó Obiang exigieron su urgente evacuación porque se encontraba fuera de sí, pero hasta el momento de redactar este artículo no se había producido dicha evacuación.
Pero hasta que no se produce el veredicto final nadie sabría realmente cuál es la intención del régimen guineano respecto a este juicio, si aislar al líder de la oposición guineana y su partido o acabar con los dirigentes de FDR, Guillermo Nguema Elá y Felipe Ondó Obiang, cuyo partido ha tenido un notorio impacto en la provincia de Wele Nzás, concretamente en la región de Mongomo, del que también procede el presidente de la república.
Círculos políticos de la oposición y del gobierno coinciden en afirmar que ese podría ser el fondo de este juicio sumarísimo. Guillermo Nguema Elá reveló durante su interrogatorio que el comisario de policía que le detuvo le dijo que como nos habéis traicionado con la creación de FDR, ahora nosotros os lo vamos a demostrar.
Fuente: La Diáspora