Desde esta página plural, independiente y de libre expresión, único bastión informativo al que pueden recurrir los guineanos junto a la Casa de la Palabra Democrática, (Foro) para expresar sus opiniones, denuncias, etc, me gustaría introducir una serie de aportaciones sobre lo que se está produciendo en la actualidad en Guinea Ecuatorial y que no es más que un suma y sigue de la situación que se viene dando desde hace 29 años cuando un 3 de agosto Obiang depuso a otro dictador, su tío, Francisco Macías, para instalarse en el poder del cual nada ni nadie parece estar facultado para que lo abandone a pesar de las sistemáticas violaciones que desde él se perpetran y de tratarse, con pruebas que lo demuestran, de un gobierno corrupto, corruptor, capaz de realizar las más bajas acciones hacia una población indefensa y temerosa. La represalia, la impunidad, el maltrato, el asesinato, han sido los aliados del que se considera un enviado de Dios, un árbitro divino para “gobernar” Guinea Ecuatorial. La realidad de los hechos en estos 29 años nos presenta otro perfil bien distinto del dictador, Teodoro Obiang Nguema, quien recurre a la brujería en todas sus manifestaciones para sustentarse en el poder utilizando estas prácticas como escudo ante una población amedrentada/supersticiosa que le considera poseedor de atributos brujeriles capaces de hacerles aun más daño si muestran su rechazo a su liderazgo y permanencia en el poder. Un dato a tener en cuenta, como otros muchos que podríamos destacar, es la política seguida por Obiang de sumir cada vez más a esa población en el analfabetismo magma adecuado para mantener y cultivar estas creencias.

Como señalaba anteriormente no se pueden calificar los hechos actuales de intimidación- represión-asesinato, como los más graves de la historia contemporánea guineana: todos lo han sido, se trata de un suma y sigue. Al igual que podemos medir las reacciones internacionales a semejantes actuaciones: NINGUNA al menos efectiva para un cambio de actitud del dictador y eficaz para las víctimas. El silencio nada bueno representa cuando se trata de defender los derechos humanos de los pueblos y este silencio se ha cernido sobre Guinea como un manto de oscuridad informativa para dejar indefensas a las víctimas que no pueden recurrir a nadie para defenderse de los agravios padecidos.

Lo más grave es que gobiernos internacionales que en sus países alardean y no dejan de hablar de democracia, Estado de Derecho, valores de las personas, etc, propicien ese silencio e impunidad; se presten a las jugadas de incumplimiento de promesas de un dictador; avalen al dictador ante la comunidad internacional; alienten a partidos para que concurran a unas elecciones descaradamente con el sello de fraude, en un clima de intimidación y normas antidemocráticas, con presos de conciencia en las cárceles, y no se les suba el rubor de la vergüenza a sus sonrientes y bien alimentados semblantes cuando se refieren a Guinea.

Por otro lado, es necesario precisar, rechazar y lamentar enérgicamente el silencio que se observa por parte de los medios españoles en torno a los graves sucesos que se están produciendo en la que fue colonia española. Un silencio que encierra diferentes objetivos y que por ser conocidos sus antecedentes por la mayoría de los lectores voy a soslayar pero, que se convierte en una cuestión a la que cualquier periodista debería oponerse, resistirse con todas las consecuencias: impunidad, complicidad más o menos premeditada. Tampoco voy a entrar en las funciones/ obligaciones de un informador pero desde luego éstas, no deben en ningún caso, estar sujetas al dictado de empresas editoriales o partidos políticos. Un periodista se debe a la verdad escrupulosa, independiente y bien contrastada de los hechos. He ahí la diferencia de cuando leemos una información emanada de fuentes interesadas en presentar los análisis y reacciones ante hechos que solo nos llevan a una confusión totalmente ajena y contraria a la verdad intrínseca. Porque todos los hechos, aunque se nos trate de convencer de lo contrario, tienen su blanco y negro sin ninguna posibilidad o al menos ésta es remota, de un gris ligeramente blanco o negro. Toda información tiene su verdad sin matices y es labor del periodista el encontrarla a base de investigación rigurosa y ayudado por su olfato otro importante factor que hace que el profesional no caiga en entramados y trampas que suelen ser tendidas por los enemigos de la verdad y amigos de la manipulación informativa.

