Efectivamente, como bien señala, Celestino Okenve, los asuntos relacionados con Guinea destilan fraude por todos los flancos y mucho más desde que asumiera el ”mando” del país el mayor defraudador conocido en la historia de ese país y adyacentes: Teodoro Obian Nguema.

Es absurdo pensar que los que conocen a fondo los fraudes realizados con anterioridad a estas elecciones estuvieran pendientes de la información generada durante la jornada electoral este día 4 de mayo, máxime cuando habían previsto con anterioridad que se trataría de otra muestra más de la falta de voluntad de quien las había convocado en abrir una esperanza democratizadora a una población a la que tiene atemorizada, excesivamente fatalista en cuanto a posibles soluciones y un tanto resignada.

A esto se une la actuación de una oposición concurrente que ha dejado de ser un problema para Obiang y su régimen a causa de su cuasi pasiva actitud (CPDS) y una buenas tragaderas para deglutir cualquier sapo que se le pueda presentar (o imponer) por el que ”permite” sus activadades? en el país, pero con la claúsula de no excederse, no hacer demasiado ruido que pueda ponerle en un apuro ante la comunidad internacional y sobre todo los medios de comunicación que es a los que realmente teme el dictador. Que se aireen sus dislates y violaciones es lo que Obiang lleva peor. Lo mejor que siempre ha aprovechado y le ha sastifecho a Obiang es ir cosechando impunidad alrededor de sus acciones. La consigna a los partidos del interior pudiera ser ”hablen, pero bajito y no más de la cuenta”. Y todo ello para dar más credibilidad a que realmente existe oposición, multipartidismo del que le agrada y que no le agreda.

Obiang es consciente de que sería contraproducente impedir a un partido apoyado por quien desde hace unos años significa su mejor aval ante las instituciones, organismos internacionales, etc. Obiang no quiere ningún problema con quien ha sido su mejor aliado para mantenerse en el poder y proseguir realizando, a su manera, la misma táctica, sus ”buenos modos” en el
ejercicio del poder absoluto y fraudulento.

España, el aval de Obiang, ha vuelto a errar ( por llamarlo de alguna forma, suave) en su política con respecto, no a Guinea, sino a quien se muestra más que gobernante del país como dueño del mismo. Dueño de seres humanos, flora, fauna y por supuesto del codiciado oro negro que contiene las entrañas de Guinea. Pero hay que dejar claro una vez más, que se trata de la política de los gobiernos de España, que en caso de hacer una encuesta al respecto no respaldarían una gran mayoría de los españoles.

Insisto que a juicio de muchos observadores, amantes de la verdad de los hechos, el fraude estaba servido. Por tanto el que este se haya producido no es noticia. Lo hubiese sido de darse otras condiciones desde que comenzara la pre campaña que se vió ilustrada con el asesinato de un opositor ( Saturnino Nkogo) asesinato del cual ya prácticamente no se habla y por supuesto ni se ha aclarado ni aclarará, ni se pondrán a disposición judicial sus ejecutores. Y la oposición concurrente en el fraude, callada. ¿No era suficiente motivo para plantarse y no secundar, legalizar con su presencia, lo que se preveía como un nuevo fraude en beneficio de Obiang? Ahora la suerte está echada. El fraude se ha consumado.

No es momento de lamentar esta u otra actitud del régimen de una jornada electoral que es un calco de las que le precedieron. Y mucho menos motivo de sorpresa en unos políticos que han sido blanco de tantas y tantas irregularidades propiciadas por el que han acompañado por no se sabe qué intereses. Es inútil que nos quieran hacer creer que lo han hecho en beneficio del pueblo guineano al que una vez más no se le ha respetado en nigún sentido. ¿Qué va a cambiar a partir de ahora en Guinea? La historia se repite: nada va a cambiar, como no cambió cuando en 2004, CPDS, aun a pesar de las muchas ilegalidades que se dieron durante el proceso electoral, aceptó los dos escaños envenenados que les asignó Obiang.
Los otros dos partidos ”opositores” concurrentes, obra de Obiang y de España, no merecen
ni tan siquiera reproches. Han actuado según el guión preparado por sus mentores: simple acompañamiento y fraude de la existencia de un real bipartidismo en Guinea. Que disfruten con el botin conseguido el tiempo que puedan.

Es curioso que este fraude no haya tenido eco en los medios españoles hasta hoy, el día después de producirse. Pocos medios prestan atención al mismo por tratarse de un fraude cantado. Ya he señalado que lo ocurrido en Guinea no es noticia por ser el fraude un modus operandi de Obiang. Por ello es sorprendente que un periodista como Ramón Lobo, utilice los titulares que acompañan a su breve y light información en EL PAIS de hoy, bueno ya de ayer: ”Obiang impone el voto público en Guinea Ecuatorial. El régimen de Malabo organiza unas elecciones sin garantías democráticas”. ¡Pues vaya noticia! Tendría que haber añadido ateniéndose a las anteriores: ” como viene siendo costumbre habitual, Obiang impone el voto ...”

Por cierto, es curioso que en la fotografía que se acompaña a la información antes referida se ve a Obiang muy complacido (faltaría más) acompañado por guardaespaldas cuya procedencia no parece guineana...

Lo dicho: el fraude no es noticia en Guinea. La injusticia y la violación de los derechos humanos tampoco, desgraciadamente.


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Fuente: Propia

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