El 26 de julio, el general Abdourahamane Tchiani, comandante de la guardia presidencial de Níger, lanzó una “manifestación antirrepublicana” contra el presidente democráticamente electo de Níger, Mohamed Bazoum. Horas más tarde, el Coronel Mayor de la Fuerza Aérea Amadou Abdramane anunció el derrocamiento de Bazoum en el canal de televisión estatal de Níger y declaró la formación de la junta militar del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP). Si bien Bazoum se negó a renunciar a su cargo y defendió su legitimidad en Twitter, el portavoz del CNSP, el coronel mayor Amadou Abdramane, declaró el 28 de julio que Tchiani era el nuevo líder de Níger.

El golpe de estado de Níger, que fue el primero desde que el presidente Mamadou Tandja fue derrocado en febrero de 2010, siguió a eventos similares en Guinea, Burkina Faso, Malí y Chad y subrayó el colapso de la democracia en la región del Sahel. Aunque el golpe de Níger podría tener implicaciones negativas palpables para la seguridad de África Occidental, las reacciones internacionales a la toma del poder por parte de Tchiani variaron considerablemente.

Estados Unidos y Francia condenaron el golpe y reafirmaron la legitimidad de Bazoum, mientras que la Unión Africana dio a la junta de Níger un ultimátum de 15 días para disolver su régimen. Emiratos Árabes Unidos (EAU) también condenó el golpe, posiblemente porque quería disipar los rumores de su apoyo a Tchiani en los medios regionales. Otras potencias regionales en Medio Oriente y África del Norte (MENA), como Turquía, Egipto y Arabia Saudita, emitieron declaraciones más suaves de "preocupación". La declaración de China sobre el golpe tuvo un tono igualmente neutral y enfatizó la seguridad de sus ciudadanos.

La reacción aparentemente simpática de Rusia al golpe de Tchiani fue un caso atípico sorprendente. Si bien el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, apoyó vagamente la restauración del "orden constitucional" en Níger, acusó al gobierno de EE. UU. de doble rasero por condenar el golpe de Tchiani y apoyar el "golpe" de febrero de 2014 en Ucrania que derrocó al presidente Viktor Yanukovych, a pesar de su reciente disputa. con el Kremlin, el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, describió el golpe como una victoria contra el colonialismo occidental y ofreció los servicios de sus contratistas militares privados al ejército de Níger.

Es poco probable que la nueva junta de Níger siga el curso antioccidental de línea dura de los regímenes militares de Malí y Burkina Faso. Estados Unidos y Francia ven a Níger como su último punto de apoyo importante en el Sahel, y el pobre historial antiterrorista del Grupo Wagner en Malí podría disuadir a Tchiani de aceptar las propuestas de Prigozhin. Los intereses comerciales de China y las potencias regionales en MENA y África favorecen la estabilidad en Níger y no dependen de la naturaleza del régimen en Niamey. Una política de compromiso pragmático por parte de socios clave, que refleje la alineación histórica de Francia con el difunto dictador de Chad, Idriss Déby, o la cooperación de Washington con el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi, podría permitir que el régimen de Tchiani escape del aislamiento internacional.

Inmediatamente después del golpe de Estado de Tchiani, las perspectivas de una cooperación antiterrorista continua de Occidente con Níger parecen sombrías. Al igual que las juntas de Malí y Burkina Faso, el CNSP citó el “continuo deterioro de la situación de seguridad” como justificación del golpe. El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, anunció un "cese inmediato del apoyo presupuestario" a Níger y la suspensión de "acciones de cooperación en el campo de la seguridad". Francia reflejó la decisión de la UE al suspender la asistencia para el desarrollo a Níger. Esto sume el futuro de las 50-100 tropas de la UE en Níger, que brindan ayuda logística y asistencia para el desarrollo de infraestructuras, en un estado de incertidumbre.

Si bien Francia no ha amenazado con retirar su fuerza de 1.500 efectivos, que incluía fuerzas que se desplegaron previamente en Malí, evacuó a algunos ciudadanos europeos de Níger. Para expresar su solidaridad con las autoridades legítimas de Níger, el secretario de Estado de los EE. UU., Antony Blinken, habló con Bazoum el 30 de julio. Blinken advirtió posteriormente que "cientos de millones de dólares" de la asistencia económica y de seguridad de los EE. UU. a Níger estaban en riesgo si la "gobernanza democrática" no era restaurado El contingente estadounidense de 1.000 soldados en Níger ahora está confinado a una base estadounidense en Agadez.

