La factura de la traición

Por: Samuel Mbá Mombé (Médico en activo)

El quehacer político en Guinea Ecuatorial ya se ha convertido para ciertos señores que se dicen políticos en el arte para hacer el ridículo ante propios y extraños.

El ridículo no ha podido ser mayor para esos “buscapuestos” siempre que constatamos que la factura que el régimen les ha pasado tras el cambalache del pasado 4 de Mayo denominado elecciones generales legislativas y municipales ha sido la merecida.

Si la política para algunos es el arte de hacer el ridículo o un ejercicio de diversión entonces la factura será siempre la misma y que no nos vengan con lloriqueos postelectorales de supuesto fraude y de otras niñerías a que nos tienen acostumbrados como si fuera algo que ignoraban que iba a producirse.

El Profesor Celestino Okenve Ndo ha acertado en este sentido al decir que Obiang y todo lo que representa es FRAUDE. Hablar de fraude en Guinea Ecuatorial no es noticia para nadie como ha señalado también en un artículo la periodista Rafaela de la Torre. Lo que sí sin duda hubiera sido noticia es que éste no se haya producido en esta ocasión. Que las elecciones iban a ser amañadas ya era un secreto a voces y hasta los eternos acompañantes de Obiang a esas farsas lo sabían perfectamente por lo que es infantilismo puro venir ahora con quejas de que ha habido FRAUDE.

No se sabe a ciencia cierta a quiénes quieren impresionar con esos lloriqueos infantiles si todo el mundo estaba seguro que ni en esta ocasión, el régimen será flexible con sus “enemigos políticos” (discurso de Obiang en la clausura de la campaña electoral en el Estadio de Malabo). Con esta calificación era de esperar que Obiang fuera a golpear fuerte a los que intentaran cruzarle en el camino. El golpe lo han merecido no sólo por parte del régimen sino y de la población que ha preferido votar al PDGE que a unos traidores que con otros presupuestos también participan en el mantenimiento de la miseria y pobreza que les asola diariamente. Los que han acompañado a Obiang por los senderos de esta “nueva victoria aplastante” fueron agraciados por el régimen con sumas millonarias de francos cfas., que les servirán para mantener llenos sus estómagos hasta la próxima farsa en la que seguramente volverán a participar para seguir engrosando sus cuentas corrientes mientras el pueblo seguirá soportando la miseria hasta que Dios quiera.

Llama la atención la preponderancia y arrogancia del régimen y su partido PDGE cuando su “Jefe de laboratorio político-”-según la TVGE, Filiberto Ntutumu ha declarado a la prensa que su partido no” necesitaba alianzas para ganar las elecciones y que el éxito ha sido del PDGE que decidirá cómo repartir lo conseguido. Los resultados demenciales de estas elecciones reflejan una vez más lo que por enésima vez se viene denunciando, a saber que el sistema político de Guinea Ecuatorial es monolítico. El eslogan de un HOMBRE y un PARTIDO del PDGE es el botón de muestra de esta afirmación. Todos los llamados partidos políticos de la oposición y reconocidos oficiosamente por el régimen son sus apéndices como lo declaró el propio Obiang en el último congreso de PDGE en Nsok-Nzomo. El papel de esos partidos es de comparsas mientras que otros aprovechan el desorden institucional para sacar tajada participando en unas confrontaciones electorales que no tienen pies ni cabeza y cuyos resultados siempre son conocidos mucho antes de las mismas.

Me gustaría para terminar recordándo a los guineoecuatorianos de buena fe este retazo extraído del entonces Periódico Independiente-OPINION- en su Editorial del 19 de Agosto de 200. Cito: “...Tampoco es hacer justicia si no reconocemos que la miseria, los errores de Gobierno, la corrupción y la excesiva permanencia en el poder han arruinado su mandato (de Obiang) y originado el cansancio del pueblo. La decisión debe ser honesta. Corresponder a las aspiraciones del pueblo que durante tantos años le supo proteger y apoyar. Para ello, deberíamos reflexionar a cerca de la escasa categoría humana y profesional que hemos demostrado. La crisis que hoy viven miles de guineanos en plena era de la modernidad, se resolverá únicamente con la decisión y firmeza de que carecen las instituciones que deberían enfrentarla y con instrumentos políticos. No con demagogia. Pero hace falta que se repita. Hace falta prevenir la próxima, porque la lista de alertas es larga. Sólo con un cambio de política global a Guinea Ecuatorial puede evitarse el irnos de desastre en desastres y de lágrimas a más lágrimas. Y no sólo es cuestión de mucho petróleo, sino de una verdadera política de derechos humanos, de democratización, desarrollo humano y sostenible, de rendición de cuentas al pueblo y prohibición de la impunidad. Guinea no tiene tiempo que perder ni para recuperar todo lo que no se hizo...El poder debe arrepentirse ante el pueblo, admitir que ha cometido errores y poner un bálsamo en el alma a los guineanos. Ellos pueden aceptar que no recibirán enseguida lo que les hemos robado, y hay que tomar medidas concretas.”


Fuente: LD

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