Malabo sufre una epidemia de cólera desde hace una semana aproximadamente.

Las autoridades permanecen en silencio ante esta grave epidemia, que se produce después de un mes y medio sin agua en la capital Malabo.

No solo es la falta de agua. La suciedad que invade Malabo es otra fuente de insalubridad que ha propiciado el cólera. El olor de la suciedad sin recoger se ha hecho insoportable en la capital del país tercer productor subsahariano de petróleo.

El anterior alcalde de Malabo se apropió de los camiones regalados por el ayuntamiento de Madrid aduciendo que eran suyos porque las gestiones ante el alcalde de Madrid las hizo él. El anterior alcalde está casado con una sobrina de Obiang Nguema y al parecer ni jueces ni fiscales, ni la actual alcaldesa han hecho nada para incoar un proceso criminal contra Angabi.

La falta de agua en una ciudad que está situada en una de las zonas más lluviosas del planeta es un hecho llamativo para el resto del mundo. Más insólito es el hecho de que el país produce más de 400 mil barriles de petróleo diarios y Baltasar Esono Edjo acaba de dar unas cifras de crecimiento del PIB del 26,6% en el año pasado 2004. Más insólito es el hecho de que más de 700 millones de dólares permanecen en la banca Riggs en unas cuantas que Obiang tuvo que reconocer su existencia después de una investigación del Senado norteamericano. Esas cuentas solo reconocen la firma de Obiang y de su sobrino Esono Edjo. Al reconocer la existencia de esas cuentas, Obiang se justificó diciendo que era dinero del pueblo mientras que ese pueblo ahora padece el cólera y la falta de hospitales, de agua y de servicios urbanos de limpieza y recogida de basura, por no citar más que los casos más contradictorios.

La única obra hecha en 26 años del gobierno de Teodoro Obiang sobre agua fué la apertura de algunos pozos en lugares estratégicos de la ciudad. Estos pozos estaban dotados de una bomba y de una fuente, a la que acudía el vecindario. Los pozos fueron abiertos por los cooperantes franceses dentro de un proyecto de cooperación financiado por la Unión Europea que, en principio, debía reconstruir la infraestructura completa de traida de aguas.
Sin embargo, Malabo, al contrario que Bata, disponía en la fecha de la independencia de un sistema completo de traida de agua y de alcantarrillado moderno que en 30 años sin mantenimiento ha sido destruido casi en su totalidad.

Los habitantes de Malabo dicen que algunas personalidades del régimen se dedican a apropiarse sin más de las bombas del sistema de agua, las cuales colocan en los numerosos chalets que construyen para alquilarlo a los extranjeros a precios elevados. Las personalidades del régimen, la mayoría analfabeta, no conoce la forma de vida de una ciudad moderna e ignora los conceptos comunes de servicio público. Dada la inexistencia de un sistema judicial, es imposible recuperar o denunciar el robo de bombas que llevan a cabo los delincuentes del régimen. La ciudad se ha quedado así sin agua. Increible.





Fuente: Interna

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