Hago estas salvedades porque tal como predije tras mi destitución de la Emisión de REE para Guinea Ecuatorial, la clase periodística entró (y continúa) en una gran crisis desde que las Torres Gemelas de Nueva York se desplomaran (curioso que coincidieran ambos sucesos en el mismo año). Con esas torres también se desplomó la independencia del periodista en gran medida. Y de este fenómeno no se ha librado casi ningún país. En España tenemos diferentes ejemplos que se pueden observar en los debates tanto de radio como de televisión. Unos favorecen al PP, otros al PSOE o partidos nacionalistas, pero el análisis objetivo, independiente, aséptico ¿quién lo defiende? ¿ quién lo plantea? Desgraciadamente es algo que no me sorprende en absoluto pero, que aún así lamento extraordinariamente. Desde hace algunos años en el mundo del periodismo proliferan las voces que tienen amos y ”angel sí señor” que vacían de contenido y efectividad la labor sagrada, sí sagrada, del periodista. Las jóvenes generaciones de este oficio que aportó tanto a la democratización de los pueblos poniendo freno y denuncia a los gobernantes corruptos y en pro de una sociedad justa, les falta referentes ejemplares en los que basarse para su formación y desarrollo.

Dejo estas cuestiones bien visibles para el ciudadano español independiente/ crítico y continúo en el tema guineano y a pesar de parecer reiterativa, voy a incidir en algunos aspectos en los que la reiteración es necesaria. Guinea contiene esa premisa: reiteración en lo bueno y en lo malo

Estos últimos meses se han producido hechos realmente graves y que ponen en evidencia lo que muchos hemos mantenido desde que se iniciara el nunca desarrollado período de transición en Guinea: este país no ha conocido ni transición, ni apertura, mi multipartidismo, ni nada que se le parezca. Y todo ello derivado de la falta de voluntad de quien rige los destinos del país africano con mano de hierro y sin ningún respeto a los derechos del pueblo y mucho más a sus adversarios políticos, que ahora más que adversarios (los del interior) se han convertido en simples comparsas de su tétrico, espenpéntico espectáculo ”democrático a la guineana”. Este “estar sin estar”, de partidos que podrían haber sido alternativa en el gobierno del país, solo han facilitado la labor de maquillaje de Obiang y su troupe ante la comunidad internacional que aun a sabiendas del juego sucio del dictador han optado por el disimulo y ”el solo sé que no sé nada” con tal de entrar en la borágine de la explotación indiscriminada del oro negro que se concede según los criterios del que se considera ”amo” del mismo, y por supuesto de vidas y haciendas del país.

Parece inconcebible, bochornoso, que ante la grave situación de derechos humanos que se viene dando en Guinea sistemáticamente, determinados gobiernos mantengan una relación normal en todos los aspectos con el que provoca y no manifiesta voluntad alguna de un cambio de actitud durante casi 30 años. Y lo que resulta ya sarcástico es que esos políticos, además, nos quieran hacer ver que todavía hay soluciones y posibilidad de cambios a través de elecciones convocadas por el que día tras día vulnera las más elementales reglas democráticas. Ejemplos para llevarnos a esta afirmación se están produciendo lamentablemente a menudo. El régimen que sustenta Obiang detiene ilegalmente, tortura, asesina, utiliza a la oposición a su antojo y cuando encuentra resistencia en alguna opción política o persona recurre a sus “mandados” en el poder judicial -muy en minúsculas dada su interpretación particular y no cumplimiento de las leyes- y de un plumazo o decretazo o lo que mejor le venga, deslegitima a la persona elegida por el partido de forma democrática. Así tenemos el caso de Unión Popular que por octava o décima vez es objeto de ataque Obianguemista ahora en la figura de su presidente legítimamente elegido en congreso, Faustino Ondo, nada bien visto por el “árbitro” de la cuestión democratizadora a la guineana. ¿Nuevas estrategias del ínclito Obiang para desestabilizar a los partidos opositores poniendo al frente a la persona más manipulable en contra del voto salido del Congreso? No, rotundamente, no. Esas maniobras son ya archiconocidas por todos ¿qué partido se ha librado de alguna forma de mangoneo presidencial? Solo que unos se han dejado y otros no. ¿Acaso se puede pensar, con lo que ha caído, que un partido puede mantener su independencia, las actividades que se consideren oportunas con Obiang en el poder? Quien así piense o es un iluso o no conoce el percal guineano. Y lo más increíble es que algunos, tantos españoles como guineanos, pretenden hacernos creer que sí es posible. Previo pago, perdón, previo pacto desde luego. Y más inaudito resulta todavía que desde España se invite a UP a participar en las más que previsibles elecciones fraudulentas del mes de mayo con todas las triquiñuelas Obianganeras a las que estamos asistiendo contra la legalidad representativa de UP.