A pesar de estas señales negativas, una ruptura total de la cooperación de seguridad de Níger con Occidente no es inevitable. El golpe de Tchiani está motivado principalmente por la ambición personal más que por la ideología, y adoptar una postura antioccidental de línea dura podría generar una reacción interna. Durante los primeros dos años de la presidencia de Bazoum, Tchiani fue un partidario leal del gobierno de Níger. Tchiani frustró un intento de golpe del capitán de la Fuerza Aérea de Níger, Sani Gourouza, contra Bazoum en marzo de 2021 y luego fue condecorado por Bazoum por su “espíritu de devoción, abnegación, disponibilidad y lealtad”. El golpe de Tchiani probablemente fue una reacción a la amenaza de su despido. Según los informes, el general de 62 años corría el riesgo de ser derrocado y enfrentaba el descontento de otros miembros de la guardia presidencial de Níger.

La controvertida reputación de Tchiani sigue siendo un lastre para él como líder de facto de Níger. La estrecha alineación de Tchiani con el predecesor de Bazoum, Mahamadou Issoufou, quien lo elevó al rango de general en 2018, continúa polarizando la opinión, y se rumorea que hay luchas internas entre los golpistas. Dado que Malí y Burkina Faso sufrieron sucesivos golpes de estado, el riesgo de que las luchas internas desencadenen un segundo golpe es alto. La perspectiva de una intervención de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) en Níger, que fue condenada por Brig. El general Mohamed Toumba como un “plan de agresión” ocupa un lugar preponderante. El 30 de julio, la CEDEAO le dio a Tchiani una semana para ceder el poder, impuso sanciones financieras a Níger y no descartó el “uso de la fuerza”. Debido a estos riesgos, Tchiani podría errar por el lado de la precaución y evitar movimientos incendiarios, como la expulsión de las fuerzas occidentales, que podrían resultar contraproducentes.

El potencial del Grupo Wagner para reemplazar a las fuerzas occidentales tampoco debe exagerarse. Después de que Níger autorizó el despliegue de fuerzas antiterroristas extranjeras en abril de 2022, organizaciones anti-francesas como el Movimiento M62 comenzaron a organizar protestas en Niamey. Una manifestación de septiembre de 2022, que atrajo a varios cientos de participantes, presentó los lemas “Fuera Barkhane”, “Abajo Francia” y “Larga vida a Putin y Rusia”. Estas protestas fueron avivadas por la desinformación rusa, que alegaba que Francia estaba saqueando las vastas reservas de uranio de Níger para apuntalar sus suministros eléctricos. El 30 de julio, miles de manifestantes golpistas con banderas rusas marcharon por las calles de Niamey e intentaron asaltar la Embajada de Francia.

A pesar de estas muestras de apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, Rusia sigue siendo una incógnita para los funcionarios de Níger. Aparte de un acuerdo de cooperación militar abierto de agosto de 2017, que incluye una disposición contra el terrorismo, Níger tiene pocos vínculos de seguridad con Rusia. El pobre historial del Grupo Wagner en Malí, que incluye un aumento sostenido de las bajas civiles, contrasta con la reducción de la violencia política en Níger en 2022. Aunque el CNSP ha afirmado falsamente que la situación de seguridad de Níger se está deteriorando, estas tendencias podrían convencer a Tchiani de seguir a Burkina Faso. El camino del líder de la junta Ibrahim Traoré de cortejar a Rusia como socio estratégico pero no aceptar al Grupo Wagner.

Si Tchiani no adopta una agenda abiertamente antioccidental ni acepta a los contratistas del Grupo Wagner, Francia, Estados Unidos y la UE podrían reanudar la cooperación en materia de seguridad con Níger. A diferencia de sus campañas pasadas en Malí, las operaciones antiterroristas de Francia en Níger dependen de los comandantes locales. Su contingente simplemente proporciona equipo, entrenamiento y apoyo de inteligencia. Dado que Francia ha cooperado estrechamente con figuras de la coalición de Tchiani, sus operaciones antiterroristas podrían continuar con relativamente pocas interrupciones.

