Dictadura: la satrapía de Obiang

Se cumplen 40 años de la llegada al poder de Teodoro Obiang a través de un golpe de Estado. El tirano de Guinea Ecuatorial maneja con puño de hierro uno de los regímenes más corruptos de África, que se sostiene gracias a la fidelidad de una guardia pretoriana que se beneficia del pingüe reparto de prebendas, así como del estado de terror impuesto en un país sin libertad de prensa alguna y con la oposición aplastada.

En un ciclo histórico en el que la mayoría de los viejos dictadores del continente negro han ido cayendo, incluido el simbólico Mugabe, Obiang se mantiene atrincherado gracias en buena medida a la vergonzosa complicidad de muchos Gobiernos occidentales que ignoran la total falta de avances democráticos a cambio de ventajosos contratos petroleros.

Alguna responsabilidad tiene también España, antigua metrópoli, en que Guinea sea hoy la satrapía de Obiang.