¿Es
positivo para una economía el hallazgo de petróleo? La lógica y la
teoría dicen que sí, pero la práctica está plagada de fracasos e
historias de conflictos por culpa de esta materia prima tan preciada.
Uno de estos ejemplos fatídicos es el de Guinea Ecuatorial, un pequeño
país africano que fue colonia de España hasta hace ´cuatro días´ y que
lleva más de una década sin crecer, estancada en la desigualdad, la
pobreza, la criminalidad y la corrupción. Aunque son muchos los factores
que han conducido al país a esta situación, el petróleo es sin duda uno de ellos.
El boom del crudo a principios de los 2000 generó un espejismo de
prosperidad que terminó estallando con la crisis financiera de 2007.
Ahora, los mandatarios de este país quieren dar otra oportunidad al petróleo como vía de crecimiento (o enriquecimiento propio) antes de que esta materia prima comience a perder peso a nivel global.
Guinea Ecuatorial lo tuvo todo para ser la joya de África.
Mucho petróleo para una población muy pequeña y fácil salida al mar
para exportar su crudo. Sin embargo, una gestión deficiente, tanto de la
industria como de los beneficios que generaba, junto al agotamiento
(maduración en el argot petrolero) de los yacimientos del país, están
llevando esta antigua colonia de España a sufrir una recesión económica
que no parece tener fin. De los últimos 12 años, el PIB ha caído en diez
de ellos. Esta es la dura historia de la caída de un país que lo tenía
todo para ser próspero.
Guinea Ecuatorial, la única nación de África que tiene el español
como lengua oficial, tuvo una de las mayores producciones per cápita de
petróleo del mundo, llegando a bombear 400.000 barriles de crudo diarios en 2004 (hace 20 años),
con una población que apenas supera los 1,6 millones de habitantes.
Hoy, este pequeño país produce tan solo 60.000 barriles al día. Sin
embargo, esta caída en picado podría tener los días contados. Los
mandatarios del país están intentando revertir esta situación y
recuperar la producción y los ingresos obtenidos hace 20 años, con la
ayuda de la americana Chevron y una inversión millonaria. Guinea Ecuatorial quiere volver a 2004 y tener otra oportunidad para aprovechar las riquezas que genera el petróleo.
La Cámara Africana de Energía (AEC) anunció la semana pasada que
Chevron y la compañía petrolera estatal de Guinea Ecuatorial, GEPetrol,
firmaron dos contratos de producción compartida (PSC) para los bloques marinos EG-06 y EG-11
en Guinea Ecuatorial, que representan una inversión de 2.000 de
dólares. De este modo, Guinea Ecuatorial sube la apuesta sobre el
petróleo bajo el mar. Chevron va a intentar triunfar donde su rival ExxonMobil fracasó.
En febrero de 2024, el gigante petrolero estadounidense ExxonMobil
anunció su salida de Guinea Ecuatorial, rompiendo efectivamente una
relación de casi tres décadas. La empresa jugó un papel destacado en el
desarrollo del sector petrolero en la nación africana.
Chevron y el petróleo de Guinea
Ahora, Chevron quiere exprimir el ´tesoro submarino´ de Guinea
Ecuatorial. Se cree que hay importantes cantidades de crudo cerca del
conocido como Bloque B, que alberga el campo Zafiro. Se considera
que en estos bloques existen altas probabilidades de albergar
importantes bolsas de crudo (se habla de hasta 1.190 millones de
barriles recuperables) y que están preparados para desempeñar un papel
importante en la revitalización de la exploración y producción en alta
mar en Guinea Ecuatorial.
Según la AEC, el acuerdo marca un "paso importante" para revertir la
caída de la producción en el país y espera una colaboración fructífera
entre las empresas. Como importante productor de petróleo y gas con
explotaciones marinas comprobadas, Guinea Ecuatorial tiene el potencial
de desempeñar un papel aún mayor en el apoyo a la seguridad energética
en África Occidental.
Sin embargo, el acuerdo con Chevron, según el propio gobierno del
país, es la clave para que se produzca un punto de inflexión y que pueda
haber cierto margen a la recuperación. Actualmente, el país solo bombea cerca de 61.000 barriles diarios,
frente a los casi 400.000 que llegó a poner en el mercado en su mejor
momento, en 2004. Esto ya supone cierto repunte desde las cifras de
febrero, donde se hundió hasta los 41.000 barriles, es unas cifras que
hacían presagiar lo peor, pues de organismos internacionales como el FMI ya están advirtiendo de un serio riesgo de que sus reservas se agoten en los próximos años.

