Xavier Montanyà Atoche: “España calla ante la dictadura de Guinea a cambio de más petróleo”

2008-04-03



Memoria negra es un documental sobre las consecuencias de la colonización española en Guinea Ecuatorial. Su director es Xavier Montanyà.
— El colonialismo es un tema incómodo, ¿verdad?
— Es un tema espinoso. El colonialismo es algo aberrante porque ha consistido en que una serie de países ricos se repartieron el mundo y, además, vetaron las tradiciones de los países pobres y los explotaron económicamente.
— ¿Qué pretende su película?
— En primer lugar, hemos querido recordar que Guinea Ecuatorial fue una colonia española y que allí han pasado y pasan cosas muy graves que algunos quieren ocultar.
— ¿Por ejemplo?
— En Guinea, los franquistas tenían muchos intereses económicos y cuando se produjo la independencia, el gobierno de España propició la cruel dictadura de Francisco Macías y después se implicó, de forma directa o indirecta, en un intento de golpe de estado que acabó con un baño de sangre. Todo eso hay que darlo a conocer porque es muy importante para los guineanos, pero también para los españoles.
— Con frecuencia olvidamos la historia.
— Así es. España siempre ha ignorado que en Guinea Ecuatorial hay un gobierno dictatorial, que dirige Teodoro Obiang, denunciado por Amnistía Internacional por torturas y por la violación de los derechos humanos.
— ¿Por qué ese silencio?
— En Guinea Ecuatorial hay mucho petróleo que, sobre todo, explotan compañías americanas, aunque también francesas, belgas y españolas. Por tanto, España calla porque aspira a tener más parte en el pastel del petróleo guineano.
— No les dejaron rodar la película en Guinea. ¿Por qué?
— Durante cuatro meses estuvimos haciendo gestiones para poder rodar en Guinea Ecuatorial, pero no nos dieron permiso. Curiosamente, cuatro años antes yo ya había estado en el país haciendo un documental para TV3 sobre el gorila Copito de Nieve y no tuvimos ningún problema. Entonces, nos recibió incluso el ministro de información y turismo.
— ¿Cómo lo solucionaron?
— La parte africana la tuvimos que rodar en Camerún, donde hay muchos refugiados guineanos. Y el resto de la película se hizo con imágenes de archivo y a base de entrevistas.
— Incluso a franquistas de la época, ¿Qué opinan?
— De sus palabras se desprende que creían que la colonización fue un acierto y que los africanos son inferiores. Hablan con mucha tranquilidad del dominio español y a veces dicen aberraciones.
— ¿Por ejemplo?
— Bueno, Fraga llega a decir que España no era colonialista sino “civilizadora y creadora de pueblos”.
— Es la idea del imperio de ultramar.
— Sí, tienen una idea delirante del imperio español. Según ellos, civilizar un país quiere decir acabar con sus tradiciones y costumbres.
— ¿Pero qué piensan los guineanos de la política del gobierno de España?
— Están muy decepcionados, tanto del gobierno actual como de los del PP y de UCD. Algún entrevistado opina que los gobiernos españoles son cómplices del dictador Obiang. Cuando están en la oposición, los partidos españoles prometen a los refugiados guineanos que les ayudarán, pero al llegar al poder se olvidan.
— No se mojan.
— De ninguna manera y eso que la situación en Guinea es preocupante. Le daré dos cifras al respecto. Entre los años 2000 y 2004 la producción de petróleo se ha multiplicado por cuatro y, sin embargo, en el mismo periodo, la esperanza de vida ha bajado de los 49 a los 43 años.
— Es terrible.
— Sí, el dinero del petróleo se lo quedan las compañías foráneas y los que gobiernan, que viven con todos los lujos y se llevan el dinero a paraísos fiscales mientras la gente del pueblo vive en la miseria.
— Y sin derechos.
— Los informes de Amnistía Internacional hablan de detenciones ilegales, torturas, desapariciones y demás.
— Pero casi no se habla de ello.
— Es un país muy pequeño, tanto que parece que no exista. Apenas tiene medio millón de habitantes y todas las personas opositoras a Obiang están muertas o en el exilio. Y los gobiernos de España han colaborado a dar la imagen de que en Guinea Ecuatorial no pasa nada.
— Hace poco Obiang visitó España.
— Así es y estuvo de visita oficial en Madrid, aunque el Parlamento se negó a recibirlo porque está denunciado por Amnistía Internacional. La Banca Riggs americana, por ejemplo, aceptó millones de dólares de la familia Obiang, cuyos miembros viajan a Estados Unidos con total impunidad.
— El futuro, por tanto, es negro como el petróleo.
— Sí. La familia de Obiang lo controla todo y no tiene ninguna oposición. Su sistema político, aparentemente democrático, es un fraude, tanto que incluso se han contabilizado más votos a favor de Obiang que personas censadas. Pero mientras siga saliendo petróleo, será difícil cambiar algo.
— ¿Está funcionando la película?
— Pues empieza a verse un poco, pero la verdad es que hasta ahora apenas se ha distribuido y es una lástima porque la gente que ha participado en ella lo ha hecho con la ilusión de denunciar lo que pasa en Guinea Ecuatorial. Además, la película se ha hecho con aportaciones económicas públicas, de TV3 y de TVE y también ayudas europeas y de la Generalitat.
— Se debería rentabilizar esa inversión, ¿no?
— Claro, ya que hay una inversión de dinero público, se debería cuidar más la distribución. Menos mal que hay fundaciones como la de ”la Caixa” que se han interesado por el tema.
— No se hacen bien las cosas, ¿verdad?
— No. Si se destina dinero público a un proyecto que se considera de interés público, lo lógico es que después se intente divulgar el trabajo hecho, sobre todo cuando se trata de denunciar injusticias sociales y políticas.

Diego Aránega



Fuente: LA MAÑANA

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