Estados Unidos desea mantener sus dos bases de aviones no tripulados en Níger, que le permiten recopilar información de inteligencia en el Sahel y África Oriental, y su entrenamiento y cooperación antiterrorista con las fuerzas armadas de Níger garantizan la supervivencia de estas instalaciones. La UE también considera que la inestabilidad en Níger es perjudicial para sus intereses, ya que era un centro de tránsito crítico para los inmigrantes africanos hacia Europa. En respuesta a las crecientes tasas de migración, Níger prohibió muchos lugares de migración hacia el norte en 2015 y se coordinó estrechamente con la UE contra la trata de personas. El compromiso pragmático con la junta de Níger podría verse como un mal menor que un vacío de seguridad que hace que el yihadismo o la migración ilegal se disparen.

Independientemente de cómo Francia y Estados Unidos decidan acercarse a la junta de Níger, es probable que otras potencias externas se queden en Níger. China es el segundo mayor inversor en la economía de Níger después de Francia y recientemente ha tomado medidas para expandir su presencia. La compañía petrolera estatal china Sinopec busca complementar el dominio tradicional de China National Petroleum Corporation en el sector petrolero de Níger. Durante el mes pasado, los líderes empresariales chinos discutieron el desarrollo del oleoducto Benin-Níger de 1200 millas y la reanudación de la extracción de uranio en Níger después de una pausa de nueve años. Los primeros indicios sugieren que China no abandonará estos proyectos. Zhang Yongpeng, experto del centro analítico Taihe de Beijing, sostuvo que el único escenario que precipitaría una salida china es una guerra civil al estilo de Sudán y expresó su confianza en la capacidad de las empresas chinas para capear un conflicto de menor intensidad.

Las potencias regionales de Medio Oriente probablemente reflejarán el enfoque de China sobre el golpe de Estado en Níger. Desde que el presidente Recep Tayyip Erdogan visitó Niamey en enero de 2013, Turquía ha profundizado su cooperación en materia de seguridad con Níger. En julio de 2020, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, firmó un acuerdo de cooperación militar con Issoufou y transfirió seis drones Bayraktar TB2 y aviones de entrenamiento Hurkus a fines de 2021. Turquía también alberga aspiraciones de construir una base aérea en Níger para albergar su equipo militar.

Es probable que las relaciones de Níger con el mundo árabe resistan el golpe. Para contrarrestar la influencia turca en el Sahel, Egipto ha proporcionado formación y financiación a las fuerzas armadas de Níger. El 8 de julio, Egipto proporcionó a Níger un “gran envío” de equipo militar, como vehículos blindados de reconocimiento BRMD-2 y obuses M-30. La cooperación de seguridad de los Emiratos Árabes Unidos con Níger ha disminuido desde que redujo el apoyo al jefe del Ejército Nacional Libio, Khalifa Haftar, en la vecina Libia en 2021. Sin embargo, Níger encaja en su estrategia de inversión en África Occidental de $ 19 mil millones, que se dio a conocer en 2014. Esta estrategia está impulsada por dos empresas de construcción con sede en los Emiratos Árabes Unidos, Trojan General Contracting y Essar Projects, y busca construir vías férreas, carreteras, puentes, aeropuertos y plantas de energía térmica en toda la región.

Arabia Saudita también ha invertido en proyectos importantes, como la presa Kandadji y la construcción de escuelas primarias locales, ya que busca limitar el alcance de la cooperación económica de Níger con el rival de Riad, Irán. El excanciller iraní Mohammad Javad Zarif se reunió con altos funcionarios de Níger en octubre de 2017 y mayo de 2019 para impulsar el comercio bilateral. Desde la visita del entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en abril de 2013 a Niamey y la decisión simultánea de Teherán de construir dos nuevas minas de uranio, ha persistido la especulación sobre las compras de uranio iraní a Níger.

Si bien la trayectoria política a corto plazo de Níger está envuelta en incertidumbre, la inestabilidad desenfrenada sería perjudicial para los intereses de todas las principales partes interesadas externas. Estos intereses financieros e imperativos de seguridad podrían convencer a las potencias externas para que lleguen a un acuerdo faustiano con la junta de Níger, mientras presionan a Tchiani para que acepte un marco para una transición a un gobierno civil. Tchiani ahora tiene la opción de seguir una política exterior de múltiples vectores que equilibre los poderes rivales o seguir el camino prorruso de los líderes de la junta en Malí y Burkina Faso.