Porque señores hay algo incuestionable aunque le duela a algún político considerado líder opositor en plaza. Y esto es que el mapa político en Guinea sigue marcando las mismas coordenadas que hace 17 o 18 años en orden de implementación de partidos. Sin lugar a dudas es UP quien va a la cabeza, seguido del Partido del Progreso y en tercer lugar el FDR , dos de cuyos fundadores se encuentran desde hace años en el limbo carcelario al que envía Obiang a los adversarios que verdaderamente teme. Como teme a Faustino y en su lugar (con toda suerte de marrullerías ilegales) quiere poner – mejor dicho, imponer- a Carmelo “sí señor”, un hombre con tantos conocimientos y prácticas políticas como otro Carmelo el inefable presidente de APG, no satelizada, sino robada, a su legítimo dueño o creador, Miguel Eson. (perdón a los lectores si me he equivocado de nombres en este cuento de nunca acabar, pero, los hechos son tal cual están representados).

No voy a obviar al dirigente del Partido del Progreso, compañero de oficio, Severo Moto. Que con sus aciertos y errores sigue presente en las mentes de sus seguidores y simpatizantes en Guinea, donde le esperan para contar con él en la contienda política. De Severo Moto, solo hay que añadir que ha sido y es objeto de caza y captura por parte de Obiang, acosado y acusado por la administración socialista quien en consejo de ministros llegó a retirarle la condición de refugiado político, ahora recuperada por sentencia del Tribunal Supremo Español. Lo que no se puede poner en duda es que Severo Moto es un referente importante a la hora de analizar la historia y situación guineanas, le pese a quien le pese.

Yo le preguntaría a la administración española ¿ por qué ese empeño en acusar a Moto de golpista cuando su apoyado y avalado Obiang también lo es ya que utilizó un golpe de estado real para acceder al poder y en ninguna de las elecciones por él convocadas ha dejado que sea el pueblo quien le dé, en libertad, la legitimidad para gobernar? Este doble rasero solo nos hace pensar que no son los intereses del pueblo los que dice defender España sino otros intereses espúreos los que predominan en la política española con respecto a Guinea. Nada nuevo, por cierto.

En cuanto a UP tiene por delante un gran reto que hará que le apoye y se afiance aún más su militancia, defender los resultados de su último congreso y no transigir con las imposiciones de Obiang y mucho menos concurrir a las elecciones en estas condiciones. Es sumamente arriesgado pero, será todo un ejemplo de democracia y legalidad (algo tan carente en Guinea). La lucha es dura pero necesaria. UP tiene una gran ventaja en este reto: sus gentes son fuertes y nada proclives a comulgar con ruedas de molino. De eso han dado constantes muestras desde la fundación del partido. Aprovecho esta ocasión para mostrarles a todos ellos (salvo a los traidores) mi apoyo y ánimos para superar los obstáculos. Pero siempre teniendo en cuenta aquello de “ni un paso atrás”.

Pongo punto final con unas palabras que me dijo en innumerables ocasiones el que fuera presidente de UP, don Andrés Moisés Mba Ada, otra víctima de Obiang que reposa en Guinea aun en contra de su última voluntad, - Sra Rafi, Obiang, ni olvida ni perdona y es imposible creer en su promesas.


Fuente: Propia

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