Por: Antonio Miko Abogo
Lo que antes comenzara como un fenómeno puntual y aislado está tomando forma. Se extructura con verdadera vocación sistemática y, como si fuera una aparición cancerígena, destruye el tejido afectado con envenenada persistencia. Seamos más verticales: se trata de la grangrena informativa que amenaza (la amenaza ya es en parte un hecho), a manos de un sector mayoritario de la oposión en el exilio, con extrangular la relidad sociopolítica vigente en Guinea Ecuatorial. Éste artículo, en el mejor de los sentidos, formula una invitación ética, que conduzca a una reconsideración de la aptitud editora de aquéllas ventanas de opinión e información (espacioseuropeos.com, guinea-ecuatorial.net, ¿Afrol NweusƐl Muni/Pedro Nolasco?) vinculadas con tan insano ejercicio, que hace de las mismas, verdaderas tribunas de la infamia.
En efecto, la contradictoria actitud de una contraoposición, en el ámbito genérico de la oposiciòn, se explica desde la absurda creencia de que la contingencia de la oposición interna está sujeta a la existencia o no de la oposición en el exilio. Hay aquí un argumento primario, en base al cual se proclaman soluciones de dependencia, amansamiento y colaboracionismo, para fundamentar la permanencia de la oposición interna y, en última instancia, las propias carencias: si nosotros sucumbimos ante los mecanismos represivos de la Dictadura y optamos por el exilio, si nosotros renunciamos a nuestros lugares vivos, a los que añoramos retornar, los que se quedaron no pudieron hacerlo más que por una falsa apariencia de entereza. Se formula así el mundo desde el encierro de la subjetividad, cuando no desde la vileza a la que a veces nos arriman el fracaso y la frustración plíticos. Hemos ahí que los que utilizaron el discurso de la fatalidad para explicar su exilio y desacreditar a la oposición interna manejen ahora el argumento en torno a los escaños como un refuezo coyuntural a su irracionalidad. Se fomenta, de ese modo, perjuicio sobre la presencia en una institución esencialmente -¡fíjense señores!- conflictiva, y la proyección y desarrollo de la actividad política de oposición desde una fijación no de gobierno, más bien de denuncia y censura directa al ejercicio gubernativo(a diferencia de la actividad que se practica en los cortos y trabados períodos de campaña electoral, dirigida al pueblo). Como corolario, si el desempeño de la oposición en semejante institución (dominada, por cierto, por la Dictadura) significa colaboracionismo, no lo es menos la subsistencia de un partido político en un estado fagocipado por la misma (la Dictatura). Los que hacen acreencia de esta viciada y resentida máxima son propensos a soluciones desvinculantes, soñadoras, desprovistas de antecedentes pragmáticos... ”Las elecciones se hacen en condiciones democráticas”. Perfecto. Como si tales condiciones fueran a llegar allende los mares y los cielos. Nunca mejor dicho, tuvieron [como el Harry Potter] una infancia fantástica.
Y ahora la estrategia se ha diversificado. ¡Probemos con los ataques personalizados! El señor Eson Eman no ha hecho más que escupir el veneno tanto tiempo incubado en sus vísceras. Sí, ese veneno, ¡recuerde, don Miguel! como la cola traicionera del mono.
Sinceramente, no quisiera enredarme en esa trapería. No obstante, unos apuntes para el señor Eson Eman. Es incongruente que un hombre capaz de rechazar una proposición de cargo en las mismísimas dependencias de las Naciones Unidas (en Nueva York), cuando recién ascendido a secretario general de su partido en 1993, miembro de un grupo político que funciona democráticamente (recuerde: tres congresos, varios consejos nacionales, reuniones ejecuvas periódicas, intensos debates internos, reformas orgánicas consensuadas...), responda con ese silencio que usted menciona con tan maleada suspicacia a una sugerencia como la que usted señala. Señor Eson Eman, ese mismo hombre declinó el ofrecimiento de sueldo que se le hizo en calidad de Coordinador General de la POC - no consta a nadie que usted hiciera lo propio con su suculenta retribución como miembro del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio-. Aún más. Su salida definitiva de Guinea Ecuatorial no se debió a una particular amenaza por parte de la Dictadura contra usted, si por tal amenaza no entendemos la situación general de hostigamiento que ésta somete a todo político y a la población. Fueron la exclusión social, política y laboral, la práctica estratégica de la humillación, el horror de la tortura, la oscuridad de la celda... Naturalmente, todo ser humano tiene el derecho de optar por el exilio ante tan escabroso panorama, mas aniquilamos el sentido común cuando insinuamos que el traidor es el que resolvió afrontar la adversidad. ¡Don Miguel, nos tiene desengañados! Su sonrisa siempre fue de falsa plata.
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Fuente: Antonio Miko Abogo
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