Carole Nakhle, CEO de Crystal Energy, explica que la marcha de la
firma norteamericana Exxon es una de las claves para explicar el riesgo
de una caída de la producción que puede producirse en el medio plazo.
"La salida de ExxonMobil corre el riesgo de enviar señales negativas a
otros inversores en un momento en que el gobierno está interesado en
mantener el interés en su sector de petróleo y gas en declive", asegura
Darren Woods, director ejecutivo de ExxonMobil, que aseguró que "la
decisión de salir del país es consistente con la estrategia de la
compañía de reducir el gasto de capital y centrarse en regiones con
mayor potencial de crecimiento".
La llegada de Chevron para sustituir la marcha de Exxon es la gran
esperanza de la industria petrolera del país. Sin embargo, las dudas
surgen en otras compañías como ConocoPhilips. La norteamericana ha
comprado Marathon Oil por 17.000 millones de dólares. Esta empresa tenía
varios proyectos de petróleo y gas, pero, principalmente, era la
empresa que iba a liderar la construcción de un megacentro de gas en el
país para convertirse en un hub de GNL clave para las rutas de
abastecimiento a nivel mundial. El estancamiento en las negociaciones ha
paralizado por completo este proyecto, arrojando dudas sobre su puesta
en marcha.
El gas de Guinea Ecuatorial
El país se ha encomendado al gas a medida que el petróleo se agota.
Desde Crystal Energy señalan que, aunque también hay una decadencia en
sus campos de gas, la realidad es que es mucho menor que la del crudo.
"El envejecimiento ha reducido la producción total del país con la
producción en su punto máximo ya en 2013", pero "la caída ha sido más
suave en comparación con la caída precipitada de la producción de
petróleo". En ese sentido, "con la esperanza de salvaguardar las exportaciones de gas de Guinea Ecuatorial
y atraer el interés internacional, su gobierno estableció la visión de
establecer el país como un centro regional de licuefacción de gas,
recibiendo el producto de campos nacionales y también de los vecinos
Camerún y Nigeria para procesarlo y exportarlo a mercados
internacionales".
Este campo está operado por Marathon Oil, pero está en entredicho y
haría falta una mayor determinación tanto del país como de la nueva
operadora. NJ Ayuk, Presidente Ejecutivo de la Cámara Africana de
Energía, hablaba del mismo alegando que realmente existe un riesgo de
que la antigua colonia española pierda la oportunidad del proyecto por
los retrasos y se lo lleve otro país cercano, como puede ser Camerún: "Si el país espera realizar su potencial de gas, necesita más materia prima para su Mega Hub de Gas (GMH)
en Punta Europa en la isla de Bioko". El alto cargo señala que
"Marathon dijo que posicionaría aún más a Punta Europa (el proyecto de
hub) como un centro de clase mundial para la monetización del gas local y
regional".
En ese sentido, prosigue diciendo que "¿cumplirá Guinea Ecuatorial su
promesa de ser un ´mega centro´ de gas, o el estancamiento de las
negociaciones convertirá lo que debería ser una bendición económica
nacional en una oportunidad perdida?", se preguntaba Ayuk. "La respuesta
depende en gran medida de la rapidez con la que el país pueda concretar
acuerdos de suministro de gas desde Nigeria y Camerún. En este momento,
las cosas no parecen estar moviéndose lo suficientemente rápido".
De este modo, si los proyectos de petróleo y el gas prosperan, los
mandatarios de Guinea Ecuatorial podrían tener una segunda oportunidad
para demostrar que son capaces de realizar una mejor gestión de los
ingresos que generan estas industrias. De ocurrir lo mismo que sucedió
en 2004, solo unos pocos individuos cercanos al Gobierno serán los
beneficiados junto a las empresas extranjeras que operan en el país.
Mientras tanto, los guineanos se tendrán que conformar con las ´migajas´
mientras que ven con cierta impotencia como sus líderes presumen en
redes sociales de una vida de lujo y desenfreno.