JAVIER OLAVE. Enviado especial SYDNEY.- Speedo contraataca. Si la imagen más difundida de los Juegos hasta ayer era la de Ian Thorpe embutido desde los tobillos al cuello en su espectacular bañador integral Adidas, Speedo acaparó ayer muchos minutos de televisión con su nuevo «fichaje»: Eric Moussambani. El hombre de moda, el nadador que aparecía ayer en la página 3 de algunos periódicos australianos, posó ayer para Speedo. Y después se zambulló, por segunda vez en su vida, en una piscina de 50 metros. El nadador guineano Moussambani se impuso en la primera manga de calificación de los 100 metros libres el pasado martes. En su manga sólo iban a tomar la salida otros dos nadadores, que forzaron su descalificación con salidas nulas para no participar. Moussambani y los otros dos -el nigeriano Karin Bare y el tajistano Farkhood Oripov- han acudido a los Juegos acogiéndose a un programa del Comité Internacional Olímpico (CIO) que permite invitar a algunos atletas de países del Tercer Mundo para desarrollar la competición. En Sydney hay unos 60 atletas de estas características. La mayoría finge lesiones o acude a trucos como las salidas falsas de Bare y Oripov para evitar el bochorno. Sin embargo, Moussambani se lanzó a la piscina y, con un tiempo que triplicaba el récord mundial de la distancia, acabó su manga entre los vítores de una piscina divertida con lo insólito de la escena. Moussambani se ha convertido en una de las estrellas de los Juegos. Ayer viajó de televisión a televisión, y tuvo que hacer un inciso para acudir a la piscina Cook and Philip, donde Speedo le entregó uno de los bañadores integrales que están siendo utilizados en la competición olímpica. El atleta, que sólo lleva cuatro meses nadando, tantos como lleva constituida la Federación Guineana, se lo probó y saltó a la piscina. Debió de pensar que su mala marca se debía a que no cuenta con los medios que disponen otros países, y ni corto ni perezoso, se atrevió a afirmar: «Si yo tuviera un buen entrenador, seguro que podría aspirar a medalla en los Juegos de Atenas». Para preparar los Juegos, sólo pudo entrenarse en ríos salvajes y pequeñas piletas de no más de 20 metros. La Federación Internacional de Natación (FINA) señaló ayer que el caso de Moussambani puede repetirse mientras continúe en vigor el actual sistema de invitaciones. Guinea ha acudido a estos Juegos con cuatro atletas. Precisamente el abanderado fue Moussambani y a su lado desfilaron otros tres representantes, dos de atletismo y una nadadora. Todos ellos han acudido a Sydney con wild cards. «La regla de que algunos países puedan invitar a atletas que no han conseguido las mínimas debe ser revisada», manifestó ayer Cornel Marculescu, director ejecutivo de la FINA. La actuación de Moussambani ha reavivado la polémica al respecto de las marcas. La Villa Olímpica se dividía ayer entre los atletas que aplaudían la decisión y el arrojo de Moussambani y los que criticaban que, en la competición de mayor nivel del mundo, se cuelen estos «polizones».

Fuente: El Mundo (21/9/00)

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