La detención de Severo Moto se ha producido tras un preludio de hechos que advertían lo que ahora ha ocurrido y que tendrían que ser analizados friamente, con tranquilidad.

Un material militar de deshecho que aparece en Guinea y simultáneamente en España (para qué incidir en detalles ya conocidos) y la presunta implicación de Moto en este más que probable montaje para desacreditarle, obtener motivos que en cierta medida permitan a las autoridades españolas ponerle de nuevo ante la posibilidad de serle retirada la condición de asilado político que tras reciente sentencia del Tribunal Supremo había recuperado el político guineano. Solo cabe esperar para saber en qué acaba este desaguisado.
Y es que a los urdidores de semejante trama aún reconociédoles que se lo han ”currado” en sembrar pistas, indicios y posibles implicaciones a la hora de poner en práctica el guión diseñado lo han echo muy mal. Tan mal que ni uno de mi pueblo, que los hay cazurros, no caería en la trampa de creer ni una sola coma. Por cierto, tambien se dice en mi pueblo cuando un determinado caso contiene tantas argucias y mentiras: ¿Por qué es mentira? Respuesta: por lo gorda que es.

Y así en este caso, una burda puesta en escena tan carente de pruebas contra Moto que parece sacada de un mal relato de espías. Podemos pensar que la prisa (había prisa por quitarse este marrón en el que se ha convertido Moto para ”algunos” o ”alguien”) les ha hecho aparecer como lo que son ¡UNOS CHAPUCEROS!. Es tan poco creíble esta artimaña que incluso a los que no simpatizaban con el opositor, ponen en tela de juicio su posible implicación en este despropósito. Si lo que deseaban los autores/urdidores de este tinglado es desprestigiar a Moto lo único conseguido es que se piense con más insistencia que nunca que Moto está en la mira de ”gentes importantes” con buenas relaciones del que sigue y sigue intentando tenerle bajo sus garras: Obiang.En este momento no se pueden (por desconocimiento) barajar los nombres de los personajes inmersos en esta ”ejemplarizante acción”, pero no cabe duda que con el tiempo se filtrará más de un dato que conduzca al conocimiento de tan
”aguerridos elementos”. Pero de lo que no dudadamos algunos es que las supuestas armas son cada vez menos sólidos argumentos para tachar a Severo Moto de terrorista, de traficante de armas y de ser él quien estuviera detrás de este esperpéntico tráfico de armas inservibles y menos aún que contara con expertos en utilizarlas para el fin del que se le acusa.

No habrá que esperar mucho tiempo para conocer más detalles.Lo que ocurra en la Audiencia Nacional nos aportarán señales más que evidentes. Ahora es cuando el gabinete de prensa del Partido del Progreso debe trabajar a fondo para que nadie se quede a dos velas de lo que ocurra en este affaire made in Spain.






Fuente: Propia

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