”Una fecha inolvidable”

Humberto Riochí, portavoz del MAIB

Se cumplen diez años de aquel día en el que unos jóvenes bubis se alzaron contra el régimen guineano expresando el cansancio acumulado por el ninguneo institucional fang, diseñado por el “nguemismo” y capitaneado desde hace décadas por Obiang. El 21 de enero de 1998 significó un punto de inflexión fundamental, en todos los órdenes, para la capacidad de aguante de los bubis que habían venido soportando las irresponsabilidades gubernamentales y particulares de los fang, las injusticias de Estado, los usos y abusos contra las libertades personales y colectivas, todo ello en nombre de una unidad de destino “made in Spain”.

La “salvaguarda de la personalidad de Fernando Poo” prometida y anunciada urbi et orbe por España en 1968 la asumieron entonces unos jóvenes bisoños en la materia, convertidos en improvisados camicaces. Su ilusión era ver, después de su gesta y su entrega, un amanecer de libertad para su pueblo y sus familias.

Bioko

Aquel intento, que acabó en un estrepitoso fracaso, habilitó a Obiang para poner en marcha y sin disimulos, toda su maquinaria asesina. Fueron arrestados casi un millar de personas. En las cárceles y en las comisarías de policía no había sitio ”para meter a tanta gente”. Más de un centenar acabaron en un juicio sumarísimo y sin garantías procesales, en el que fueron condenados a penas de entre cinco y veinticinco años de prisión mayor, para los afortunados, mientras una decena larga de ellos oía su sentencia a la pena capital.

A nivel institucional se aprovechó la situación para cesar a muchos funcionarios bubis. Algunos trabajadores colocados en empresas privadas fueron despedidos “por orden de la superioridad”, en tanto potenciales sospechosos de simpatizar con las ideas de los amotinados.

En aquellos días fueron asesinadas en las comisarías hasta seis personas. Además, en Malabo, Carmelo Yeck Bohopo murió de una brutal paliza. Marcos Rope fue abatido a tiros en las inmediaciones de la villa de Rebola y su cadáver expuesto como trofeo en la zona central del pueblo, al lado de las escuelas, para que los escolares pudieran recibir gratis una sesión de pedagogía del obianguemismo. Martín Puye fue torturado a la checa y moriría después del juicio. La misma suerte corrió Aurelio Losoha, anciano septuagenario que tras las palizas fue deportado, con el grueso de condenados, a Evinayong (región continental) de donde salió prácticamente cadáver. La lista de muertes indirectas sigue hasta que hace dos años, Obiang ordenó el asesinato de Laesá Bitá Rope en Costa de Marfil.



Pescadores bubis de Ureka



La explicación oficial que se dio de lo ocurrido indicaba que el pueblo bubi había atacado, no a Obiang ni al sistema, sino al pueblo fang afincando en Bioko, por lo que éste tenía derecho a contestar con artillería pesada. Con esta idea, los devotos del “nguemismo” aprovecharon la coyuntura y prodigaron sus actos vandálicos. Confiscaron bienes muebles e inmuebles, empresas, violaron domicilios para llevarse todo lo que de valor había en ellos, abusaron de mujeres y niñas en presencia de sus maridos y/o padres.

Los hechos de enero de 1998 fueron la expresión de la red clandestina más importante de la historia política de Guinea Ecuatorial. La represión ejercida por el régimen, auxiliado por una parte de la comunicad fang, alcanzó al conjunto de los bubis con especial contundencia y ferocidad. La isla de Bioko permaneció ocupada militarmente durante meses. Políticamente expresó la quiebra más evidente de la coexistencia entre bubis y fang y puso de manifiesto, antes, durante y después, la nula voluntad de Obiang y los suyos para dar lugar a una convivencia en igualdad y libertad entre todos los pueblos de Guinea Ecuatorial. Obiang había intentado una vez más que aparecieran identificados sus intereses con los del Estado, su supervivencia política con la de Guinea Ecuatorial.

Diez años después, las razones que motivaron aquella asonada se han multiplicado exponencialmente. La hostilidad generalizada contra todo lo bubi sigue a la orden del día. La apisonadora de derechos individuales y colectivos funciona mejor que nunca, mientras la impunidad se ha convertido en “derecho étnico” para los autores de los atropellos.

Los polvos de la irresponsabilidad y los caprichos de España nos han traído los lodos de la barbarie. Porque también este año cumplimos cuatro décadas de abusos de poder, de chulería étnica, de regresión y de terrorismo de Estado. Como pueblo, estamos bordeando los límites de lo tolerable.



Plantación de cacao abandonada en la isla de Bioko

Cada vez que hemos planteado la situación de nuestro pueblo, reconocida internacionalmente por organizaciones de prestigio como Naciones Unidas, el Departamento de Estado norteamericano, Amnistía Internacional, Global Witnness o las iglesias y confesiones más importantes de Occidente, nos encontramos con “voces democráticas” que niegan la mayor: “En Guinea Ecuatorial no hay problemas étnicos, lo que existe es una dictadura”, dicen muchos que se cuelgan la vitola de demócratas. ¡Craso error! Porque en aquella República existen problemas, y muchos que van más allá de la dictadura de Obiang y también existen, ¡como no! problemas étnicos muy importantes. Es hora ya de decirlo.

Porque aquel país se asienta sobre la falla tectónica de un descontento generalizado y de un revanchismo encubierto que puede terminar en un conflicto de todos contra todos, no se puede estar tanto tiempo negando las evidencias con respuestas fáciles, minimizando los problemas reales.. Las respuestas fáciles no existen cuando se trata de buscar y encontrar soluciones duraderas.



Dirigentes del MAIB en una reunión con dirigentes del PNV

Los bubis no pensamos estar eternamente en el limbo, o servir para dar cauce a la adrenalina acumulada de ningún pueblo, o para alimentar las abultadas cuentas corrientes de muchos para mayor gloria de Río Muni. Queremos ser libres. Estamos en la obligación de defender nuestra tierra ocupada, nuestra cultura prostituida y nuestra identidad pisoteada y amenazada. Estas son, y no otras, las razones que han hecho del 21-E una fecha inolvidable para nosotros.

No estamos haciendo apología de la violencia, porque la violencia solo genera violencia, odio y miseria. Estamos apelando a la conciencia de los jerarcas nacionales, del noble pueblo fang de Río Muni que no participa en la ceremonia del sojuzgamiento de otros pueblos, a las conciencias patrióticas y generosas que pueblan Guinea Ecuatorial para que haya una cesión en las ambiciones étnicas, clánicas, ideológicas y personales en aras a edificar una nueva República en la quepamos todos. Hasta entonces, nuestro horizonte es la autodeterminación de Bioko.




Fuente: Bosila

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos