La editorial ¨EDICIONES OGHAM¨ nos envía la tercera entrega del libro que, sobre Guinea Ecuatorial, va a editar próximamente.

En este caso, reproducimos los comentarios que hace el marino español, Leandro Fernando Bueno Romero, que como militar español ocupó altos cargos en la ex colonia.

¨El Golpe de Estado dado por Obiang, no pasó de una serie de escaramuzas en Mongomo, Monte Bata, Niefang, y Monte Chocolate. La historia, contada por los participantes, en nada tiene que envidiar a las grandes vatallas de la Guerra Civil Española. (...) Obiang pidió fuerzas armadas extranjeras, además de por sentirse inseguro ante sus compañeros, todos más aventajados que él en la Academia Militar, porque era consciente de que no disponía bada más que de un Ekército de papel, sin absolutamente ninguna preparación y con un armamento inutilizado por la falta de conservación.

Su recuerdo de cuanto esperaba el desembarco de mercenarios en la playa le aterrorizaba. Él es consciente aun ahora que un grupo reducido puede poner en fuga a todo su Ejército.

El Ejército guineano siempre ha sido profesional, los cuarteles, más que militares son patios de vecindad, llenos de mujeres, niños, cabras, gallinas y perros. Una sola granada dentro del patio del cuartes, aun hoy, puede ocasionar tal pánico como para paralizar toda la Fuerza.

Florencio Mayé era cabo primero de la Marina Española en 1968, colaboró con Macias, ostentándo en 1979 em empleo de Teniente de navío.Fue pieza fundamental en la lucha en Mongomo De hecho, él entró el primero en la casa fortaleza de Macias, cuando éste ya había escapado. Lo que si debía estar era el dinero en divisas del Banco Nacional, que como se dijo, guardaba Macias en su casa.

Ese dinero nunca apareció. La que si creció fue la riqueza de Florentino Mayé que instaló una red de comercios Como recompensa a su participación en el Golpe, fue asecendido a Capitán de Corbeta, nombrado Vicepresidente del Gobierno, Ministro de Asuntos Exteriores, Comandante de marina y Práctico del Puerto de Malabo. Cobraba por todos los conceptos; como práctico del puerto no subía a los barcos, pero cobraba las tarifas a nivel particular en ¨divisa¨. Al funal, como casi siempre, cayó en desgracia y fue enviado a Nueva York como embajador en las Naciones Unidas.¨


Madrid, 29 de mayo de 2002

Fuente: cpt

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