MANIFIESTO


La violación sistemática de los Derechos Humanos y de las libertades democráticas más elementales de los guineoecuatorianos, sigue siendo la tónica y moneda corriente del régimen encabezado por Teodoro Obiang Nguema, desde su accesión al poder en Guinea Ecuatorial mediante un golpe Estado el 3 de agosto de 1979.
Recordamos que en su discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado en Malabo el 5 de agosto de 1979, el presidente Teodoro Obiang Nguema, precisó las razones y los objetivos que le habían impulsado a llevar a cabo el referido golpe de Estado de 1979. Puntualizó entre otras lo que sigue:

Referente a su antecesor diría: Que el mandato del ex presidente Francisco Macías Nguema se caracterizó por una ambiciosa centralización personal de la Administración y de todas las demás Instituciones del Estado; ninguna institución funcionaba en el país; que la opresión era de todo tipo; que la imagen internacional de Guinea Ecuatorial había sido ultrajada y desconsiderada; y que su régimen se caracterizó por la violación flagrante de los derechos de los ciudadanos guineanos e incluso de los extranjeros.
En cuanto a los objetivos los resumió diciendo: Que el nuevo régimen será guiado en la política interior por el principio de respeto escrupuloso del hombre y la restauración de la democracia en el país.
En el contexto internacional: Que la política de Guinea Ecuatorial se basaría en los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas y de la Organización para la Unidad Africana.
El golpe de Estado del 3 de agosto abrió, pues grandes esperanzas para el futuro de los pueblos de Guinea Ecuatorial, que cabría resumir en la reintegración a las filas de los países democráticos y la búsqueda ilusionada de los derroteros en un afán por alcanzar el bienestar político, económico y socio cultural.
Desgraciadamente, todas las expectativas depositadas en el cambio en 1979 se han visto frustradas a lo largo de estos 23 años de Obiang al frente del Estado continuando con la violación sistemática de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de los guineoecuatorianos. En este contexto, podemos mencionar los acontecimientos acaecidos en el presente año 2002: detenciones arbitrarias, encarcelamientos masivos, torturas, asesinatos, desapariciones, persecuciones, intimidaciones, juicios sumarísimos, confinamientos, etc. etc.
La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE), recuerda que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su Resolución de fecha 19 de abril, decidió sorprendentemente poner fin al mandato del Representante Especial de dicha Comisión aludiendo entre otras cosas, que el régimen del presidente Teodoro Obiang Nguema había ratificado la Convención contra la Tortura y la Convención contra la Discriminación Racial, cuando en realidad dicha ratificación no se ha producido por parte del actual Gobierno de Guinea Ecuatorial.

La situación actual de recrudecimiento de la violación de los Derechos Humanos es una muestra más de la equívoca decisión adoptada por la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su 58º período de sesiones celebrada en marzo y abril del presente año en Ginebra (Suiza). Reiteramos nuestra condena e indignación por dicha resolución al constatar con el tiempo que la decisión de la Comisión fue manipulada por intereses oscuros y perjudiciales para las poblaciones de Guinea Ecuatorial.
La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) no considera válido ni justo el juicio que desde el día 23 de mayo se celebra en el cine Marfil de Malabo, contra las 144 personas detenidas desde el mes de marzo, y acusadas por ¨atentado contra la seguridad del Estado, la forma de gobierno, inducción a la violencia, atentado contra el jefe de Estado...¨, por la amalgama de irregularidades registradas en el desarrollo del mismo como es que la fiscalía es incapaz de probar las acusaciones hechas a los procesados.
Por tanto:

Condenamos este juicio al tiempo que rechazamos de plano cualquier sentencia que surja del mismo contra los 144 procesados.
Exigimos la suspensión del mismo y la puesta en libertad incondicional de todos los procesados.
Denunciamos enérgicamente la nueva ola de detenciones y torturas desatadas en el seno de la población bubi, y exigimos el cese inmediato de las hostilidades contra dicha población así como la puesta en libertad incondicional de todos los detenidos.
Exigimos al Gobierno la indemnización de todos los torturados y encarcelados en esas redadas policiales y de los miembros de la Seguridad del Estado.
Exigimos que se pida responsabilidades a los torturadores y que sus actos no se queden impunes como es costumbre en este régimen.

Resulta curioso que un régimen que mantiene a su pueblo en la miseria más extrema, violando sistemáticamente los derechos fundamentales de sus ciudadanos, quiera con el apoyo de los gobiernos democráticos de occidente y sus empresas multinacionales, amordazar y aniquilar a la disidencia política acusándola en todo momento de hipotéticos actos de violencia tendentes a desestabilizar el poder establecido.
Recordamos a los países con fuertes intereses económicos en nuestro país, que no puede haber desarrollo alguno sin que se hayan devuelto al pueblo las libertades secuestradas por el régimen de Teodoro Obiang Nguema. Los millones de barriles de petróleo/día que se extraen de los yacimientos petrolíferos de nuestro país, y los beneficios generados de los mismos, podían haber mejorado las condiciones de vida de la población de Guinea Ecuatorial. Sólo el 5% de la población controle la riqueza del país en detrimento del resto de los guineoecuatorianos. Situaciones iguales conllevan lógicamente a cambios drásticos e imprevisibles. No dudamos que dichas multinacionales (empresas extranjeras) y sus respectivos gobiernos conocen esta cruda realidad y les invitamos a que sean partícipes de nuestras propuestas.


Madrid, 6 de junio de 2002

Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE)




Fuente: Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial

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