Mi más sentido pésame a la familia, Oyono Ayingono, en estos momentos de dolor e impotencia. La desaparición de un ser querido y en las circunstancias en las que se ha producido hacen que una no halle las palabras adecuadas para consolar a los que han sufrido tan gran pérdida.

No llegué a conocer a Pedro, hermano del que fuera presidente de RENAGE, Daniel Oyono Ayingono. Pero en las ocasiones que asistí a actos de esa formación, nunca legalizada por el dictador Obiang, pude comprobar que esa familia estaba unida cual piña ante lo bueno o malo que hubiera que afrontar. Prueba de ello la rápida reacción de parte de sus hermanos residentes en España, ante la detención de Pedro, pidiendo visados en la embajada de Guinea para trasladarse lo antes posible al país. La negativa de los responsables de la legación guineana en Madrid a conceder dichos visados ha impedido que éstos estuvieran al lado de Pedro, en sus últimos momentos.

Según se desprende de las diferentes informaciones que se han publicado, Pedro, no se dedicaba a la política, era un empresario que administraba los bienes legados por su padre. Entonces ¿ qué perseguía la superioridad que dio la orden de detención y la posterior tortura de un hombre aquejado de dos enfermedades y serias secuelas debidas a una anterior detención ? ¿Cómo se puede entender que el simple hecho de negarse a votar pueda conducir a una persona a la muerte? Cualquier ser humano con el mínimo de sensibilidad rechazaría tal posibilidad. Sin embargo, en Guinea estas acciones no solo se cometen sino que se consienten por los que hace unos días con el mayor cinismo e irresponsabilidad enviaron a tres diputados del Parlamento español ¡qué vergüenza ¡ a hacer de ”ojeadores” pero sin ver, oir, ni hablar (objetar) a un fraude electoral que se perpetró el pasado 4 de mayo en la que fuera su colonia.

¿Cómo se entenderá por la administración española y sobre todo por el Mº de AAEE este nuevo atentado a la vida producido por el régimen guineano? ¿Habrá alguna interpelación parlamentaria para que se explique por Moratinos y el partido por el que está en el cargo su política hacia Guinea Ecuatorial? ¿Quién tendrá la valentía, la honradez, la buena praxis de la política, de plantearla? ¿Cómo se atreven a hablarnos de derechos humanos cuando se está ejerciendo de cómplice con uno de los dictadores más crueles que sigue actuando con la mayor impunidad, aunque sus fechorías son conocidas? Con su actitud los diferentes gobiernos españoles y mucho más el actual ha ido creando un gran resentimiento en muchos guineanos hacia España, bien merecido. Ya no se trata de errores políticos sino simplemente de respetar y hacer respetar los derechos humanos sin fronteras ni distinción geográfica o racial.

El fraude electoral ha estado salpicado de sangre desde sus comienzos hasta el final. Todo por orden y voluntad de la superioridad. Al comienzo de la campaña del fraude, Saturnino Nkogo, era asesinado cuando se encontraba en custodia policial. Como es habitual en Guinea no se le practicó la auptosia aunque se sabe que murió de un tiro en la sien ¿quién disparó el tiro de gracia? Esa es una “casi” incógnita que el tiempo y los acontecimientos despejaran. Luego vendría el accidente de aviación de Annobón, aún no aclaradas ni investigadas sus causas y que se saldó con un alto balance de víctimas. Y la madrugada pasada moría como consecuencia del trato recibido durante su detención la penúltima víctima, Pedro Oyono, desgraciadamente no será la última. El voraz régimen de Obiang tiene suficientes candidatos privados de libertad, en unas condiciones infrahumanas a más y más seres inocentes que no es de extrañar pierdan la poca vida que les queda en las lúgubres cárceles creadas y mantenidas por Obiang.
España, calla y a muchos españoles nos hiere ese silencio cómplice y casi complaciente con el sátrapa que ahoga a todo un pueblo en el miedo, la represalia, el temor a perder hasta la propia vida como denotan los ejemplos anteriormente descritos.

Cuando se produce la muerte violenta de un guineano a manos de los torturadores que actúan por orden de la superioridad los pésames deben ir dirigidos todos los guineanos porque ninguno, aun estando en puestos privilegiados, se veran libres de este tipo de actuaciones. Todos están bajo “sospecha” de la superioridad. Todo depende del talante con el que se levante el que ostenta ese “privilegio” de señalar con el dedo de su superior voluntad, a la próxima víctima.



Fuente: propia

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