JUICIO EN MALABO / Entre ellos se encuentran Plácido Micó, líder de Convergencia para la Democracia Social, y Severo Moto, del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
MALABO. Quince opositores guineanos fueron condenados ayer a 20 años de prisión en el juicio contra 144 personas acusadas de un presunto intento de golpe de Estado contra el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.
El tribunal desestimó las 18 penas de muerte solicitadas por el Ministerio Fiscal y condenó a 14 años de prisión a Plácido Micó, secretario general del partido legalizado Convergencia para la Democracia Social (CPDS), para el que la Fiscalía reclamaba una pena de 30 años de reclusión por su complicidad en los hechos.
El tribunal consideró probado que los condenados eran culpables de los delitos de «atentado contra el jefe de Estado y la forma de gobierno, conspiración e inducción a la rebelión y homicidio» del presidente Teodoro Obiang.
El ex presidente del Parlamento y líder del todavía no legalizado partido Fuerza Demócrata Republicana (FDR), Felipe Ondo Obiang, acusado por la Fiscalía de ser la figura clave de la conspiración contra el presidente guineano, fue condenado a 20 años.
La misma sentencia fue impuesta al presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PP), Severo Moto; el responsable del FDR en la ciudad de Bata, Donato Ondo, y otras doce personas.
Complicidad
Los hermanos Guillermo Nguema Ela Mangue y Julio Ndong Ela Mangue, ex ministros de Finanzas e Interior, respectivamente, han sido condenados a 14 años de prisión por su complicidad en los hechos.
Plácido Micó, que permanecía en arresto domiciliario desde hace más de dos semanas, ya ha sido trasladado a la cárcel de Black Beach, donde se encuentra el resto de los procesados. Micó, que siempre ha defendido su inocencia, aseguró que su condena es una «estrategia del Gobierno para eliminar a la oposición y aniquilar políticamente» al CPDS.
Julio Ndong Ela Mangue, quien fuera mano derecha del jefe de Estado guineano y uno de sus hombres de máxima confianza durante años, rechazó de «plano el contenido íntegro de las acusaciones y de las condenas, no sólo en relación a mi persona, sino también respecto a cada uno de los ciudadanos que han sido mencionados en el proceso».
El ex ministro, juzgado en rebeldía, reveló a Efe que Ondo Obiang «viene siendo perseguido y represaliado por el régimen de Obiang desde hace varios años».
Más de 30 procesados resultaron absueltos, informó por teléfono desde Malabo el abogado defensor Fernando Micó, que añadió que sus clientes «no están de acuerdo con la sentencia y vamos a recurrir».
Los tres fiscales, Serafín Ondo Meye, Antonio Nzambi Elonga y David Nguema Obiang, que no pudieron presentar pruebas materiales contra los acusados, elevaron en sus conclusiones definitivas sus peticiones de condena por considerar que concurrían «circunstancias agravantes de la responsabilidad criminal» de los procesados.
La Fiscalía reclamó la pena de muerte para 18 acusados, entre ellos Ondo Obiang, y penas de 30 años para otros 27.
Torturas
Los fiscales justificaron su posición en los testimonios de dos de los procesados, que, obligados a declarar mediante tortura, ratificaron ante el tribunal que fueron informados de una posible operación de desestabilización, dirigida por Ondo Obiang, maestro de 62 años.
El ex comandante del Ejército Isaac Mba Mesuy y el ex alférez de la gendarmería Santiago Ovono Moro declararon que Donato Ondo les puso al corriente de esa supuesta trama golpista.
Durante el juicio oral, que duró más de una semana, los procesados declararon que habían sido torturados en los interrogatorios por los efectivos de la Seguridad Presidencial, dirigidos por los generales Armengol Ondo Nguema, Agustín Ndong Ona, Diosdado Nguema Eyi y Antonito, hermanos y familiares de Obiang.
Los defensores pidieron la anulación del juicio porque las «leyes nacionales e internacionales obligan a anular los juicios penales» cuando las declaraciones de los procesados «han sido obtenidas bajo tortura».
La Ejecutiva de FDR en España consideró ayer que las contradicciones entre lo declarado en el juicio por el ministro del Interior, Clemente Engonga Nguema, y lo mantenido por la Fiscalía demuestran la intención de «ejecutar sin causa ni motivo a los principales adversarios políticos de Obiang en la provincia de Wele Nzas».
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«Un montaje político»
MALABO. Las sentencias pronunciadas ayer en el cine Marfil de Malabo son «un montaje político para eliminar a toda la oposición ante las elecciones convocadas para febrero de 2003», afirmó Ana Balletbo, secretaria general de la Fundación Internacional Olof Palme, que encabezó una delegación de observadores internacionales en este proceso.
Balletbo calificó la sentencia de «intolerable», dada la «absoluta falta de pruebas, la inseguridad jurídica y la falta de garantías», factores a los que habría que sumar las torturas infligidas a muchos de los acusados, que comparecieron ante el tribunal presentando claras señales de tortura.
«Obiang ha perdido la confianza del clan de Mongomo y teme que una posible fusión entre el no legalizada Fuerza Demócrata Republicana (FDR) de Felipe Ondó Obiang y la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) de Plácido Micó le pudiera arrebatar la presidencia», añadió Balletbo, que hizo un llamamiento a la UE «para que no permita que se ejecuten estas sentencias».
Fuente: El mundo (10.6.02)