El uno y el otro comparten un pasado y quizás un presente común y coincidente, sus manos estás manchadas de sangre por asesinatos rituales y estatales. Alandy reprocha a Koko de monopolizar la alcaldía de Mongomo como una propiedad privada y éste le responde que no es apto para expresarse en tales términos cuando su propio hermano, Obiang, monopoliza, ya no una ‘simple’ alcaldía, sino todo un país como propiedad privada desde 1979. A ver si el show está servido para unos meses u Obiang les llamará al ‘orden’ y ‘disciplina’.
S. MEMBA, LIBREVILLE
En una lucha doméstica poco habitual entre los ‘hermanos militantes’ del partido del tirano, el alcalde saliente de Mongomo y candidato a su sucesión, Martín Nguema Nsue, Koko y su principal oponente, el primo hermano del déspota, Santiago Enem Ovon, Alandy [ex teniente coronel, ex ministro de Exteriores, ex embajador y ex exiliado ‘político’], se enfrentaron la semana pasada por la alcaldía de Mongomo, región al que Obiang considera su principal feudo político y donde está prohibida cualquier atisbo de disidencia política.
La ira vivido en la alcaldía de Mongomo ha dejado sorprendido a más de uno, una encarnizada discusión sin reparos entre los descendientes de la familia presidencial [Alady, el primo del déspota y Koko, vecino y ‘padrastro’ de la primara dama], de esas que gusta al déspota para medir la lealtad de su séquito y mantenerles reñidos hacia una rivalidad a su omnipotencia.
Cuentan las fuentes que Obiang mandó nominar a su primo, recién exiliado de España, como cabeza de lista para la alcaldía de Mongomo, dejando en segunda posición al regidor saliente. En Mongomo, prácticamente no se organizan elecciones, sino el PDGE proclama su victoria y escoge a quienes el déspota y los suyos necesitan en esos momentos.
Martín Nguema Nsue, creía que ya había llegado el fin de su época. Apoyado en su condición de amante de la madre de la primera dama y cuñado del temible Ondó Nkumu, reunió a los suyos en una especie de manifestación contra Alandy, hasta con pancartas que reprochaban la posible candidatura de éste como alcalde: ‘no a Alandy como alcalde de Mognomo’. La lucha estaba servida, mientras Obiang seguía espectando desde no se sabe donde.
La éxtasis llega cuando Alandy recurre a uno de los colaboradores de Koko para sobornarle. Le ofrece una considerable suma de dinero y lote de veneno mortal para eliminar físicamente a su ‘adversario’. El ‘confidente’ cobra dinero y se lleva el ‘lote’ de veneno hasta su jefe, el alcalde saliente, que no tardó en convocar el pleno.
Nada más comenzar la reunión, Koko introduce a su colaborador, un tal Sindon, para que dé cuenta de una información interesante y reveledora. Éste explica la trama urdida por Alandy para eliminar a su jefe. La reunión se estalla. Enem se pone a la defensiva y empieza una acalorada discusión que a poco termina en una ‘batalla’ campal, entre los partidos de uno y del otro.
Alandy reprocha a su adversario de monopolizar durante doce años la alcaldía de Mongomo como una propiedad privada. Y Koko contraataca, diciéndole que no era la persona idónea para hablar en esos términos, cuando su hermano lleva en el poder desde 1979; que precisamente son ellos los que monopolizan, ya no una simple alcaldía sino todo un país como propiedad privada. Que seguirá siendo alcalde de Mongomo muy a pesar de su voluntad y la de su hermano.
Atentos a los que suceda en Mongomo en los próximos días. Tanto el uno como el otro comparten un pasado y quizás un presente muy coincidente como común. Tienen las manos manchadas de sangre, bien sea por asesinatos ‘estatales’ bien sea por asesinatos rituales.
En los años inmediatos a la toma de poder en 1979, Alandy se convirtió en un pistolero de mucho miedo, al que su hermano encomendaba asesinatos. Se sabe que fue quien dirigió el pelotón que acabó con Eugenio Abesó Mondú, otrora su amigo ‘íntimo’.
Paralelamente, es de sobra conocido que sobre Martín Nguema Nsue pesan numerosos asesinatos rituales en la región de Mongomo y de Wele Nzás. A Koko se le conoce como un asesino en serie, que mantiene aterrorizada la ciudad de Mongomo desde finales de los 80. Se calcula que ha asesinado alrededor de 50 personas durante ese periodo.
Quizás lo más correveidile de toda esa lucha por la alcaldía, es la creencia de que el señor Enem Ovon se presentó mas bien como ‘líder’ de una corriente interna del PDGE, fraguado con su amigo de París y ‘líder’ de CRAMOEG, el denominado ‘MOUVEMENT DE RENOVATION ET CONSENSUS’.
Fuente: s. memba
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